— Agnes, aparte de que debes aceptar a Theo como tú guardaespaldas. Queremos contarte que nos tomamos el atrevimiento de hacer eso que por los evidentes problemas has pospuesto.Artemis con su voz gruesa y autoritaria. Me extendió una pequeña libreta azul rey y una bolsita negra.>>Ten.Al tomar lo que me estaba dando, de inmediato supe de que se trataba. Eran mis documentos, aquellos por los cuáles me encontraba en una mala situación ahora mismo y a punto de ponerme patitas en la cárcel.Aunque sentía que ya no tenía más lágrimas que soltar, una rodó por mi mejilla. Mi hermana de inmediato se acercó a mí y me abrazo.— Ya no tienes porque esconderte, ya no tienes que entregarle tus méritos, trabajos y esfuerzos a mi nombre. Ya vuelves a ser Agnes, al menos frente al mundo.Lágrimas tras lágrimas rodaban por mis mejillas.—… Dios… Gracias a ambos. — Dije con mi voz entrecortada.No podía decirles que no me encontraba nada feliz con esto, solo callar.— Shhhh… ¿Vamos a almorzar?Mi her
— ¿Tía me cuentas un cuento?— Claro que sí mi amor.— El de la princesa que tuvo bebés gemelos tía, por favor.Asentí.— Érase una vez….Media hora después y una tierna niña dormida.>> Y fin…La arrope de forma que quedará calentita, deje un beso en su frente y me salí de su habitación. Las luces del pasillo se encontraban tenues, la blancura de las paredes lo hacían ver un poco más claro. La puerta doble de la habitación de mi hermana estaba cerrada así que eso indicaba que ya estaban dormidos.Solté la respiración que estaba conteniendo y con sumo cuidado de no hacer ruido bajé las escaleras que llevaban al recibidor. Casi me caigo del susto cuándo el cuerpo de Theo se encontraba tendido en el sofá con un libro de finanzas en su mano.Ya estaba dormido y es que ya eran las 12:00am, quizás su día fue largo. Entré al pequeño depósito que estaba en una puerta detrás de la puerta de la cocina y saqué una manta. Con cuidado lo arrope.Volví a la cocina y tomé mis tacones, jajaja yo amo
Y aquí me encontraba en mi habitación, pensando, pensando que si el destino no fuese tan bromista conmigo justo ahora estaría en una fría y fétida celda y no aquí en la comodidad de mi cama.Es que solo a mi y al pato Lucas nos pasan tantas desgracias. Creo que en la cara en lugar de tener cejas, ojos y boca como la gente normal tengo es un cartel que dice: ¡Ven vida haz lo que quieras conmigo! O ¡Ven, juega conmigo!Estoy más salada que las partes íntimas de la sirenita, en realidad. En fin.Muy lejos de mis patéticas tragedias, justo ahora a las tres de la madrugada me estoy debatiendo si ir o no a "mi trabajo", sí, entre comillas.Primero mi querido jefe me degrado de puesto, ahora seré precisamente su asistonta y no cualquier asistente de cualquier persona con un rango alto si no precisamente de él. Eso me caga en la madre.Segundo me humilló (aunque no me importo) yo como mujer sé lo que valgo y en realidad que un pendejo de papi y mami me diga que no se quiere acostar conmigo o
— ¿Qué es lo que pasa?Mi jefe salió de la oficina, vestía un pantalón de vestir de color mostaza que se adhería muy muy bien a sus músculos inferiores bien marcados y tonificados y es que la florecita tenía unas nalgas que ni yo con mil operaciones y una vida entera en un gimnasio podría conseguir, una camisa de mangas largas y abotonada solo hasta el comienzo de su pecho. Él se veía de infarto.Al darme cuenta que lo estaba mirando de más, recordé que estaba en la fase de actuación. Como si fuese una pobre mujer moribunda mi cabeza se fue a un lado mis brazos caídos cada uno a los lados de mi cuerpo hacían toda la escena aún más creíble.No sé por qué razón motivo o circunstancia sentí una espinita al ver que mi jefe tenía sus pantalones desabrochados y su cabello despeinado, su boca justo en la comisura tenía rastros de algún labial rojo barato.Bueno no sé si era barato… Dios a veces no sé porque pienso cosas así.Él al verme tirada en el ascensor con mi actuación de moribunda por
Mis ojos tardan en acostumbrarse a la luz.— ¿Dónde... estoy?Pregunté con mucha dificultad. Con cuidado moví mi cabeza a un lado viendo así un reloj digital cuadrado, observe la hora y eran exactamente la una de la tarde. Eso fue un detonante.>> ¡Dios Padre Santo de la Creación! Perdí el día.Exclamó de golpe mientras me pongo de pie, cosa que fue muy mal haberla hecho porque de inmediato sentí un mareo que me robó hasta los sentidos.Unos brazos fuertes me sostuvieron impidiendo que me cayera.— Señorita Bachelet, aún se encuentra muy débil. Aparte de débil también es torpe.Su voz, esa voz la conozco.>> Se desmayó temprano, el doctor de la empresa vino a verla y dijo que tuvo un ataque de ansiedad. Le suministró un medicamento y dijo que cuándo despertará usted estaría mejor, no fue muy grave.Con una de sus manos tomó las mías, con su otra mano libre tocó mi cabeza. Yo solo podía verlo embobada.>> No tiene fiebre así que sí está mejor.Sus ojos miraban mis labios y yo en un act
Y sí, los meses habían pasado. Ya estábamos en diciembre. Yo había vuelto a quedar al mando de la empresa, solo Lara y algunas otras personas sabían respecto a los cambios para conmigo.Y mi jefe se había ido.Al menos pude contarle un poco a Lara de lo de mi identidad, obviamente sin ahondar mucho en el tema ya que es algo sensible para mí. Pero me sentí bien al hacerlo, al contarle y al principio se sintió algo ofendida, lo bueno fue que se le pasó rápido y ahora almorzamos juntas y hacemos algunas cosas juntas.No sabía si quizás él regresaría, quizás no. Yo sólo estaba esperando a que mi contrato terminará, me voy a retirar de la empresa. Yo no puedo quedarme aquí después de todo ese problema de mi identidad, simplemente eso serían problemas seguros.Yo sólo quiero un poco de paz, es algo que mi estabilidad mental me pide a gritos.Estamos en el mes de diciembre y este mes solo trae tristezas a mi corazón, yo creo que es el mes en el que todo es una pesadilla recurrente.Mi jefe s
Cuándo pensé que los problemas se habían acabado, pasa esto. Ayer después de encontrarme con él en la salida del ascensor, almorzamos juntos ya que me invitó a un restaurante fuera de la empresa.Me enteré que él había vuelto porqué Lara le había dicho del problema que se nos presentaría hoy con la prensa, todos los malditos titulares de casi todas las revistas de economía del país decían que en la cabeza de una de las sucursales de exportación de petróleo una mujer con papeles falsos estaba al mando.¿Lo peor?Pues lo peor es que el foco está centralizado en la empresa, porque la prensa asegura que los de alto rango en la empresa sabían de este fiasco que yo le estaba haciendo a la empresa y aún así me dejaron aquí, además que así como me habían dejado estar con documentos falsos también estábamos implicados en la tergiversación de fondos . Aparte que para mi eso era en extremo peligroso, mi integridad está en peligro y mi hermana también está implicada, esto nos daña a todos porque
— ¡Ya basta!Mi grito salió firme, chillón y ensordecedor. Justo lo que quería.>> ¿Qué es lo que les sucede? Primero que nada Sebastián te pedí de buenas maneras que te alejaras y segundo debes respetar a tú esposa, nunca te di alas de nada y la primera vez que te vi estaba casi drogada gracias a ese medicamento que me habían colocado.Él me miraba resentido.Gire mi vista hacia mí jefe, el ser que me había besado y después se había ido como si nada hubiese pasado. Si él reaccionó así yo lo haré igual, nada paso.Ese beso no existió, así que con voz dura y fría me dirijo a él:>> Y a usted señor Mateo le digo el tercer punto, yo no soy de usted, yo no soy de nadie. Hasta dónde sé Agnes es del pueblo y para el pueblo.Este soltó la respiración que llevaba contenida y con esa maldita y segura elegancia que siempre portaba acomodó su traje y tomó asiento en una de las sillas frente a mi escritorio.El toque ligero y apenado en la puerta interrumpió aquello que fuera que tenía por decirm