Curthwulf me observaba fijamente, pero, no me daba algún indicio de lo que en su mente piensa. Por ello, gimoteo y me retuerzo en la cama sin poder calmar este deseo sexual por mi cuenta.
— Llamaré a Seok Min. — dice Curthwulf y yo sonrío ante su respuesta.— ¿Quieres que él sea quien sacie mi necesidad? — pregunto intentando no llorar de la frustración.— Él sabrá como hacerlo. — dice Curthwulf para marcharse tan rápido que no me permite darle una respuesta.— Maldita sea. — susurro mientras maldigo no poder calmarme por algo tan primitivo como el deseo sexual.Suspiro profundo intentando concentrarme en una calma que no logro encontrar y es por ello, que al poco tiempo aparecen lobas con mucho hielo para una tortura que no me ayuda en lo absoluto.— Señora…— ¿Cuándo van a darme algo que si me ayudLas cosas estaban tardando demasiado con la medicación para mi periodo estando en celo. Así que, me resultaba increíble creer que Seok Min cumpliría con su palabra de tener sexo conmigo, por lo que, niego.— No te creo. — digo y él se interpone cuando intento avanzar.— Te hablo en serio. — dice aun usando nuestro medio de comunicación secreto.— No creo que seas capaz de follarme estando casada con alguien más. — digo conociendo al hombre con el que en el pasado fui su mujer en seis vidas.— Bueno… pasaran más cosas, Charlotte y si me escoges, no dudaré en recibirte. Porque te amo y no me importara lo que dejas atrás, si no, lo que vas a crear conmigo. Lo que puedes crear si te decides. — dice Seok Min y yo respiro profundo.— No te creo, Seok Min y siendo sincera, ya estoy cansada de besos y toques lascivos y nada de la verdade
Despierto lentamente, abriendo mis ojos, pero sin poder mover mi cuerpo. Lo primero que se viene a mi cabeza, es que estoy pasando por lo mismo que me sucedió la primera noche de luna llena.Por fortuna, intento mover mis dedos y lo logro, es solo que no tengo energía para poder hacerlo por mucho tiempo. Por ello, suspiro profundo y es en ese momento que la puerta de la habitación se abre, causando que yo me debata entre hacerme la dormida para escuchar alguna conversación que no me dirían directamente o no.— ¿Quieres que me vaya? — pregunta Curthwulf y yo suspiro profundo.— ¿Qué pasa?— Percibí tus hormonas más fuertes y pensé que algo había sucedido.— Malditas hormonas. — digo percibiendo también ello, al igual que las feromonas de Curthwulf.— ¿Quieres sentarte? Seok Min mandó a hacerte un batido
La emoción era indescriptible. No había manera de que me sintiera más feliz ahora, que ver a mis pequeños gatear corriendo hacia mí al punto de aferrarse a mis piernas. Esas que sentía que iban a perder fuerza por lo impactante que mis ojos han visto.— ¡Vaya, ya están gateando! — dice Zaid sorprendido.— Es increíble. Mis hermosos bebés son tan inteligentes. Ya gatean. — digo bajándome a su altura y tomando a los cuatros como puedo, mientras ellos se aferran a mi cuerpo, mostrando cuanto nos extrañábamos.Los beso. Los lleno de tantos besos que también dejo sus rostros húmedos por las lágrimas que estoy derramando de la emoción de ver a mis bebés gatear. Sin poderlo evitar me muestro débil, aunque deseaba mostrarme fuerte.— Oh, Dios, mis bebés están creciendo tan rápido. — susurro emocionada, mientras ellos se aferran a mí en un intento de poder abrazarme,— Al parecer, estaban esperando que despertaras para gatear como humanos. — dice Curthwulf.Lo había escuchado. Los hombres lobo
El aire del castillo parece tornarse demasiado frio para mi gusto y yo miro al reloj en la pared que marcan más de la medianoche. Por lo que, miro a la mujer que nos observa sonriente, como si fuéramos un mal chiste para ella.— ¡Mamá, has despertado! — dice Lowell soltando la mano de su madre y corriendo hacia mí con evidente emoción.‘Guarden las armas, sigue queriéndome mucho’ digo mentalmente cuando el pequeño corre hacia mí.— Cuidado, mi amor, puedes caerte y no quiero que te lastimes en alguna parte.El pequeño ignora mi recomendación y salta a mis brazos, llenándome de besos que alivian mis celos y posesividad por la aparición de su madre biológica.— Hola, mi amor.— No sabía que habías despertado, ¿cuándo despertaste?— Lo hice esta tarde. — digo impregnando mis fosas nasales del aroma relajante que emite mi pequeño, pero, de inmediato, su rostro pegado a mi pecho, deja de estarlo, para mirar amenazante a su padre.— ¿Por qué no me avisaste que mamá estaba despierta? — pregu
La tensión se percibía tan fuerte que podría usar un cuchillo y cortar está en rodajas como si fuera una torta. Aunque sentía que no debía ser inmadura y rebajarme al nivel que Nora quería llevarme, sentía que debía defender mi casa. Bueno, el castillo de Seok Min que uso como mi casa ahora.— Curthwulf…El hombre con el que me había casado creyendo que era viudo, no es capaz de mirarme y solo se muestra tensionado al punto de no decir algo por varios segundos y es por ello, que paso frente a él para bajar al primer piso y enfrentar a la mujer que es hostil conmigo.Sin embargo, cuando paso a su lado, me toma del brazo y niega suplicándome que me detenga. Lo observo fijamente esperando algo y cuando estoy por soltarme porque no actúa, él habla.— Nadie aquí es bienvenido si es hostil con mi mujer. Así que, si quieres compartir con Lowell aquí, debes actuar mejor.— ¡¿Quién te dijo que quiero estar aquí?!— Si quieres estar en todo lo que le importa a nuestro hijo, tendrás que comparti
¿Acaso Curthwulf no entendía que estaba molesta? ¿Por qué me abraza si estoy discutiendo con él de algo importante? ¿Es que se está burlando de mí o cree que va a domarme solo porque sus feromonas huelen rico?— Curthwulf, estoy hablando contigo, ¿Cómo puede ser posible que vas a estar abrazándome? — pregunto molesta y Curthwulf se aleja de mí solo para levantarme sobre las barandas del balcón.Unas barandas bastantes altas al punto que quedo a su misma altura, cuando él me duplica el tamaño. Angustiada por caerme, miro hacia abajo donde está la casa donde se suponía que él viviría.— ¿Qué estás haciendo? Puedo caerme si me quedo aquí — pregunto aturdida, para después girar mi rostro y encontrarme con unos labios que me devoran de tal forma que siento que voy a morir por falta de oxígeno.Sus manos, viajan a mi espalda, para acercarme tanto a su cuerpo que resulta imposible que algo como el aire pase en medio de nuestros cuerpos. Sentirlo todo, hace que gima por sentir toda su magnitu
¿Cómo era posible que en un minuto estaba llorando porque alguien me ha quitado mi apellido como su esposa y ahora soy yo quien sonríe por darle mi apellido como mi esposo? Sus manos, viajan a mi nuca y allí deja algo para después alejarse de mis labios, para mirar su logro. Ese que no había notado que estaba haciendo hasta que acarició la joya que ya descansaba en medio de mis senos.— Se ve tan hermosa en ti. — dice Curthwulf y yo acaricio la joya que hace tiempo había dejado de usar.— ¿Qué va a pasar ahora? — pregunto sabiendo que la presencia de Nora complican las cosas.— No sé, aún no he pensado en ello. No sé cómo voy a solucionar mi situación con ella, pero, de lo que si estoy seguro es que no voy a ser su esposo. Casarme con ella sin amarla fue un error que cometí por la presión de mi padre. >> Pero, ahora yo soy el alfa de mi manada, no tengo porque seguir ordenes de nadie y no voy a sacrificar mi felicidad cuando En el pasado comprobamos que no es la mujer con la que deb
Al día siguiente Termino de disfrutar con mis pequeños al bañarlos, cuando alguien toca mi puerta. Reconociendo su aroma, lo dejo entrar mientras llevo a Rok y Caleb en mis brazos quienes se acuestan sobre mi pecho.— ¿Qué tal el baño?— Jugaron mucho, ahora están agotados — murmuro y Curthwulf asiente.No necesitaba tener vista de rayos X, para saber que algo pasaba con él, porque no solo se sentía su temperatura corporal extraña, si no que, su corazón parecía latir demasiado rápido al punto de parecer arritmia.— ¿Sucede algo? ¿Estás bien? — pregunto mientras coloco con cuidado a los niños en el cambiador en los que los seco a cada uno mientras estos balbucean o se chupan los dedos.— Bueno… yo…— Dilo, Curthwulf, no des tantas vueltas y dilo, así dejaras de sufrir tanto. — digo y Curthwulf asiente.— Me gustaría que saliéramos hoy. Quiero que me acompañes a un lugar. — dice Curthwulf como si eso le costara.— ¿Salir? ¿con los niños? — pregunto aturdida. — No, solo tú y yo.Era ex