Vania Cooper

Mis pasos eran decididos mientras caminaba por la recepción del edificio en dónde se encontraba mi marca instalada.

Las miradas de inmediato se posaron en mi persona, pero no me molesté en verificar quien me estaba mirando, estaba lo suficientemente apurada como para dirigirme directamente al ascensor y presionar el piso del taller.

En estos momentos ya debían de encontrarse ahí todos los diseñadores que habían fabricado sus diseños para presentármelos.

Estaba algo ansiosa, pues esta era la pieza central del desfile y lo que haría ascender a la marca y si no estaba bien, no quería imaginar el fracaso rotundo que sería esto.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron mis pasos fueron rápidos mientras ingresaba del todo en el taller en dónde los maniquíes ocupaban casi todo el espacio y sus diseñadores estaban junto a ellos, algunos luciendo ligeramente nerviosos y otros luciendo orgullosos de lo que habían hecho.

Pero el que había sido el diseñador en jefe mantuvo su rost