Él me va a escuchar. ¿Como es posible que sea tan ogro? Me saca de mis casillas.Antes de que fuese a hacer otro de sus espectáculos molestos decidí que sería mejor ir y subirme al auto.— Tan linda señorita Bachelet, cuándo hace las cosas cuándo se le indican.— Las haría mucho mejor y cuando se me piden, si al menos la persona que solicita tuviese tantos modales así como le sobra el dinero.—¿Ahh sí? …Preguntó.Antes de seguir hablando una voz molesta resonó por todo el vacío estacionamiento interrumpiendo lo que tenía por decir. Su postura se volvió tensa y antes de darle tiempo a la persona allí afuera de echar su mirada dentro del auto, él se salió dando un portazo al lindo Mercedes.Siempre pasa eso, siempre algo o alguien interrumpe los momentos importantes donde me imagino una buena retahíla de cosas por decir, y cuando digo buena es buena.— ¡Osito grandulón!Desde dentro del auto pude ver a una chica super alta, de cabello corto de un color dorado, con unos rizos muy lindos
El almuerzo transcurrió normal, sin más acontecimientos inesperados y sin momentos embarazosos.La tierna florecita de verano se ofreció a llevarme a mi departamento y no me negué, también quedó en que pasaría por mi por la mañana ya que mi pobre Romi quedó en el estacionamiento de la empresa.Al llegar a mi dulce hogar me dispuse a quitar mi ropa para así entrar al baño a darme una buena ducha.Hice todo con toda la tranquilidad del mundo, no tenía afán ni carreras.Al terminar salí a la pequeña sala y saqué de la nevera una botella de vino del supermercado, mi favorito. Servi un poco en una copa y tomé asiento en uno de los sofás.Busqué mi teléfono en mi bolsa y me dispuse a llamar a mi hermana.*En La Llamada*— Pequeña mocosaLa voz de mi hermana de inmediato me hizo sentirme relajada y a gusto.Solté una risita por lo bajo y le hable:— Hola tú.. ¿Mocosa yo? Tú naciste después de mí. ¿Dónde está mi querida Alina? ¿Ya duerme?— Sí, sí… ya duerme. Fueron solo cinco segundos, no al
¡Dios santo! No quiero pararme. La noche de anoche se tornó larga gracias a ciertos mensajes con el señor Don Mateo. No puedo evitar sentir tanta vergüenza y creo que será peor cuándo llegué a la oficina y tenga que pasar el día entero viéndole.Si bien en los mensajes no hubo nada del otro mundo, ni mucho menos nada caliente pero, sí hubieron dobles sentidos. Mateo es un loquillo.Me levanto de la cama en contra de toda mi voluntad y me dispongo a organizarme para el trabajo.Anoche no pude evitar sentir de nuevo esa ponzoñita de decepción al hablar con Mateo y que él me llamara por el nombre de mi hermana, sé que al momento de arreglar al fin mi problema de identidad tendré que abandonar mi trabajo. Ese que hasta ahora amo y estoy dedicada a el.Lo único bueno es que será un nuevo comienzo y siempre he dicho que las primeras cosas son buenas e inolvidables. Nuevo comienzo, nueva vida y por supuesto nuevas cosas.Debo apresurarme dentro de poco llegará la florecita por mí y no quisie
Con mis manos apoyadas en el volante de mi querida Romi, lloró. Mis lágrimas mojan de más las mangas de mi camisa.Maldito.Quién sabe desde cuándo no lo sabría, y yo como una estúpida, jugando su juego. Me dispongo a prender a Romi y vaya sorpresa, no prende.Maldita sea Romi.Prende, por favor.Pude ver a Palmer acercarse a mí desde el retrovisor, supe que pasaría si no lograba irme ahora mismo.Prende Romi. Te lo suplico linda.Palmer estaba cada vez más cerca, pude ver que traía un sobre en su mano. Romi nunca prendió y él me alcanzó.— Señorita Bachelet, necesito que salga del coche. Debo entregarle un mensaje.No pude aguantar la frustración y empujé mi cabeza fuerte contra el volante. Me di fuerte, me arrepentí.>> No la dejaré salir de la empresa hasta que se baje del auto y me reciba el sobre y el mensaje que debo darle.Limpie mis lágrimas y con mi cara de culo bien montada me baje del auto.— ¿Qué quiere?— Señorita, mi intención no es incomodarla.Sentí pena por el hombre
— ¿Acaso no me van a contar nada?Mi hermana se encontraba abrazada a su esposo, él tenía cara de pena y ella su cara empapada en llanto. Me dolía no saber que era lo que pasaba, pero más me dolía ver a mi hermana llorar. No sé si alguna vez alguien ha oído algo acerca de la conexión entre gemelos y la verdad es que eso más allá de ser un mito es muy cierto.Siempre cada una puede sentir el dolor de la otra, la alegría de la otra, es algo que simplemente fluye. Algo difícil de explicar, quizás piensen que es ficción pero, ella y yo sabemos que es realidad. Estamos muy conectadas.Entre nosotras nunca ha existido algo como la rivalidad o los secretos, somos incapaces de hacernos algún tipo de daño. Es por eso que verle así me duele, me cala los huesos.>> No se queden callados por favor, sea lo que sea prometo afrontarlo como una adulta responsable que soy.Dije secando mis lágrimas.— Creo que será mejor decirle de una vez.Mi cuñado le susurró a mi hermana y está se seguía negando a
— Agnes, aparte de que debes aceptar a Theo como tú guardaespaldas. Queremos contarte que nos tomamos el atrevimiento de hacer eso que por los evidentes problemas has pospuesto.Artemis con su voz gruesa y autoritaria. Me extendió una pequeña libreta azul rey y una bolsita negra.>>Ten.Al tomar lo que me estaba dando, de inmediato supe de que se trataba. Eran mis documentos, aquellos por los cuáles me encontraba en una mala situación ahora mismo y a punto de ponerme patitas en la cárcel.Aunque sentía que ya no tenía más lágrimas que soltar, una rodó por mi mejilla. Mi hermana de inmediato se acercó a mí y me abrazo.— Ya no tienes porque esconderte, ya no tienes que entregarle tus méritos, trabajos y esfuerzos a mi nombre. Ya vuelves a ser Agnes, al menos frente al mundo.Lágrimas tras lágrimas rodaban por mis mejillas.—… Dios… Gracias a ambos. — Dije con mi voz entrecortada.No podía decirles que no me encontraba nada feliz con esto, solo callar.— Shhhh… ¿Vamos a almorzar?Mi her
— ¿Tía me cuentas un cuento?— Claro que sí mi amor.— El de la princesa que tuvo bebés gemelos tía, por favor.Asentí.— Érase una vez….Media hora después y una tierna niña dormida.>> Y fin…La arrope de forma que quedará calentita, deje un beso en su frente y me salí de su habitación. Las luces del pasillo se encontraban tenues, la blancura de las paredes lo hacían ver un poco más claro. La puerta doble de la habitación de mi hermana estaba cerrada así que eso indicaba que ya estaban dormidos.Solté la respiración que estaba conteniendo y con sumo cuidado de no hacer ruido bajé las escaleras que llevaban al recibidor. Casi me caigo del susto cuándo el cuerpo de Theo se encontraba tendido en el sofá con un libro de finanzas en su mano.Ya estaba dormido y es que ya eran las 12:00am, quizás su día fue largo. Entré al pequeño depósito que estaba en una puerta detrás de la puerta de la cocina y saqué una manta. Con cuidado lo arrope.Volví a la cocina y tomé mis tacones, jajaja yo amo
Y aquí me encontraba en mi habitación, pensando, pensando que si el destino no fuese tan bromista conmigo justo ahora estaría en una fría y fétida celda y no aquí en la comodidad de mi cama.Es que solo a mi y al pato Lucas nos pasan tantas desgracias. Creo que en la cara en lugar de tener cejas, ojos y boca como la gente normal tengo es un cartel que dice: ¡Ven vida haz lo que quieras conmigo! O ¡Ven, juega conmigo!Estoy más salada que las partes íntimas de la sirenita, en realidad. En fin.Muy lejos de mis patéticas tragedias, justo ahora a las tres de la madrugada me estoy debatiendo si ir o no a "mi trabajo", sí, entre comillas.Primero mi querido jefe me degrado de puesto, ahora seré precisamente su asistonta y no cualquier asistente de cualquier persona con un rango alto si no precisamente de él. Eso me caga en la madre.Segundo me humilló (aunque no me importo) yo como mujer sé lo que valgo y en realidad que un pendejo de papi y mami me diga que no se quiere acostar conmigo o