Narra Mateo Amato.— ¿Cuánto tiempo ha pasado?Él bajó su vista y respondió:— Cuatro meses señor.La ira incrementando en mi interior.— ¿Dónde está mi madre? — Pregunte fríamente.— Ella se encuentra en Inglaterra, surgieron situaciones en Oxford y las está arreglando. Antes de que pregunte no se sabe nada de Wembley ni de la señora Agnes.— ¿Volverán a drogarme?Negó con su cabeza.>> Yo sabía que serían inútiles, además casi me matan ¿En qué estaban pensando? Inducirme un maldito coma, yo pude haberla encontrado apenas ese maldito se la llevó.— Su madre temía que usted hiciera lo mismo que hizo cuándo descubrió a la señorita Marilyn siendo infiel.— Todo el maldito tiempo han tenido la misma idea equivocada, yo por qué razón atentaría contra mi vida por una pobre mujer carente de principios como Marilyn. Ella va a enterarse de una maldita vez por todas que eso paso gracias a su marido.Mi cuerpo se sentía algo débil gracias a que hace cinco días había vuelto a la vida, mi madre h
— ¿A dónde vas?Su ceja levantada y una ligera sonrisa burlona en su rostro me dieron unas enormes ganas de darle una cachetada que le tumbara la perfecta y blanca dentadura que tiene y es que en si él condenado no es aborrecible para la vista.— Te comenté que quería ir a ver a mi doctor. Solo serán unas cuantas horas.Dije sentándome y colocando la pequeña cartera dónde llevaba mis documentos de identidad que por supuesto Edward me había devuelto a reposar en mis piernas.Suspiré.>> Sé que nuestro día llegará muy pronto y quiero que un doctor se encargue de verme antes de eso, además quiero aprovechar que estamos aquí para que mi doctora de confianza sea quién me vea.Me puse de pie, sentía náuseas no más de pensar o siquiera tener la idea de compartir una cama con él. Pero debo repetir mi mantra sagrado:Sí yo me lo creo, él también lo hará.Sonreí.— Amo que estés pensando en ese momento de los dos y claro, ve, hazte ver. Sólo no hagas nada estúpido.Él también se puso de pie y t
20 De Octubre, 10:15 am, Lancaster, Inglaterra. Consultorio de Ginecología A&W.Di un par de pasos más y me encontré con las enormes puertas corredizas que daban entrada al consultorio de Allison, me gire hacia el hombre que venía detrás de mí observando todo con intenso cuidado y le sonreí tierna y delicadamente.— Román puedes irte a tomar lo que desees, o a algún lugar que necesites. Acá estaré un largo rato— Mire la hora en el pequeño pero costoso reloj de pulsera que Edward me había dado y fingí estar calculando algo. — Sí, al menos una hora y media.— No hay ningún problema señorita, me quedaré aquí esperándola .Me acerqué a él peligrosamente quedando mi cabeza justo debajo de su mentón, era muy grande en realidad, él quiso alejarse pero lo tome de su chaqueta de cuero negra y le susurré con mi mejor voz empalagosa y chillona, casi un centímetro y medio como la de la víbora con peluca.— He visto como me miras Román, estaría más que gustosa de decirle a mi amado Edward como me
Junto con Ainara caminamos un poco hasta dar con un largo tubo de escape, llevaba a una parte en el estacionamiento del centro comercial.Por allí escaparemos juntas, una de las alarmas sonó, parecía a la de incendios así que Ainara de inmediato se acercó al tubo y tomó mi mano.— Ya está aquí. Debemos irnos ya Ness.Oí miedo en su voz.Le entendía a la perfección.Ella tiene quién la espere en casa, mi pequeña Alina y mi cuñado. Ahora mismo él ha de estar muerto del susto.— Tengo miedo Ainara, temo lastimar a mi bebé.— Caerás en un sitio adecuado. No les pasará nada.Asentí y tomé su mano, me ayudó a meter el primer pie dentro del tubo y luego el otro, sin pensarlo me deje caer.Suaves telas y esponjoso algodón me recibieron y Ainara tenía razón, no me dolió nada, aunque eso no significa que deje de temer por el bienestar de mi bebé.Me hice a un lado y de inmediato sentí un cuerpo caer, me giré esperando ver a mi hermana pero lo que vi me heló la sangre.— ¿Quién es usted?Tuve mi
De la espesa y vacía negrura sólo quedaba transparencia y voces lejanas, mi ser dentro de mí era un pequeño ovillo, un pimpollo que a pesar de estar en el comienzo de su vida le era inevitable estar marchito. Así estaba mi alma, desolada, desconsolada. Me negaba firmemente a abrir mis ojos, a enfrentar una vida sin él, simplemente no podría.No comprendo a veces las decisiones del Ser supremo que se encuentra arriba en el cielo, juro que no. Aunque no supe a ciencia cierta si Mateo me amaba o no, en sus ojos vi algo que hizo que mi corazón se calentará, su mirada era una totalmente llena de preocupación por mi, eso es un sentimiento.¿Cómo alguien podría preocuparse y entregarse a la muerte por ti si no siente nada? Es ilógico.Ahora no sé si me amaba, nunca sabré si en verdad me amaba. Él me lo dijo, me lo confesó ese terrible y a la vez maravilloso día en la cabaña, dijo que me amaba, pero la confusión me embarga y ahora no sé si todo eso sea cierto.Ahora mismo no sé dónde estoy,
— Vine porque eres mi hija Agnes, me preocupo por ti.Una risa amarga brotó de mi garganta.— Ahora sí soy tu hija, ¿Recuerdas cuándo te llamé? La última vez que te llamé exactamente. Si tu no lo recuerdas créeme que yo sí lo hago, recuerdo que ese día salí corriendo de las locuras de Edward y creí que quizás tal ves tu "como mi mamá" me apoyarias, que quizás vendrías corriendo a ayudarme, a cuidar de tu hija. — Dije con mi voz ronca y carrasposa, dolía en extremo hablar, dolía como el demonio pero tenía y debía sacarme todo el dolor que llevaba dentro, todo el resentimiento.Unas lágrimas en extremo falsas salieron de sus ojos.>> ¿No recuerdas mamá? Yo te juro que recuerdo muy bien, fue muy difícil ¿Sabes? Fue muy difícil encontrar un lugar dónde estar segura, encontrar un trabajo que me permitiera pagar mis estudios en la universidad y también un sitio dónde vivir, a eso sumale casi quedarme sin título después de haber luchado tanto gracias a que Edward era quién tenía mis document
¿Dónde estoy? Mi cabeza duele a montones, me levanto un poco de la cama y lo que veo a mi alrededor me da un poco de pánico, recuerdo haber estado en una cama de hospital, no aquí.Las paredes son blancas con flores pintadas en color dorado, hay una pequeña mecedora en un rincón de la habitación, en lugar de una pared, frente a mi hay un enorme ventanal que está tapado con cortinas doradas.En la pared de al lado se encuentran tres puertas, supongo que una de esas es el baño. Intento ponerme de pie, la cosa es que siento que mis pies pesan horrores y mi cuerpo entero se tambalea. Tengo mucha sed.Veo a un lado de la mesita y ahí se encuentran dos jarras, una con agua y la otra con lo que intuyo es jugo de naranja. Me acerco y tomo el vaso y lo llenó de agua, la tomó de un solo trago y solo se viene el vómito inminente. Escucho varios pasos acercarse y mis sentidos de alerta se encienden con demasía.Dejo mi cabeza gacha y es entonces cuándo al fin la puerta se abre, no sé qué haré si
Ha pasado un largo y extenso mes en el que, ¡Dios! Han pasado muchas cosas. He ido ya varias veces a checar mi embarazo, por todos los controles prenatales perdidos, me ha tocado ponerme en orden en muchísimas cosas. El doctor me aseguró que mi bebé está bien, a pesar de todos los eventos traumáticos por los que he pasado. no sé porque pero mi pequeño bip es lo único que se siente bien, es lo único que se siente realmente bien. Ya tengo ocho meses y mi barriga ha crecido mucho, me estoy alimentando mejor y el doctor comentó que eso había hecho su buena contribución."Mi relación" con Theo es lejana, casi que inexistente. No puedo verme en una relación sentimental con él, no después que la última vez que lo vi había puesto una barrera entre él y yo, al menos lo que recuerdo. Él lo ha intentado, él ha intentado formar algo entre ambos pero yo no he podido en realidad formalizar nada. No lo siento correcto, lo que alguna vez sentí por él ya no es más, hace mucho tiempo que ya no es más.