Gustav corre hacia nosotros y cuando creo que tenemos una gran ventaja, Gustav, me recuerda que él nunca juega limpio, por ello, lanza de loa nada una bomba de humo que agradezco, no sea dinamita.
El aire se torna de un humo espeso y yo rompo con una mano la tela en la que llevo a mi hijo, mientras la otra mano lo sostiene y en un movimiento rápido, me giro para cargarlo y meterlo bajo mi camisa, mientras me alejo del humo.Todos comienzan a toser y yo me choco con vampiros en mi paso, por ello, alcanzo a tomar una de sus armas de la mano y me marcho mientras ellos, aunque se encuentran mal por el humo que huele a algo extraño, hacen una barrera para que nadie más pueda seguirme.No sé qué tiene realmente el humo, pero, mis piernas pierden fuerzas aunque luche por correr rápido. Apenas he llegado al vestíbulo del castillo cuando mis piernas renuncian a seguir corriendo y por eso, caigo sobre mis rodillas, mNarrador omnipresenteEl humo se había disipado, las reacciones habían comenzado a desaparecer, por ello, varios de los hombres en el suelo, comenzaban a toser y mirar a su alrededor confundidos. Los vampiros no duermen, así que, perder el conocimiento aunque fuera por una hora, resultaba sorprendente.— Seok Min… no está Charlotte aquí. — dice Curthwulf angustiado al analizar todos los cuerpos que están en el suelo.— Tampoco GustavLos dos intentan levantarse ante la alarma que sienten por saber que no era una buena noticia que Charlotte y Gustav no estuvieran con ellos, pero, la debilidad les hizo caerse apenas intentaron levantarse.Por eso, como pueden caminan agarrándose de la pared mientras sus piernas reaccionan. El miedo de haber permitido que Charlotte resultara gravemente herida o que Gustav encontrara la manera de acabar con la inmortalidad de ella, les causaba demasiado te
Narra CharlotteEstaba feliz, me sentía aliviada y feliz por saber que ya todo había acabado. Gustav, había sido un enemigo que había hecho tanto daño y me alegraba haber tenido la fuerza y destreza para acabar con él.Pero, ahora me sentía demasiado agotada. Quería darme una larga ducha y dormir por semanas. Sin embargo, ello no era posible aquí. Podría bañarme, pero, no quedarme. Ya que, el castillo había sufrido mucho daño en el enfrentamiento.Muchas paredes, ya no se muestran y hay huecos en el piso que muestran que la batalla fue bastante grande. En conclusión, ya no era un castillo en el que se podría vivir, si no, ruinas de lo que una vez fue.— Ve a asearte. Nosotros nos haremos cargo. — dice Seok Min entrando con Terry.— No podemos simplemente celebrar y dejar de protegernos porque Gustav no está. Nosotros debemos de se
Intente despejar mi cabeza que estaba hecha un desastre con las emociones desbordantes que me esforzaba en no demostrar, pero, al pensar en mis hijos, ese clima oscuro y llovioso en mi cabeza, comenzó a mostrarse claro.Era como si el mal día, dejara de serlo y la oscuridad se llenará de una luz de un lugar que desconozco, pero, que me reconforta porque sé quién me da esa fuerza para seguir adelante.— Tienes razón, debemos ser fuertes por nuestros hijos. — digo y Curthwulf me abraza.— Rómpete todas las veces que sea necesarias, yo vigilaré que nadie dañe tu cuerpo expuesto mientras liberas toda la tensión y dolor que sientas. Después de eso, volverás a estar recargada y podremos continuar con nuestras vidas. — dice Curthwulf y yo asiento.Con cuidado, Curthwulf continúa desvistiéndome y cuando quedo completamente desnuda en la silla, no teng
La emoción me invade y yo miro hacia Curthwulf quien me observa igual de sorprendido. Había anhelado tanto este momento que no podía evitar llorar de la felicidad por escuchar que ya es posible ello.— ¡¿D-de verdad puedo ver a mi hija?! — digo emocionada y el vampiro asiente con una sonrisa.— Debemos tomar un avión para llegar allí que nos hará tardar horas para llegar a nuestro destino, por lo que, debemos esperar unas horas para ello, pero, sí. Usted va a poder ver a su hija.La alegría me invade completamente al saber que voy a poder ver a mi hija, por primera Vez. Y por ello, camino rápido hacia el auto que nos llevara a nuestro destino, Curthwulf, toma mi mano y los dos sonreímos anhelando pronto ver a nuestra hija.Cuando entramos al avión, Carlos de inmediato salta sobre mí y yo correspondo su abrazo, agradecido que no haya perdido la
Aunque los niños no me creían mucho lo que había dicho, habían asentido y se habían encargado de pasar todo el viaje entreteniendo a los pequeños que tenían demasiada energía.Los bebés que habían estado tanto tiempo llorando a su madre y jugando cuando la vieron, se quedaron profundamente dormidos cuando ya estaban anunciado que iban a descender para aterrizar.— ¿Cómo está todo por aquí? — pregunta Curthwulf tocando la puerta mientras nos observa con una sonrisa de alivio.Nos habíamos bañado y ya no teníamos el estrés de que Gustav pudiera herirnos, pero, ¿Por qué nos veíamos tan preocupados? Sabia la razón, teníamos miedo de rompernos al ver a nuestra hija.— Los bebés parecen que tienen energía ilimitada. Menos mal que ya se han dormido. — dice Lowell y Cur
Me visto más de tres veces porque mi mente viaja a tantos lugares que no logro hacer algo correctamente hasta que alguien toca a mi puerta.— ¿Está todo bien allí adentro, Charlotte? — pregunta Curthwulf y yo salgo apenas con los pantalones ya listos, y una camisa puesta al revés.— Estoy lista — digo abriendo la puerta desde donde me tocan.Es allí cuando noto que ellos ya están vestidos como yo y están como en una especie de pasillo que une la pequeña habitación/baño donde me estaba cambiando, con la habitación de donde ya no se escuchan gritos.— Te vestiste mal, mami. Deja que te ayude — dice Lowell y yo asiento mientras tomo a Maxim, quien lo llevaba Lowell.Con cuidado, me arreglan mi ropa y es solo cuando ya estamos listos, que la puerta se abre mostrándome a Seok Min. Su mirada calmada, no parece una buena vista c
Horas despuésEra inmensamente feliz. Tener a mi hija en brazos, era una felicidad indescriptible. Por eso, había pasado más de tres horas observando a mi hija, cargándola, hablándole y percibiendo su aroma.Era un sueño hecho realidad tenerla conmigo y por ello, había llorado cada cierto tiempo al recordar que pude perderla y también, que me perdí sus primeros meses de vida. Ahora, necesitaba recuperar el tiempo perdido con mi pequeña.Por eso, mis hijos se marcharon con Curthwulf a comer un poco y despejar su mente, mientras yo me deleitaba viendo a Chiara. Mirando cada detalle de su cuerpo, limpio mis lágrimas, mientras pienso en todo lo que haremos juntas.— Deberías dejar de llorar y descansar un poco. — dice Seok Min.— No podría hacerlo, he podido ver a mi hija, esa bebé que me habían hecho creer que había muerto, por
Terminamos de alimentar, cambiar el pañal y ropa a Chaira, cuando Seok Min y su equipo médico, hace una última revisión antes de poder marcharnos de esta habitación esterilizada. Todos mis hijos están a la espera de la respuesta del doctor, por lo que, el lugar está en un silencio ansioso.El médico revisa a mi pequeña, mientras ella juega con su estetoscopio. La ansiedad, me invade, pero, tener la mano sudorosa de Curthwulf tomando la mía y la mano de Lowell en mi otra mano, me da la fuerza que necesito para esperar estos momentos angustiantes.— Bueno, es evidente que nuestra mejor guerrera ha ganado la guerra con todas sus batallas. Padres, ya pueden llevarse a la pequeña sin que eso cause daño en su salud — dice el doctor y todos suspiramos aliviados, mientras siento que mis piernas comienzan a flaquear y yo caigo sobre mis rodillas.Ello, asombra a los presentes que in