Hola. Soy la autora de la Mafia del Poder. Me gustaría pedirles un favor, y es que el que lean mi historia me emociona, pero me emocionaría más que me dieran a conocer su opinión del escrito, así como si tienen preguntas, buscaría responderlas. Y si les gusta denle un like al capitulo para que pueda ser leído por más personas que les guste este tipo de historias. Muchas gracias! Saludos!
-Kyoshi Nakamoto, de verdad que me alborotas como nadie. Kyoshi tenía un sutil sonrojo mientras se sentía muy confundido por todo lo que estaba sintiendo en esos momentos notando que él rubio se relamía los labios. Lo que estaba pasando ahora mismo comenzaba a envolver el estado sentimental de Kyoshi, quien aún no entendía todo, pero pronto y podría estar ocurriendo ciertas cosas que dejaran al azabache bailando en la palma de la mano de Nicolas, o Nicolas terminara bailando en la palma de la mano de Kyoshi. -¿Por cierto les gusto mi regalo? – Pregunto mirando la bolsita de semillas la cual al ser sonada cierto pequeño emplumado ya volaba alrededor piando por un poco – Lo tomare como un si – dijo divertido mientras acomodaba todo para poder servirle. -No le sirvas mucho – comunico el dueño. -De acuerdo, solo un poquito Kibird. – Declaro Nicolas al ver lo escrito en la libreta. – Y tú ¿ya cenaste amor? – Pregunto arqueando la ceja notando lo que era obvio, como el hecho de que el pe
Por su parte Kyoshi estaba feliz, ese equipo le entendía bien y tras las presentaciones les enseño en lo que estuvo trabajando el día anterior, donde ellos mismos aportaron ideas para mejorar esas campañas y empezar con los slogans, pancartas, volantes y algunos souvenirs publicitarios e igual empezar a pensar las zonas que podrían visitar para que todos escucharan de él mismo lo que deseaba hacer para cambiar el lugar. -¡Chicos, Nicolas mando de comer para todos! – declaro Marco al ver que Takahashi había traído el pedido de Nicolas para todos los yakuzas y su prometido, donde el azabache suspiro y dejo las cosas en el escritorio, entonces fue al lugar designado como el comedor y cocina de esa oficina observando que todo estaba limpio, ordenado e incluso la cocina tenía todo equipado como una cocina común y corriente, incluso había distintos ingredientes para cocinar, pero por ahora Nicolas les invitaría de comer. -¿Él donde esta? – pregunto Kyoshi a Marco. -Kufufu se fue enojado –
La caminata solitaria de Marco lo hizo irse en una motocicleta que tenía en las cercanías para subir a ella e irse, ya que tenía que verla, si, a su linda y hermosa hija mimada que vivía con su madre la cual solo le dejaba ver a la niña una vez al mes, y con la condición de que no debían seguirlo, después de todo su ex esposa no quiso quedarse con él cuando se enteró a que se dedicaba. -Papi – dijo la pequeña corriendo al verlo llegar a su punto de reunión, provocando que él la recibiera con un cálido abrazo. -Hola ¿Cómo has estado? – le pregunto mientras observaba cada una de las facciones de su querida hija. -Bien, de hecho, hoy saque buenas calificaciones en clases -¡Oh! Eso es genial mi pequeña genio – dijo cargándola para ir a algún lugar a comer ya que su ex pareja dejaba a la nena en un sitio y luego pasaba a buscarla a otro lugar, por supuesto los dejaba solos para que tuviera un momento de padre e hija. ... -¿Ni un gracias amor? -No hagas tanto drama, si me gusto la gal
Después de una salvaje y linda mañana para el mafioso. Se permitió ser de ayuda para su querido prometido. -Entonces ¿Qué te gustaría desayunar? O… ¿Quieres que nos desayunemos? – Ante tal segunda opción, recibió un ataque inminente por parte de una acojinada almohada. Esta acción del japones provoco que la risa de Nicolas. – Entiendo, comida normal. A mí me apetece pan tostado, jugo, fruta en yogurt, y tu… supongo que lo mismo –. Indico mientras se dedicaba a cargar con cuidado a Kyoshi para ayudarlo a bañarse y poder darle un masaje para su cadera. -Ah… -Ya sabía yo que tenías voz –. Decía Nicolas al momento de besar la espalda de Kyoshi en un consuelo por el dolor que sentía por el sexo y como se lo quitaban con ese masaje tan gentil –. Qué lindo… -Tengo hambre… –. Le hizo saber Kyoshi en señas, donde Nicolas le observo confundido y en eso recordó una de las señas que había practicado con el japones, el significado de hambre o comida para que este fuera practicando. -Ya voy car
Y mientras Kyoshi llevaba a cabo sus planes de gobernatura, Nicolas, por su parte, se notaba muy contento, algo que podía intrigarles a muchos de los presentes, pero a otros solo les causaba diversión por el simple hecho de conocer la razón.- Nicolas - ¿Hm…?- Nicolas reacciona – Le llamo Giovanni. – Ya llegamos a si que cambia tu cara de felicidad- ¿Eh? ¿Por qué? No quiero – Se negó el rubio ante tal osada declaracion.- Por favor dime que recuerdas donde estamos – Pidio Giovanni con un ruego, pero entonces observo la cara de confusión de Nicolas.- ¿En la tienda?- Estas por entrar a la junta mensual de la Familia Martinelli y aliados. – Respondio en un largo suspiro.- ¡¿Qué…?!- ¡Nicolas! – le grito Giovanni mirando que su jefe por fin reaccionaba. – Entiendo que todo vaya bien con el chico, pero por favor, ahora necesitamos tu modalidad seria y mala ¿Sí?- Si, perdón Gi – Se disculpo usando el apodo de su mano derecha. Para luego inhalar y al relajarse tomo un rostro
-Esta bien, le pedirédisculpas, pero supongo que debo comprar algo ¿no? – Pregunto donde los 3 que eran sus subordinados asintieron. - ¿Qué le llevo?, preguntó porque hoy casi mato a Kibird y él -¿Por qué? -Quise cocinar -Nicolas tu sabes bien que no sabes ni hacer un café de máquina - Declaro Giovanni con un suspiro largo. Y luego pregunto - ¿Mataste a un electrodoméstico? -No alcance, Kyoshi actuó rápido y me saco, nos puso a Kibird y a mi a poner la mesa, pero me regaño, estaba gritando. - Sus amigos tenían curiosidad por eso último, pues si recordaban el pelinegro era mudo. ¿¿¿Como regaño a Nicolas a tal grado que le afecto??? -Sabes, tengo una idea - Comento Francesco intentando seguir preguntándose algo sin lógica alguna. -¿Cual? -Hay que tomar en cuenta que su familia es tradicional, asi que podemos optar por eso. - Decía Francesco mientras tomaba la ruta adecuada para llegar a lo que era una casa de té. -Interesante propuesta - Opino Enel. -Ya lo creo - Apoyo Giovanni.
Los pensamientos son un paso a la acción, quien quiere algo, puede dar los pasos adecuados y lograrlo, los limites son inexistentes y tontos, uno mismo se pone los límites y tú mismo eres el muro que te detiene y eres el enemigo que no quiere que avances. Con eso en mente, él se propuso a lograr sus objetivos mientras viviera, aunque claro, los limites son mentales para algunos y físicos para otros, para él, cuando le contaron a sus padres en su nacimiento el hecho de que su voz nunca llegaría a ser escuchada, nunca podrán sentir la viva sensación de escuchar “mamá o papá” como un dulce sonido salir de su boca, pues el doctor dio mención de que sus cuerdas vocales estaban dañadas, pero eso, eso para él no es un límite, es algo que lo diferencia de los demás, eso es todo, porque ser mudo nunca lo considerara algo que frene sus sueños. Como deben saber, los mudos se comunican escribiendo o en el existente lenguaje de señas, aunque claro, el ultimo solo funciona con aquellas personas qu
- Es mudo no sordo/ Boss creo que se equivoca de enfermedad/ Soy mudo idiota – 3 formas distintas que significaban lo mismo, y es de ese modo que el hombre misterioso de alta gama, revelo ante el joven de ojos negros que era un idiota. -¿Ah sí? -Kufufu ya siento vergüenza de que seas mi jefe -Lo siento, lo siento – declaro el rubio apenado pues él solo arruino su imagen de chico malo. – Bueno, me escuchas… – suspiro – mi nombre es Nicolas Martinelli, ahora dime, ¿te suena mi nombre? -Solo sé que tu apellido es italiano, supongo que todos ustedes lo han de ser – respondió. -Kufufu yo soy mexicano -Cállate y dime lo que dijo – ordeno con molestia el rubio. -Pregunto que si eres italiano por tu apellido – respondió Marco aburrido, pues su jefe no era divertido. -Lo somos, claro que sí, aunque lo niegue la piña – afirmo el rubio, causando una risa en Takahashi, y Kyoshi solo pudo pensar que fue un poco divertido. -Y eso es importante, ¿Por qué? – pregunto Kyoshi arqueando la cej