Ya han pasado exactamente dos horas y aún me encuentro sumergida en esta bañera llena de agua helada, lo pequeños trozos de hielo que se encontraban algo grandes, ya estaban derretidos, ligeros rastros de vapor salían de la bañera y mi piel se veía aún más blanca con ligeros toques violetas, mis labios se movían juntos de arriba abajo, todo mi cuerpo se encontraba tiritando sumergido en mucho cansancio y dolor mental y corporal. ¿Ha llegado ya la hora de rendirme? Siento que no puedo ni hablar. Mi corazón me duele y el vacío que me consume es horrible, cansino y me destruye. Hace mucho tiempo que no lograba sentirme así, rota, inservible y débil. La Agnes que había logrado construir se está desmoronando poco a poco y ya siento que no queda mucho de ella, si no me entrego a las bajezas de Edward entonces mi alma se entregará al vacío de la muerte. — Te veo flojita Rachel, has que Agnes sienta el deseo de purificar su alma. Edward entrando a la habitación de nuevo, sentí la mano can
Varios meses han pasado desde que decidí entregarme a Edward, cuatro meses para ser exactos. Aún él no confía en mí, al menos no del todo, cree que podría escapar o atentar contra mi vida o la suya.Sé que estamos en algún lugar de Europa, solo que no sé con exactitud dónde. Hace tanto que no sé de nada del exterior, hace tanto tiempo que no sé de nada. Aunque haya pasado tanto tiempo siento que fue ayer todo lo que ha venido pasando y simplemente lo más valiente que me puedo permitir hacer es sentarme a un lado de la ventana mientras la nieve cae y con ella mis esperanzas de algún día salir de aquí. Allá afuera no tengo nada, ni mucho menos una familia que se preocupe por mi, pero vale todas las malditas penas tener libertad.Edward me impuso muchas reglas entre ellas la más importante de todas es que si yo le demuestro amor entonces él también me demostrará a mi, todo debe fluir mutuamente, todo debe ser igual. Debo sellar nuestro pacto con un beso, los demás encuentros llegarán con
Narra Mateo Amato.— ¿Cuánto tiempo ha pasado?Él bajó su vista y respondió:— Cuatro meses señor.La ira incrementando en mi interior.— ¿Dónde está mi madre? — Pregunte fríamente.— Ella se encuentra en Inglaterra, surgieron situaciones en Oxford y las está arreglando. Antes de que pregunte no se sabe nada de Wembley ni de la señora Agnes.— ¿Volverán a drogarme?Negó con su cabeza.>> Yo sabía que serían inútiles, además casi me matan ¿En qué estaban pensando? Inducirme un maldito coma, yo pude haberla encontrado apenas ese maldito se la llevó.— Su madre temía que usted hiciera lo mismo que hizo cuándo descubrió a la señorita Marilyn siendo infiel.— Todo el maldito tiempo han tenido la misma idea equivocada, yo por qué razón atentaría contra mi vida por una pobre mujer carente de principios como Marilyn. Ella va a enterarse de una maldita vez por todas que eso paso gracias a su marido.Mi cuerpo se sentía algo débil gracias a que hace cinco días había vuelto a la vida, mi madre h
— ¿A dónde vas?Su ceja levantada y una ligera sonrisa burlona en su rostro me dieron unas enormes ganas de darle una cachetada que le tumbara la perfecta y blanca dentadura que tiene y es que en si él condenado no es aborrecible para la vista.— Te comenté que quería ir a ver a mi doctor. Solo serán unas cuantas horas.Dije sentándome y colocando la pequeña cartera dónde llevaba mis documentos de identidad que por supuesto Edward me había devuelto a reposar en mis piernas.Suspiré.>> Sé que nuestro día llegará muy pronto y quiero que un doctor se encargue de verme antes de eso, además quiero aprovechar que estamos aquí para que mi doctora de confianza sea quién me vea.Me puse de pie, sentía náuseas no más de pensar o siquiera tener la idea de compartir una cama con él. Pero debo repetir mi mantra sagrado:Sí yo me lo creo, él también lo hará.Sonreí.— Amo que estés pensando en ese momento de los dos y claro, ve, hazte ver. Sólo no hagas nada estúpido.Él también se puso de pie y t
20 De Octubre, 10:15 am, Lancaster, Inglaterra. Consultorio de Ginecología A&W.Di un par de pasos más y me encontré con las enormes puertas corredizas que daban entrada al consultorio de Allison, me gire hacia el hombre que venía detrás de mí observando todo con intenso cuidado y le sonreí tierna y delicadamente.— Román puedes irte a tomar lo que desees, o a algún lugar que necesites. Acá estaré un largo rato— Mire la hora en el pequeño pero costoso reloj de pulsera que Edward me había dado y fingí estar calculando algo. — Sí, al menos una hora y media.— No hay ningún problema señorita, me quedaré aquí esperándola .Me acerqué a él peligrosamente quedando mi cabeza justo debajo de su mentón, era muy grande en realidad, él quiso alejarse pero lo tome de su chaqueta de cuero negra y le susurré con mi mejor voz empalagosa y chillona, casi un centímetro y medio como la de la víbora con peluca.— He visto como me miras Román, estaría más que gustosa de decirle a mi amado Edward como me
Junto con Ainara caminamos un poco hasta dar con un largo tubo de escape, llevaba a una parte en el estacionamiento del centro comercial.Por allí escaparemos juntas, una de las alarmas sonó, parecía a la de incendios así que Ainara de inmediato se acercó al tubo y tomó mi mano.— Ya está aquí. Debemos irnos ya Ness.Oí miedo en su voz.Le entendía a la perfección.Ella tiene quién la espere en casa, mi pequeña Alina y mi cuñado. Ahora mismo él ha de estar muerto del susto.— Tengo miedo Ainara, temo lastimar a mi bebé.— Caerás en un sitio adecuado. No les pasará nada.Asentí y tomé su mano, me ayudó a meter el primer pie dentro del tubo y luego el otro, sin pensarlo me deje caer.Suaves telas y esponjoso algodón me recibieron y Ainara tenía razón, no me dolió nada, aunque eso no significa que deje de temer por el bienestar de mi bebé.Me hice a un lado y de inmediato sentí un cuerpo caer, me giré esperando ver a mi hermana pero lo que vi me heló la sangre.— ¿Quién es usted?Tuve mi
De la espesa y vacía negrura sólo quedaba transparencia y voces lejanas, mi ser dentro de mí era un pequeño ovillo, un pimpollo que a pesar de estar en el comienzo de su vida le era inevitable estar marchito. Así estaba mi alma, desolada, desconsolada. Me negaba firmemente a abrir mis ojos, a enfrentar una vida sin él, simplemente no podría.No comprendo a veces las decisiones del Ser supremo que se encuentra arriba en el cielo, juro que no. Aunque no supe a ciencia cierta si Mateo me amaba o no, en sus ojos vi algo que hizo que mi corazón se calentará, su mirada era una totalmente llena de preocupación por mi, eso es un sentimiento.¿Cómo alguien podría preocuparse y entregarse a la muerte por ti si no siente nada? Es ilógico.Ahora no sé si me amaba, nunca sabré si en verdad me amaba. Él me lo dijo, me lo confesó ese terrible y a la vez maravilloso día en la cabaña, dijo que me amaba, pero la confusión me embarga y ahora no sé si todo eso sea cierto.Ahora mismo no sé dónde estoy,
— Vine porque eres mi hija Agnes, me preocupo por ti.Una risa amarga brotó de mi garganta.— Ahora sí soy tu hija, ¿Recuerdas cuándo te llamé? La última vez que te llamé exactamente. Si tu no lo recuerdas créeme que yo sí lo hago, recuerdo que ese día salí corriendo de las locuras de Edward y creí que quizás tal ves tu "como mi mamá" me apoyarias, que quizás vendrías corriendo a ayudarme, a cuidar de tu hija. — Dije con mi voz ronca y carrasposa, dolía en extremo hablar, dolía como el demonio pero tenía y debía sacarme todo el dolor que llevaba dentro, todo el resentimiento.Unas lágrimas en extremo falsas salieron de sus ojos.>> ¿No recuerdas mamá? Yo te juro que recuerdo muy bien, fue muy difícil ¿Sabes? Fue muy difícil encontrar un lugar dónde estar segura, encontrar un trabajo que me permitiera pagar mis estudios en la universidad y también un sitio dónde vivir, a eso sumale casi quedarme sin título después de haber luchado tanto gracias a que Edward era quién tenía mis document