No había marcha atrás. No había forma que retrocediera o impidiera sentir más placer. Porque con el simple contacto de nuestra intimidad, comprobé que era lo que más extrañaba de él; lo bien que nos vemos y sentimos al estar juntos.Los gemidos comenzaron a escucharse cada vez más fuertes, mientras nos tocábamos con brusquedad y besábamos con intensidad. El tiempo fuera que habíamos acordado, no nos iba a dar el reposo después de un partido, sino, el agotamiento de una buena jugada.Él se sentía en casa y yo también, sus gemidos, era la música orgásmica que tanto había extrañado, sus besos, era el toque que tanto anhelaba y las sensaciones que experimentaba, eran más placenteras que todo lo que en mis sueños había creado. Estaba en la gloria y sus expresiones y gruñidos, me decían que él también.— Dios…— susurro mientras me aferro a su espalda. Justo cuando creo que un orgasmo estaba por invadirme, él me toma las manos y las coloca a cada costado de mi cuerpo, sin detener su ataque
Los besos suaves, hacen que recuerde nuestros momentos siendo felices. Esos donde no había tantos problemas que se robaran nuestro tiempo juntos. En esos donde las distancias eran mínimas y el amor estaba al máximo.Los besos siguieron subiendo su intensidad y como si lo hubiese planeado, termino dejando a un lado mis preocupaciones y subiendo a su cuerpo, tomo el control de la situación, donde el calor de nuestros cuerpos aumenta.Apenas nuestros cuerpos habían llegado al límite, pero, nuestras bocas estaban protestando porque no habían tenido suficiente. Sus manos comenzaron a recorrer mi espalda, mi pecho e incluso mi vientre, mientras yo disfrutaba del toque de cada musculo de su torso, espalda y brazos. A cada paso, despertaba un calor por la zona y su miembro que no había perdido su dureza, acariciaba mi pelvis mientras con caricias, demostrábamos que necesitábamos más que orgasmos, necesitábamos tener un contacto que demostrara cuanto nos queríamos y lo estábamos teniendo just
Las horas pasan y salgo del dormitorio en busca de comida, porque después de ducharme, me acosté en la cama. Pero, el olor de nosotros impregnados en toda la habitación me impide dormir. Sentía que en cualquier momento recibiría un ataque.Caminando por la casa, me doy cuenta de que es fácil perderse. Sin embargo, las risas de los niños me dirigen a lo que es la cocina de la casa. Una cocina tradicional que muestra cómo eran las cocinas en Venecia hace más de un siglo y como se adecuan para el tiempo actual.Es un golpe de antiguo con nuevo, algo que veía bastante en las propiedades de Seok Min. De inmediato, mi mente piensa en lo mal que puede estar pasándolo. Pero, al confirmar que es lo mejor, avanzó al punto de que los tres hombres que conforman mi familia, noten mi presencia.— Mamá, no debías salir del dormitorio. Estamos preparando una cena para que comas en la cama. — dice Zaid y yo sonrío al ver la emoción en su mirada.— Me sentía sola, así que, Sali en busca de un poco de c
Realmente podría decir que hoy es uno de los mejores días de mi vida. Me sentía inmensamente Realmente podría decir que hoy es uno de los mejores días de mi vida. Me sentía inmensamente feliz por tener tan buenas noticias de mi hermana. Mi corazón latía fuertemente ante la felicidad que estaba experimentando. Después de todo, su sacrificio no le había costado la vida como imaginaba y eso, me aliviaba mucho. Estaba tan feliz, que abrace con fuerzas a Curthwulf, sintiendo como mi pecho desbordaba la alegría. — Esa es una increíble noticia, ¿Por qué no me habías contado? Estoy segura que saber eso, habría quitado una gran preocupación de mi cuerpo. — Sé que es así, pero, también haría que te desesperes por encontrarla y no puedes hacerlo en tu estado. — me recuerda Curthwulf y yo me separo. — Dime por favor que sabes donde esta. — suplico y Curthwulf baja la mirada diciéndome lo que me preocupa.— Lo siento, pero, no es algo sencillo.Lo sabía. Era consciente que encontrar los escon
Estaba demasiado aburrida. Curthwulf se había marchado hace tiempo y aunque había prometido volver para el día que compartiría con los niños, nos hizo una video llamada diciendo que pronto les recompensaría la usencia. Por lo que, los chicos y yo tenemos exactamente dos semanas sin verlo y eso, a mí me estaba preocupando. En realidad, estaba preocupada de no tener información de mi hermana, ya que, solo me dice que sea paciente. Eso y no tener con qué pasar el tiempo, estaba por enloquecerme.— Señora, se le ha dicho que no debe tener un arma en las manos. — me dice el mayordomo a mis espaldas, justo cuando había encontrado un arma.— Estoy embarazada, no enferma. — Su embarazo es un tanto particular. Así que, es peor que estar enferma y no tener un sistema inmune que la defienda. — responde el mayordomo quitándome el arma.Era molesto. Estaba por volverme loca. Los niños iban a una escuela donde los veía marcharse a las siete de la mañana y regresaban a las cinco de la tarde cansad
Los dos se quedan en silencio, mientras observan fijamente el monitor, deseando que mi presión arterial disminuya. Curthwulf, levanta mis piernas y comienza a masajearlas, mientras Seok Min se prepara para darme la medicina por vía oral.— No debes preocuparte por nosotros, aunque no nos sintamos cómodos estando cerca, no vamos a volver a pelear. — dice Curthwulf intentando calmarme.— Estaban discutiendo hace un segundo. Así comienzan las peleas entre ustedes, Curthwulf. — comento y los dos bajan su mirada como niños regañados.Mi presión comienza a regularse después de un poco de medicina y ver que los dos ni siquiera se preocupan en mirarse entre sí. Ya que, los dos miran el monitor que dice mi ritmo cardiaco.El tiempo pasa y mi presión arterial se regula, por lo que, viene mi tortura. Las veces anteriores, me habían dado el medicamento estando sedada o inconsciente, por lo que, ahora lo sentiré completamente y eso, me da miedo.Sin embargo, respiro profundo, después de todo, es p
Narrador omnipresenteTodos veían que Charlotte estaba cada vez más pálida. Pero, por mucho que quisieran retrasar el tratamiento, la inyección faltante no podía esperar más. Por lo que, Seok Min miró con preocupación a Curthwulf.— Creo que lo mejor es que le demos esto estando sedada. Solo así no sentirá tanto dolor. — propone Seok Min— Yo puedo, puedo con esto. — dice Charlotte deseando que ello sea verdad.— No puedes, tu presión ha bajado mucho y creo que es por el miedo que sientes. Así que, lo mejor es que nos detengamos aquí y te pongamos sedantes.— Puedo con esto, estoy segura. — siempre Charlotte y Seok Min hace un solo movimiento donde la inyecta de inmediato, gracias al sedante ya preparado por parte de la enfermera.El movimiento fue tan rápido que apenas pudo percibirse, por lo que, Charlotte que sintió solo el pinchazo de la aguja y como el líquido entraba lentamente en su cuerpo. Ya no había forma de apartarlo, eso solo generaría una lucha donde ella evidentemente ib
Un mes despuésNarra CharlotteSuspiro profundo después de despertar al haber sido sedada para que los bebés tengan su medicación. Desde hace dos semanas, es necesario recibir la medicación cada cinco días y siempre debo ser sedada para que mi corazón no se altere demasiado. Agotada por seguir siendo débil, me levanto y me digo una y otra vez que debo ser fuerte. Salgo de mi habitación y por la hora, sé que los niños no están aquí y mucho menos Curthwulf quien todos los días sale a trabajar.Por lo que, como todos los días, me quedo solamente con las personas que trabajan en casa. Deseando hacer algo más que solo estar viva por mis bebés. Comienzo a caminar y después trotar, buscando tener una mejor condición física.Cuando ya me aburro de estar caminando en círculos en el interior de la casa, salgo de la misma con mi teléfono en mano y dos guardaespaldas que no puedo dejar por orden de Seok Min y Curthwulf. Venecia es un lugar agradable. Su gente es servicial y por ser escoltada, m