Narra CharlotteDías después Estaba caminando con los niños, disfrutando del jardín del castillo. Con cada día que pasaba, la seguridad se intensificaba al punto de resultar asfixiante. Por eso, prefería quedarme en el jardín con los niños.Algo que también les gustaba a los bebés que se movían con cada flor que olía. Había descubierto que mi bebé a la izquierda, le gustaban mucho las rosas rojas. El olor hacía que se moviera tanto que a veces tenía que alejar las rosas para que se quedara tranquila.— Ouch — susurro alertando a Seok Min quien de inmediato, coloca su mano en el vientre intentando indagar si todo está bien con los bebés.— ¿Pasa algo malo? — pregunta Zaid angustiado.— No es algo malo. Solo que el pequeño de mi izquierda está inquieto. — susurro y Seok Min aleja su mano con lentitud.— Deberías calmarte, solo es una rosa roja. — dice Seok Min al bebé.— Le gusta mucho el olor — murmuró y Seok Min asiente — Y a mí me gustaría saber si es una niña o un niño. — No te lo
Respiraba profundo una y otra vez, quería que todo terminará pronto, pero, también temía que las cosas no terminaran bien. Tenía miedo de que mi hermana estuviera demasiado mal y yo no pudiera soportarlo o que mis bebés… ¿debería quedarme? Tengo miedo.La duda me invade y alguien toma mi mano apretando levemente la misma. Causando que mire hacia la persona que me sonríe intentando tranquilizarme.— No necesitas preocuparte, yo estaré contigo para que nada te pase. — dice Seok Min y aunque sé que es él quien mejor puede protegerme, niego.— Te necesito para que lo destruyas. Gustav tiene muchos trucos y yo necesito que incluso con esos trucos, puedas acabar con él.— Mi gente…— Tu gente es confiable, pero, me sentiré más segura, si eres tú quién está detrás de él. Gustav puede transformarse en muchas cosas y quizás, pueda engañar a tu gente.— No creo que…— Seok Min, estoy segura de que Gustav estuvo liderando el último ataque. Él es alguien
Los chicos sonríen por mi comentario, mientras yo, la mujer más indefensa en esta guerra, se coloca su cinturón de seguridad porque es lo único que se puede hacer en esta situación. Sentarse y sonreír, ya que, esa es el arma que sin duda me salvará si llegan a entrar en el auto.— Señora, no se sienta mal.— No me siento mal. Me siento inútil. Solo como un objeto decorativo del auto que puede romperse en cualquier momento porque no tiene la protección necesaria para evitarlo. — digo molesta.— Nosotros somos su protección. — dice el conductor.— Me sentiría mejor con mi propia protección, sea un arco y flechas o un HK PSG-1, un M21 SWS, un SR-25 o cualquier arma calibre 50. — digo cruzándome de brazos y los chicos ríen.— Señora, sin duda a usted le gusta tener poder en sus manos. — dice el conductor.— No es que me guste, es que el enemigo al que nos vamos a enfrentar, no podemos permitir que se nos acerque. — digo mientras el camino se torna más complicado de seguir.Aunque, al ver
Lo dudé. Estuve tentada a disparar, pero, no debía hacerlo. No podía hacerlo si eso haría a Lowell huérfano. No podía condenarlo a una vida sin padres, siendo un niño. Por lo que, bajo el arma sintiendo aún mi sangre correr.— Has tomado tu elección, espero que puedas vivir con ello. — digo con frialdad.— Charlotte, no necesitas hacer esto grande.— Pasaste por encima de mí al traerla aquí y me confrontaste por ella. Espero, que ella no dañe este operativo. Porque si algo pasa por su culpa, nunca te lo perdonaré. Ah, y espero que seas su guardián, porque si se interpone en mi camino, no dudaré en matarla.— Ella está aquí porque quiere venganza por la muerte de su padre y Adams. Es ilógico que ella haga algo que favorezca a Gustav.— No creo de todo su inocencia. Pienso en ella más como alianza de Gustav que como alguien que lo odia.— No te ciegue por tu odio hacia ella. Brittany fue tan herida o más que tú por Gustav. — dice Curthwulf y yo siento como mi sangre se enfría.Quería gr
Sonrío sintiendo cada patada de mis cinco bebés mientras cuento las semanas para poder tener a mis bebés en mis brazos. Pero, cuando estoy por olvidar donde me encuentro y porque estoy aquí, comienzan a dispararnos.De inmediato, el auto donde esta Carlos, se gira y comienza a disparar al igual que los demás detrás de él sirviéndome como la defensa que responde al ataque y también actúa como escudo impidiendo que nos toque impacte alguna bala.Desde mi lugar, observo como todo pasa como en una película de la que soy parte solo por verla a través de una pantalla. Porque, aunque todo era demasiado violento y real, tenía a más de diez autos rodeándome al punto que poco era lo que veía de los autos que intentaban acercarse a nosotros.— Estoy por dormirme del aburrimiento. — digo mirando mi arma en mi mano derecha.— Debemos esperar, señora. Es por su seguridad y la de los bebés. — dice uno de los chicos que están en los asientos delanteros.— Es tan molesto. — susurro cuando se dejan de
Además de eso, se escuchaban autos pesados que solo la armada usaría. Por lo que, gran parte de los vampiros y gatos, comenzaron a protegernos y eso hizo que nos quedáramos en medio de dos enemigos que solo querían una cosa; matarnos. — Hemos quedado en medio del conflicto, debemos movernos rápido o este enfrentamiento solo nos va a dar pérdidas. Bernal, ve a buscar en todo el área este, yo me quedaré con Carlos buscando el oeste.— No voy a dejarla sola, soy su guardaespaldas. — Estoy embarazada y soy una humana agotada. Si te quedas conmigo, solo voy a retrasarte. Tú puedes correr muy rápido, así que, puedes buscar en las casas en las que nadie ha entrado, mientras yo voy a sentarme un poco o acompañar a Carlos a buscar.>> Ve tranquilo, Carlos no me va a hacer daño. Así que, no tienes que preocuparte por mi seguridad. Yo estaré bien. Así que, por favor, ve a buscar a mi hermana. Yo estaré bien con todos estos gatos y vampiros. — digo y Bernal mira a sus compañeros disparando al e
No sabía lo que me iba a encontrar bajando, pero, no podía quedarme a pensar en lo que habría, sintiéndome angustiada por no bajar. Por lo que, con mi arma empuñándola, caminé atenta a cualquier ruido o movimiento. Aunque sé que vine a esto, no puedo evitar preocuparme, después de todo, no soy solo yo enfrentándome a lo desconocido, si no, yo teniendo a mis hijos en mi vientre, enfrentándome a lo desconocido. Respiro profundo, intentando calmar mi miedo. Ese que hace moverse una y otra vez a mis bebés, en especial, a mi bebé más inquieto, el bebé a mi izquierda. Realizo respiraciones profundas deseando calmarme y es solo cuando estoy más calmada que me muevo. Sin embargo, el ruido de unos pasos moviéndose rápido, hacen que apunten rumbo a la dirección de donde vine. Con mi corazón latiendo en mis oídos, apunto hacia el lugar donde Carlos levanta sus manos al ver que le estoy apuntando.— Soy yo, tranquila. — dice y yo bajo mi arma.— Me diste un susto de muerte.— Entonces estamos
No sabía cuánto podríamos soportar con este ataque tan violento y por ello, me aferro a mi vientre deseando poder teletransportarme a un lugar donde mis hijos y yo estamos a salvo. Porque ahora, mi preocupación es que no les pase algo malo a mis bebés.— Carlos… — susurro llamando su atención. — Tengo miedo.— Estaremos bien. mi gente ya debe venir cerca. — dice Carlos y yo ruego porque sea así. aunque no lo escucho muy convencido. — Espero que eso sea pronto, porque nos están acorralando. — susurro con preocupación.Carlos sigue disparando hasta que nos quedamos sin balas. Justo cuando eso pasa, la boca de Carlos se forma en uno y me mira lentamente sabiendo que este es nuestro final. Temo por la vida de mis hijos y confirmo que no fue buena idea bajar aquí, aunque escuche los gritos de auxilio de mi hermana.— No puedo morir aquí, mis bebés me necesitan. Ellos necesitan vivir. — susurro con temor. — No te preocupes, por eso. Porque, aunque me cueste la vida, saldrás bien de aquí.