Colton ClintonMe dolía físicamente estar alejado de Vania. Su lado de la cama amanecía frío y las sábanas solo me cubrían a mí cuando claramente una semana atrás había mantenido su cuerpo desnudo debajo de ellas.Su olor me rodeaba volviéndome casi loco de desesperación. Pero le di su espacio. Ambos sabíamos que no era mi jodida culpa que Lilian me prohibiera rotundamente decirle a su amiga que se había acostado conmigo.Quise hacerlo cuando me enteré, pero no era del todo mi secreto para revelar. Y el que la mamá de Clay, Lisina, estuviera tentando a su suerte queriendo romper lo poco que había construido tras su partida, estaba muy equivocada si creía que se lo permitiría.Este día estaba lleno de orgullo por todo lo que Vania había logrado armar en el poco tiempo que llevaba como dueña y jefa de la marca que le había entregado. Y los accionistas se habían maravillado con lo rápido que estaba subiendo el valor de sus acciones.Después de esta noche su futuro despegaría y tendría su
Vania Cooper Mis pasos eran lentos y algo precavidos mientras salía de la parte trasera de la pasarela en dónde me mentalicé por un par de minutos que tendría que salir a desafilar alrededor de los invitados para que pudieran apreciar el traje de más cerca y para mezclarme con ellos en la fiesta posterior al evento principal.Aquí, en esta sala se conocerían muchas personas importantes y probablemente nuevas alianzas saldrían de aquí.Aquí podrían estar mis nuevas competencias, que no se habían dado cuenta de cuanto les podía proporcionar el mundo de la moda. Pero eso no em amedrentaba, ellos tendrían que observar y aprender mientras yo seguía creciendo.Si bien esto había sido nuevo para mí, me había propuesto impulsarme todo lo que pudiera y lo logré. De alguna loca forma la pasarela fue un éxito y ya me habían informado de la compra de muchos de los productos que aun portaban las modelos.Al salir una multitud de aplausos me recibió y sonreí sin poder evitarlo. La sensación de sat
Vania CooperAl llegar a casa fue imposible sacar mis manos de su cuerpo, pero lo soporté por unos minutos antes de moverme hacia la habitación de Clay.La cocinera se había ofrecido para cuidarlo mientras ambos estábamos fuera, pero al ser tan tarde las luces de su habitación estaban apagadas y él se encontraba profundamente dormido. Su respiración era lenta y acompasada y su rostro se mostraba tranquilo, por lo que estaba tiendo un buen sueño.Sin querer despertarlo salí de la habitación con pasos lentos y sin hacer ruido para cerrar la puerta detrás de mí.Colton estaba recostado de la pared del pasillo observándome intensamente con los brazos cruzados.Mis piernas se volvieron de gelatina y tuve que respirar profundo antes de comenzar a caminar lejos de la puerta de Clay. Sin embargo, no me detuve en mi puerta por primera vez en días, sino que continué mi caminata hacia su puerta sintiendo su mirada clavada en mí.No se había movido, pero sabía a dónde iba y por qué. Así que no me
Vania Cooper Estaba de rodillas sobre la cama mientras Colton secaba su cabello. Yo había secado el mío con una toalla superficialmente sin preocuparme realmente si goteaba o no, otras partes de mí estaban goteando y él no parecía prestarle atención. Pero que me condenaran si no me gustaba estaba faceta de él. Cuando estábamos en el dormitorio él se convertía en esto, un hombre demandante que estaba consciente de cuales eran sus necesidades básicas. Sus movimientos eran calculados y todos estaban creados para hacerme caer en la más dulce de las torturas sexuales. Suspirando esperé mientras la toalla alrededor de su cintura me estorbaba la vista, pero no diría nada, al menos no todavía. —Te vez hermosa de rodillas —atinó descubriendo sus dientes en una sonrisa traviesa. Mi pecho se apretujó y la respiración se me atascó cuando dejó caer la toalla y se acercó a mí. Se subió a la cama con movimientos rápidos y me empujó por mi pecho desnudo hasta que mi espalda tocó la cama, lueg
Vania Cooper Supe que algo andaba mal a la mañana siguiente cuando Colton ya estaba despierto y sentado en la esquina de la cama mientras miraba el amanecer a través de las ventanas con las cortinas corridas. Me senté despacio al notar lo melancólico que parecía estar y algo en mi pecho se apretujó. —¿Colton? —llamé en un susurro. —Buenos días, cariño. Su voz sonaba espesa y algo ronca, pero no del tipo de ronques sexy que me ponía por las mañanas, sino de ese tipo en el que tienes un nudo atado a tu garganta que no puedes soltar. —¿Sucede algo? —su mirada se elevó hacia mí y asintió pausadamente. —Un día como hoy mis padres salieron de mi vida. La crudeza con la que dijo esas palabras me estremeció y casi por inercia me moví por la cama hasta posicionarme junto a él. Mis brazos lo envolvieron y lo llevé a mi pecho para que descansara sobre mí, para que de aluna forma compartiera sus penas conmigo. —Lo siento mucho, cariño —dije sincera. —Fue en un accidente de auto. Nunca
Vania CooperEse día estuvimos los tres juntos, entrelazados de una forma única mientras evitábamos volver a casa y nos tomábamos nuestro tiempo juntos, restructurando lo que se cambió de lugar, moviendo cosas que ocupaban espacio innecesario, volviendo a conectarnos como lo habíamos hecho con anterioridad.Estuvimos en el parque desayunando algo que tomamos para llevar, luego fuimos a un lago para almorzar y al llegar la tarde estuvimos listos para regresar a casa, a nuestras responsabilidades y a nuestros compromisos afectivos con nosotros mismos.Y cada día que pasaba concordaba conmigo misma que esto era lo que quería para toda la vida, quería este tipo de conexión que solo se obtiene una vez en la vida.Y todo iba bien, excelente si me lo preguntaban.Pero todo se fue abajo a la semana siguiente. Al menos para mí se convirtió en un desastre cuando mi periodo no tocó a mi puerta y cuando hice cálculos, había estado retrasada por más de una semana y en un principio lo atribuí al es
Colton Clinton Supe que algo andaba mal desde el instante en el que subió al auto. Sus ojos estaban rojos por haber aparentemente llorado y su rostro estaba pálido y carente de emociones. Parecía unas cáscara y no la mujer llena energía que solía ser todos los días. No estaba esa sonrisa característica que me hacía vibrar cada instante y tampoco recibí ese delicioso beso que solía darme cada vez que nos reencontrábamos durante el día a día. La semana anterior la había llevado a visitar la tumba de mis padres, algo que solo habíamos hecho Clay y yo desde el día en que ambos murieron. Ni siquiera Lisina me acompañó en los aniversarios, sin embargo, había llevado a esta interesante mujer que se había ganado mucho más que mi corazón. Ahora su rostro serio se encontraba analizando cada minuciosa cosa y quería tomarla del rostro y exigirle que me dijera que le sucedía, pero esperaba encarecidamente que lo hiciera por cuenta propia y no porque se viera forzada a hacerlo. Soltando un su
Habían Pasado varios días desde que me di cuenta de mi embarazo.Las cosas con Colton habían estado bien. Él sabía que algo me sucedía, pero volvimos a la normalidad y tratamos de sobrellevar las cosas.Yo continuaba asistiendo en la universidad, encargándome de las cosas de Clay. Pero Colton me había despedido como niñera hacía varios días y realmente me agradó aquello. Ahora me encargaba de Clay como si fuera mi propio hijo y aunque las lágrimas me aparecían en el rostro continuamente al saber que tenía un hijo en mi interior eso me hacía sentir irremediablemente maternal. Y aunque siempre había cuidado a Clay ahora tenía un trato un tanto diferente con él y él lo sabía.—Vi lo que escondite en el cajón de tu habitación cuando llegamos el otro día.Hacía dos días había ido a hacerme una prueba de embarazo de sangre para estar cien por ciento segura de que estaba embarazada. La repetí dos veces en dos laboratorios diferentes y ambas resultaron positivas. La hormona HCG, hormona del e