Parte 1...

Mucha gente tiene miedo de volar, pero el miedo de Nathaly era esa gran cantidad de agua debajo de ellos. A pesar de ser un océano de un azul increíble, no se sentía bien y menos dentro de una lata de hierro.

El helicóptero volaba demasiado cerca del mar para su gusto. Su frente estaba sudando y su corazón latía con fuerza. Quería gritarle al piloto que subiera más alto.

Parecía que en cualquier momento alguna ola golpearía la puerta del helicóptero. La sensación era horrible, le pesaba en la nuca.

— Si mantienes los ojos cerrados, te vas a perder una de las mejores vistas de Grecia - él dijo, divertido por el nerviosismo de ella — Abre los ojos, ya casi llegamos - le tocó la rodilla.

Ella tenía muchas ganas de decir algo, pero estaba más preocupada por controlar el pánico que comenzaba a acumularse. Su corazón latía tan fuerte que podía sentir los latidos en su garganta.

Tragó saliva y mantuvo los ojos cerrados incluso cuando sintió que él tocaba su rodilla.

El no sabía la