¿Qué dice él?¿Que me ha amado?¿Qué es lo que pasa?— Mateo, ¿De qué hablas?Mis manos y corazón sudaban muchísimo y mi corazón parecía que en cualquier momento se saldría de mi pecho.— De lo que debí hablarte desde el primer instante que llegué a la sucursal.Su semblante se tornó serio.>> Yo sabía que en tu sucursal no sucedía nada, de hecho yo ya había digamos que resuelto una gran parte del problema del desprestigio y la tergiversación de fondos.Una creciente y fuerte rabieta se formaba en mi interior.— ¿Qué tú qué?Cómo por inercia retrocedí, pero, Mateo fue mucho más rápido y me detuvo.— Agnes, puedo explicarte el porqué… Sólo, escúchame ¿Si?No quería hacerlo, no quería escucharlo, pero de igual manera asentí.>> ¿Recuerdas aquél evento al que asististe en Oxford?Lo mire y de nuevo asentí, claro que recuerdo. Es un evento el cuál se celebra cada año en cualquier parte del mundo dónde haya una de las sucursales de la empresa. Se escoge el lugar mediante una lotería, cada
— ¿Por qué esperé tanto?—¿Es malo? - Pregunte visiblemente asustada.Él negó.— Dios Agnes, ¿Cómo va a ser malo? ¿Entiendes que marcaré tu vida? Más nunca podrás sacarme de ella.— Y-yo, no quisiera sacarte de ella.Y es que era verdad, era así ya no podía posponer lo obvio. Yo amo a Mateo, ¡Dios claro que sí! .Y eso fue todo, mis manos se fueron a su camisa temblorosas e inexpertas, no sin antes quitar su saco, desabroche con prisa todo y cada uno de los botones bajo la atenta mirada de mi florecita, sí mí, no entiendo en qué momento pasó pero no puedo ignorar que deseo esto.Su torso quedó desnudo y su boca poseyó la mía en un beso intenso, sus besos bajaron por mi cuello, siguiendo al comienzo de mis pechos para luego atacar uno de mis pezones con su boca y el otro con su mano pellizcando.Ya me encontraba envuelta en placer nuevamente, mis gemidos resonaban en toda la estancia. Los besos de Mateo fueron descendiendo hasta llegar a mi abdomen.— Voy a liberarte Agnes.Su voz sona
Ya había amanecido cuándo decidí levantarme de la cama, me encontraba aún un poco adolorida, pero un dolor placentero y soportable. Mateo se encontraba de espaldas y dormido, sentí hambre y decidí que haría un rico platillo. Me siento algo extraña, sí bien sé que hace rato había dicho que jamás y nunca caería en las garras de Mateo incluso llegue a decir que le odiaba.Pero es que la vida suele ser así, las cosas llegan cuándo menos uno se lo espera, más los sentimientos que son energías inesperadas e incomprensibles algunas veces , sí decidí entregarme a Mateo fue porque en verdad así lo deseaba, es difícil explicar toda esa calentura y revolución interna que siento cuándo simplemente lo tengo cerquita de mi.Me puse de pie y al ver nuevamente a la cama visualice un rastro de sangre, me sentí morir de vergüenza. ¿Cómo es que pasó algo así? Volví a sentarme en el sitio dónde se encontraba la mancha sin saber qué hacer. Veo tutoriales en Youtube pero eso no significa que sea tan sabion
— No sabes cuánta falta me hiciste.Mi mente se encontraba en blanco, ni un mal pensamiento rondaba por ella. Mi vista se encontraba fija en mis manos, algunas lágrimas de vez en cuando caían en ellas y sólo podía juguetear hasta que simplemente se secaran.Un nombre y unos hermosos ojos azules se paseaban de vez en cuando por los confines de mi mente buscando mi pérdida mirada y la atención de mis pensamientos, sólo ignoraba que estaban ahí, pidiendo a gritos que los recordará. No sería capaz de vivir con el dolor de los recuerdos.>> Llevas tres días aquí y has sido incapaz de dirigirme la palabra. ¿No me extrañabas?Otra lágrima surcó mi rostro acompañada de algunas gotitas de agua que se deslizaban desde mi cabello a mi cara. De nuevo había sido sometida a una limpieza, el ser frente a mí intentaba con todas sus fuerzas borrar la mancha que llevaba en mi piel, una que jamás podría borrar ya que iba impregnada en mi alma.>> Si no me vas a hablar entonces enviaré a que te bañen de
Ya han pasado exactamente dos horas y aún me encuentro sumergida en esta bañera llena de agua helada, lo pequeños trozos de hielo que se encontraban algo grandes, ya estaban derretidos, ligeros rastros de vapor salían de la bañera y mi piel se veía aún más blanca con ligeros toques violetas, mis labios se movían juntos de arriba abajo, todo mi cuerpo se encontraba tiritando sumergido en mucho cansancio y dolor mental y corporal. ¿Ha llegado ya la hora de rendirme? Siento que no puedo ni hablar. Mi corazón me duele y el vacío que me consume es horrible, cansino y me destruye. Hace mucho tiempo que no lograba sentirme así, rota, inservible y débil. La Agnes que había logrado construir se está desmoronando poco a poco y ya siento que no queda mucho de ella, si no me entrego a las bajezas de Edward entonces mi alma se entregará al vacío de la muerte. — Te veo flojita Rachel, has que Agnes sienta el deseo de purificar su alma. Edward entrando a la habitación de nuevo, sentí la mano can
Varios meses han pasado desde que decidí entregarme a Edward, cuatro meses para ser exactos. Aún él no confía en mí, al menos no del todo, cree que podría escapar o atentar contra mi vida o la suya.Sé que estamos en algún lugar de Europa, solo que no sé con exactitud dónde. Hace tanto que no sé de nada del exterior, hace tanto tiempo que no sé de nada. Aunque haya pasado tanto tiempo siento que fue ayer todo lo que ha venido pasando y simplemente lo más valiente que me puedo permitir hacer es sentarme a un lado de la ventana mientras la nieve cae y con ella mis esperanzas de algún día salir de aquí. Allá afuera no tengo nada, ni mucho menos una familia que se preocupe por mi, pero vale todas las malditas penas tener libertad.Edward me impuso muchas reglas entre ellas la más importante de todas es que si yo le demuestro amor entonces él también me demostrará a mi, todo debe fluir mutuamente, todo debe ser igual. Debo sellar nuestro pacto con un beso, los demás encuentros llegarán con
Narra Mateo Amato.— ¿Cuánto tiempo ha pasado?Él bajó su vista y respondió:— Cuatro meses señor.La ira incrementando en mi interior.— ¿Dónde está mi madre? — Pregunte fríamente.— Ella se encuentra en Inglaterra, surgieron situaciones en Oxford y las está arreglando. Antes de que pregunte no se sabe nada de Wembley ni de la señora Agnes.— ¿Volverán a drogarme?Negó con su cabeza.>> Yo sabía que serían inútiles, además casi me matan ¿En qué estaban pensando? Inducirme un maldito coma, yo pude haberla encontrado apenas ese maldito se la llevó.— Su madre temía que usted hiciera lo mismo que hizo cuándo descubrió a la señorita Marilyn siendo infiel.— Todo el maldito tiempo han tenido la misma idea equivocada, yo por qué razón atentaría contra mi vida por una pobre mujer carente de principios como Marilyn. Ella va a enterarse de una maldita vez por todas que eso paso gracias a su marido.Mi cuerpo se sentía algo débil gracias a que hace cinco días había vuelto a la vida, mi madre h
— ¿A dónde vas?Su ceja levantada y una ligera sonrisa burlona en su rostro me dieron unas enormes ganas de darle una cachetada que le tumbara la perfecta y blanca dentadura que tiene y es que en si él condenado no es aborrecible para la vista.— Te comenté que quería ir a ver a mi doctor. Solo serán unas cuantas horas.Dije sentándome y colocando la pequeña cartera dónde llevaba mis documentos de identidad que por supuesto Edward me había devuelto a reposar en mis piernas.Suspiré.>> Sé que nuestro día llegará muy pronto y quiero que un doctor se encargue de verme antes de eso, además quiero aprovechar que estamos aquí para que mi doctora de confianza sea quién me vea.Me puse de pie, sentía náuseas no más de pensar o siquiera tener la idea de compartir una cama con él. Pero debo repetir mi mantra sagrado:Sí yo me lo creo, él también lo hará.Sonreí.— Amo que estés pensando en ese momento de los dos y claro, ve, hazte ver. Sólo no hagas nada estúpido.Él también se puso de pie y t