••••••••••La tarde del día siguiente, Tatianna volvía junto a su señorita, Kristy Nekrásov, de un día de compras. — Espere señorita déjeme le ayudo con esas bolsas. — ¡No! Yo las llevaré, son algunos obsequios para mi novio y no pienso dejar que nadie más ponga un dedo encima~ — Sonreía Kristy emocionada. "Nunca había visto a la señorita tan feliz, desde anoche que volvió de la mansión de los Jhonson, ella a estado muy entusiasmada" Pensó la mujer de cabello castaño corto y ojos azules. Una vez ambas ingresaron a la mansión de los Nekrásov. — Le diré a los chicos que ayuden con el resto de cosas en el maletero. — Informó Tatianna a Kristy alejándose de ella por unos momentos. Kristy, no le dió mayor atención, quería llegar a su habitación y envolver los obsequios que había comprado a su novio. "¡No lo puedo creer!""Todavía me es
La mayoría de las cosas salidas de las bolsas eran paquetes bien envueltos con el sello de la boutique donde fueron adquiridos los productos. Sin embargo, era una boutique famosa en la ciudad por ser de una marca comercial masculina. Así como también había dos cajas que llamaron la atención de Vladimir. La primera, una de tono azul oscuro con la imagen de un perfume francés que estaba muy de moda anunciado en la TV… Por supuesto, uno de hombre… Y lo último… Una caja de preservativos. — Pff~ — Hizo él un sonido de burla. — ¿Tan rápido estás avanzando con ese estúpido? — Preguntó a Kristy deteniendo a la bella mujer de la muñeca con fuerza y jalando el cuerpo de ella hacia él. Vladimir provocó que ella caiga de rodillas frente a él y en ese instante, el apuesto ruso la rodeó con su mano libre por la cintura. — ¡Suficiente! ¡Suéltame he dicho! — Gritó ella soltando su brazo del agarre de ese
••••••••••El sonido de la alarma en el reloj de mesa comenzó a hacerse presente en la habitación de esa hermosa rubia. Los ojos dorados de Kristy Nekrásov se posaron en el mismo. 7: 30 am. Ella se levantó de inmediato de su cama; en su rostro una radiante sonrisa le iluminaba. — ¡Llegó! ¡Es hoy! — Exclamó emocionada corriendo a toda prisa al baño. ¿Quién podría juzgarla? Una joven perdidamente enamorada que saldría en un fin de semana con su pronto prometido oficial, Nathaniel Jhonson. Solo una hora después ella estaba en ropa interior sacando del armario las prendas que utilizaría. Tock, tock~Tocaron a la puerta. — Señorita he venido a ayudarla a preparar su maleta, también tengo un mensaje del señor Jhonson. — Se escuchó la voz de la asistente. Kristy abrió de inmediato la puerta a Tatianna. — Pasa amiga, necesito tu consejo~ — Decía esa mujer rubia en ropa interior blanca. — ¿Debería ir con pantalones, falda o vestido? — Creo que lo que sea que uses estará bien mient
••••••••••3: 30 pm. Ese mismo día, Kristy bajaba del avión privado del billonario Nathaniel Jhonson. Seguidamente él lo hacía, cargando en brazos a su pequeña hija, Melanie, la cual se había quedado dormida en el viaje. Después de ello, fueron en una limusina que los estaba esperando. Kristy veía por la ventanilla de su sector el paisaje del mar a distancia, seguidamente ella posó sus ojos dorados en ese hombre que estaba sentado en el sofá de enfrente. Melanie se encontraba dormida en la silla de seguridad al lado de su padre. — Puedo hacerte algunas preguntas sobre Melanie. Nathaniel fingió una amable sonrisa en ese instante. — Por supuesto, pregunta lo que tú quieras. — Le respondió con un tono dulce en su voz. Kristy asintió. — ¿Quién cuida a la niña, hablo de quién se encarga de cuidarla, un familiar, niñera? — Preguntó ella con curiosidad. Nathaniel que se encontraba sentado de piernas cruzadas y relajado, volvió a ver hacia su pequeña hija que dormía plácidamente.
— Pero… Quiero tener hijos y mucho más si es con alguien como tú, Nath. — Decía ella cabizbaja. — Si lo que te preocupa es la posición de Melanie con tus numerosos negocios… No debería, podríamos poner algunas clausulas en el contrato matrimonial. — Decía ella con su voz quebradiza intentando convencerlo. Nathaniel exhaló viendo seriamente a esa mujer rubia. — No lo sé. Ahorita no estoy interesado en nada como eso. "Todo lo que me importa es llegar a la verdad, no me gusta tener que engañar a una niña ilusionada como tú, pero no tengo alternativa" Pensó él para después dirigirse al interior de la lujosa casa cargando en sus brazos a su querida hija. Una vez él ingresó, Kristy se quedó fuera observando el paisaje en esa agradable tarde. "No quiere hijos…""Sé que ni siquiera me quiere a mí… por qué él dijo que haría lo posible por enamorarse de mí""Él tiene un trato con mi padre del que ni siquiera sé nada" "Quizá si investigo un poco, quizá si descubro de que se trata podré ay
••••••••••En ese mismo momento, pero en el avión privado de Gregori Nekrásov. — ¿Qué piensa hacer con Vladimir, Don Gregori? Los movimientos de ese hombre son bastante sospechosos. — Decía el secretario principal, Andrey Jakov. — Sobre todo el hecho de que se está juntando más con A.K, quien aunque es parte de la organización, es sumamente peligroso hasta para nosotros por sus conecciones. El hombre mayor padre de Kristy, movía lentamente su copa con vodka mientras veía el juego de ajedrez con el que se entretenía con su secretario. — Exageras, Andrey, no creo que ese niño quiera hacer algo en mi contra, yo mismo fuí quien lo crío. Vladimir es como un hijo para mí, no sería capaz. — Aún así usted le quitó a su prometida, Don Gregori, parece que él está bastante inconforme, escuché de Tatianna que él tuvo una confrontación con Kristy, donde ella tuvo que amenazarlo con su arma para que no molestara a su hija. Don Gregori sonrió maliciosamente y tomó un trago de su bebida, para des
— ¿Cualquier cosa que yo te pida? — Preguntó Nathaniel acercándose aún más a esa hermosa joven rubia. La mano de él se posó en la mejilla de ella. — ¿Incluso si eso significa traicionar a tu propia familia? Tras la seria pregunta de ese hombre, Kristy titubeó. ¿Realmente haría algo cómo eso? Amaba a su papá y sabía muy bien de los turbios negocios de él. — Yo… No… No estoy— — Jaja~ — Comenzó a reír Nathaniel. — Lo sabía, no digas cosas así a la ligera, la palabra "todo" abarca demasiado… Sin embargo, agradezco tu intención, si hay algo en lo que creo que puedas ayudarme y no sea exagerado para ti ni te afecte, te lo diré. — Sonrió él ahora con amabilidad. Kristy sintió que él habían jugado con ella y la había puesto a prueba. ¡Una que falló rotundamente! La mujer rusa sintió su rostro arder de la vergüenza y rápidamente se alejó de su novio y comenzó a nadar en el agradable agua. Nathaniel quien terminó sentandose en el borde de una de las orillas de la piscina, la veía a e
••••••••••10: 00 am. El refrescante viento mecía lentamente la cabellera ondulada y rubia de Kristy, quien vestía un seductor traje de baño color naranja. Ella posó sus ojos dorados en la pequeña niña que también llevaba un muy tierno bañador de ositos con falda incorporada color rojo. Kristy quien logró que doña Teresa le consiguiera algunos juegos de mesa, estaba jugando cartas con la pequeña Melanie, en el exterior de el yate del CEO Jhonson. — ¡Oh! Mala jugada~ te he vuelto a ganar~ — Sonrió la mujer rusa. — ¡No vale Kity! Ane yo. — No jaja~ mirá bien, los números en mis cartas tiene más valor que los de las tuyas~ — Ete no es un numeo, es una leta. — Sí y ya te expliqué que esa letra vale como si fuera un once. La pequeña se le quedó viendo confundida. — ¡Oh! Eres tan encantadora~ está bien, esta vez jugaremos sin las letras, después podrías hacer un castillo con los naipes, ¿Alguna vez lo has intentado? Melanie negó rápidamente con su cabeza. — ¡Quiero un catillo! —