Alek Vólkov (Maratón 3/6) Miré con atención los movimientos de Logan y me desesperé al notar como al pasar los minutos, él no decía absolutamente nada y solo jugaba con el jodido cigarro encendido entre sus manos. —¿Para eso viniste a mi casa, Logan? —le preguntó de mal humor. Recosté mi espalda en la cómoda silla en la que estaba y crucé mis dedos encima del escritorio, mirándolo fijamente esperando una jodida respuesta de su parte. —A veces la impaciencia no lleva a nada bueno, socio querido —comentó con calma y eso solo logró ponerme más furioso aún. —Déjate de mariconadas y termina de hablar, imbécil. Dejé de hacer cosas importantes por tu jodida visita que, al parecer, no es tan importante como así lo decían. —Estoy esperando que mi asistente te pase toda la información por correo, si te esperas un poco más, quizás no te salgan cañas verdes por tu desespero —se burló y quise acortar la poca distancia que nos separaba pero para partirle la cara por imbécil. Respiré ho
Dasha Petrov (Maratón 4/6) Sonreí al ver como la enorme torre de panqueques había quedado perfecta y se veía muy apetitosa con el sirope de chocolate encima. Inmediatamente comence a picar algunas fresas y se las coloqué alrededor, cambie los toques finales. —Lo hiciste muy bien, Dasha —me elogió María y sonreí aún más al escucharla. Terminé de limpiar el plato por los bordes y me felicité internamente también al notar lo lindo que me había quedado todo. Gracias a sus consejos había podido terminar de cocinar con éxito y, aunque también me ayudó en muchas cosas, en otras solo me guió y enseñó cómo hacerlo con paciencia y cariño. Algo que jamás olvidaría, porque nadie se había tomado el tiempo de enseñarme con paciencia y amor algo en particular, lo que sabía era porque me había tocado aprenderlo sola o gracias a los errores cometidos en mis primeros intentos. —Muchas gracias —solté el pequeño pañuelo y me quité el delantal para posteriormente dejarlo encima del mesón de
Dasha Petrov (Maratón 5/6) Estábamos a las afueras de la mansión en el patio trasero, luego de una larga siesta, Alek me había traído para acá con la excusa de que quería mostrarme algo súper importante y que quería compartirlo conmigo. Aún con duda, acepté y decidí acompañarlo. Y fue la mejor decisión que pude haber tomado, pues la vista del cielo estrellado que podíamos observar desde ese lado de la casa era espectacular. Y, no sé si el sabía que yo me moría por ese tipo de detalles como los atardeceres y más, pero apreciaba mucho el hecho de que siempre buscara la manera de sorprenderme. —No había tenido la oportunidad de ver el cielo estrellado desde aquí —confesé dándole una rápido vistazo al cielo y luego a Alek, quién se encontraba a mi lado. Estábamos sentados en unos cómodos sillones playeros y con unas bebidas al lado, mismas que María preparó para nosotros por orden de Alek. Él, como siempre, me sonrió en respuesta y entrelazó nuestras manos. Sonreí también al ve
Dasha Petrov (Maratón 6/6) —¿Estarás bien? —preguntó Alek por enésima vez en el día y reí al escucharlo. Parecía un loro repitiendo lo mismo a cada segundo. Pero no lo culpaba, pues desde que me había levantado había sido para devolver la comida que tenía en mí estómago, por lo que él se preocupó más de lo normal y me repitió que en cuánto terminara con sus pendientes, me llevaría al hospital a que me revisaran para ver qué era lo que tenía. Lo habían llamado por unos asuntos importantes y debía ir sí o sí, pero él no quería hacerlo ya que yo aún me sentía mal y quería quedarse cuidándome, pero no podía pedirle que se quedara, así que traté de hacerle entender que estaría bien. Y mi insistencia también se debía a que finalmente hoy saldría de dudas sobre las sospechas que tenía del embarazo, María me estaba esperando en la casa y a pesar de tener miedo, quería salir de dudas de una vez por todas. Pero, no podía hacerlo con Alek en la casa, por lo que vi perfecta la oportuni
Alek Vólkov(Maratón 1/10)Miré con una sonrisa maliciosa al tipo que yacía muerto en el suelo y sangrando a más no poder. Vlad a mi lado miraba la escena con morbo y luego de unos minutos comenzó a quitarse la camisa empapada en sangre y la tiró encima de nuestra última víctima del día. Había sido nuestra última víctima del día, pues ya era demasiado tarde y necesitábamos hacer cosas más importantes. Aunque eso lo era, pues con el cuerpo de ese tipo le enviaríamos un mensaje a un pez gordo de la mafia vecina, mismo que se atrevió a enviarlo infiltrado para que le suministrara toda lo que se hacía acá. Afortunadamente, lo descubrimos al poco tiempo y, luego de largas horas de tortura, confesó quién era su jefe. —Por más días como estos, amén —dijo y encendió un cigarrillo antes de soltar una sonora carcajada. Lo miré con una sonrisa y negué con la cabeza al notar como la situación le divertía más que a nada. —Suficiente por hoy, mañana continuamos —mencioné luego de unos minuto
Alek Vólkov(Maratón 2/10)Al sentir como la jodida herida me dolía cada vez más y más, maldije en voz alta el nombre de Vlad por tardarse tanto en llegar. Miré a mi alrededor e intenté relajarme un poco al confirmar que no había nadie por aquella calle, y con razón, pues ya era casi de madrugada y nadie en su sano juicio estaría a tan altas horas de la madrugada paseando por las calles. Continúe presionando mi mano contra la herida y al bajar la mirada y notar que estaba sangrando más de la cuenta, decidí quitarme la camisa y ponerla encima para detener la hemorragia.Dolía como los mil demonios, pero debía aguantar hasta el final, ya que sabía sería intervenido quirúrgicamente solo para poder sacarme la maldita bala que entró en mi hombro.Misma que fácilmente pudo hacerlo en mi cráneo, matarme de insofacto y darle la satisfacción a mis enemigos de verme muerto y tres metros bajo tierra. Pero hierba mala nunca muerte. Tomé el teléfono para marcarle a Vlad y preguntarle por dónde
Dasha Petrov—Mi niña, ve a dormir ya escuchaste lo que te dijo el señor Vlad —me dijo María intentando mediar conmigo y lograr que me fuese a la cama. Pero no podía hacerlo. Habia algo que me impedía hacerlo. En mi pecho tenía una ligera molestia que más que dolor, se asemejaba más a un mal presentimiento. —No lo haré, María. Me quedaré aquí hasta que Alek llegue —repliqué.—Pero tienes que descansar, Dasha. Recuerda que ya no eres tú sola.Me tensé al recordar que efectivamente era cierto lo que decía, ya no era yo sola y debía tener en cuenta eso, pero aún así fingí que eso no me había afectado lo suficiente como para lograr que me pusiera completamente seria. Aún tenía que pensar qué haría con esa criatura que llevaba en el vientre, debía hablar con Alek confesarle todo para así poder tomar una decisión, pero tenía miedo, miedo porque ya sabía su postura con respecto a ese tema. Pero aún así debía decírselo, pues ambos tuvimos la culpa al no cuidarnos sabiendo que no eran bue
¡Holaa! Un gusto poder volver a saludarlxs luego de unos largos días sin estar por acá. Les escribo esta nota para informarles el motivo de mi ausencia y por qué dejé el maratón que comencé el mes pasado a medias. Primero que nada les ofrezco una disculpa por ello, pues me fui sin dar explicación de nada y recién aparezco, pero si lo hice fue por problemas de salud. Tengo serios problemas con la cervical y columna, por lo que me vi muy delicada estos últimos días debido a un fuerte estrés, que cabe destacar, el mismo se reflejó en esas zonas. Por lo que los dolores y rigidez en la cervical, columna y cabeza me impedían siquiera poder levantarme. Pero bueno, gracias a los relajantes musculares que tomé y el reposo absoluto que tuve, ya me encuentro mucho mejor y gracias a ello estoy acá escribiendo esto. Quiero agradecer todo su apoyo y sobre todo los comentarios que dejaron en el último capítulo pidiendo más actualizaciones, de verdad que lloro de amor con ustedes. :3 Y bueno