Realmente parecía una pervertida, porque, estaba oculta en medio de los árboles y la oscuridad de la noche, que me sentía cómoda viendo al hombre desnudo frente a mí, aunque sabía que no era correcto.
‘¿Por qué no lo es? Es tu esposo aun’ dice mi mente, pero yo niego.A nadie le gustaría que estuvieran viéndolo desnudo usando la oscuridad como su disfraz de espionaje. Pero, aunque sabía que no era correcto, no quería alejarme, sentía que era un espectáculo que había sido creado para mí. Además, era en parte ello cierto, porque, ¿de quién sería esto si no es para su esposa? Verlo desnudo, no debería ser un delito cuando somos esposos, además, él deseaba ser visto si se baña aquí.— No deberías estar aquí. — dice Curthwulf y yo me cubro avergonzada dNarrador omnipresenteCurthwulf maldecía no poder hacer algo sin empeorar todo. Pero, no podía molestarse por la decisión que su esposa había tomado, porque si él estaría en su lugar, escogería lo mismo; no conectar con alguien.Frustrado por no poder liberarse y preocupado por ir al castillo donde las hormonas que desprendía Charlotte, estaban en cada parte de este, comienza a pensar si era mejor dormir en esa casa cerca de la piscina donde nunca había estado Charlotte y por eso, era el mejor lugar para descansar.Sin embargo, apenas rodeó la casa, su mirada se centró en la ventana y balcón de su habitación y el deseo de subir y hacerla suya, se acercaban con tantas fuerzas que dolía.— Maldita sea, no pensé que su periodo de celo fuera tan fuerte, ¿Cómo es que puede sentirse tanto e incluso más que su esencia supreme? — se qu
Lowell, no entendía porque su padre le decía algo así y menos, porque lo observaba de una forma donde sus ojos rojos parecían hacer un escáner por su cuerpo, ese que si algo salía mal iba a causarle problemas.No había hecho algo malo, sentía que era así, pero, se sentía tan observado que tenía miedo de haber cometido un grave error sin haberse dado cuenta. Ese pensamiento se mantuvo más presente, cuando vio como su padre con grandes zancadas, llegó a su lugar y lo tomo de sus hombros.— P-padre, ¿Qué está pasando?— ¿Eres precoz?— ¿Precoz? — pregunta Lowell aturdido.En su vida, había escuchado pocas veces esas palabras y nunca había sido por algo bueno, entonces, esa era la fuente de su preocupación, ¿había algo malo en él y por eso, era que estaba su padre actuando
Dos días despuésLa búsqueda no había sido como ellos habían pensado. Aunque todos en la manada estaban buscando alguna medicina para calmar los síntomas de celo, nadie tenía respuesta de lo que podrían usar para ello.Después de todo, ninguna loba en manadas conocidas, había deseado calmar sus síntomas, porque incluso, las lobas vírgenes, solo sentían el leve aumento de su temperatura corporal y no el desespero de ser satisfecha sexualmente.Por ende, al no haber la necesidad de calmar el dolor, no habían fabricado un solo inhibidor que fuera para una loba que sufre tanto por ser sigma, una especie de lobo que se suponía que había desaparecido y las que estaban en el mundo, habían saciado su periodo de celo con las personas con las que había conectado.Quienes habían cometido el error de conectarse con quienes no debía
Narra Charlotte¿Cuántas veces había escuchado de la madre biológica de Lowell? No sabía si era que no había prestado atención a ello o solamente no habían hablado casi de ella. Pero, ahora que veía la emoción de Lowell en sus ojos, podía sentir que mi pequeño no se había resignado a la muerte de su madre.Emito un gemido por la contracción en mi interior y yo me golpeo mentalmente por no evitar hacer ello delante de mi pequeño y justo cuando estaba diciendo algo demasiado importante para él.— Yo… ¿interrumpo? — dice Lowell avergonzado y yo quiero morirme de la vergüenza, aunque a mi interior le importa poco ello y se calienta cada vez más.Curthwulf, intenta separarse de mí y yo me aferro a su cuello negándome a prolongar más esta tortura demasiado grande. Por ello, tanto Curthwulf como Lowell
Curthwulf me observaba fijamente, pero, no me daba algún indicio de lo que en su mente piensa. Por ello, gimoteo y me retuerzo en la cama sin poder calmar este deseo sexual por mi cuenta.— Llamaré a Seok Min. — dice Curthwulf y yo sonrío ante su respuesta.— ¿Quieres que él sea quien sacie mi necesidad? — pregunto intentando no llorar de la frustración.— Él sabrá como hacerlo. — dice Curthwulf para marcharse tan rápido que no me permite darle una respuesta.— Maldita sea. — susurro mientras maldigo no poder calmarme por algo tan primitivo como el deseo sexual.Suspiro profundo intentando concentrarme en una calma que no logro encontrar y es por ello, que al poco tiempo aparecen lobas con mucho hielo para una tortura que no me ayuda en lo absoluto.— Señora…— ¿Cuándo van a darme algo que si me ayud
Las cosas estaban tardando demasiado con la medicación para mi periodo estando en celo. Así que, me resultaba increíble creer que Seok Min cumpliría con su palabra de tener sexo conmigo, por lo que, niego.— No te creo. — digo y él se interpone cuando intento avanzar.— Te hablo en serio. — dice aun usando nuestro medio de comunicación secreto.— No creo que seas capaz de follarme estando casada con alguien más. — digo conociendo al hombre con el que en el pasado fui su mujer en seis vidas.— Bueno… pasaran más cosas, Charlotte y si me escoges, no dudaré en recibirte. Porque te amo y no me importara lo que dejas atrás, si no, lo que vas a crear conmigo. Lo que puedes crear si te decides. — dice Seok Min y yo respiro profundo.— No te creo, Seok Min y siendo sincera, ya estoy cansada de besos y toques lascivos y nada de la verdade
Despierto lentamente, abriendo mis ojos, pero sin poder mover mi cuerpo. Lo primero que se viene a mi cabeza, es que estoy pasando por lo mismo que me sucedió la primera noche de luna llena.Por fortuna, intento mover mis dedos y lo logro, es solo que no tengo energía para poder hacerlo por mucho tiempo. Por ello, suspiro profundo y es en ese momento que la puerta de la habitación se abre, causando que yo me debata entre hacerme la dormida para escuchar alguna conversación que no me dirían directamente o no.— ¿Quieres que me vaya? — pregunta Curthwulf y yo suspiro profundo.— ¿Qué pasa?— Percibí tus hormonas más fuertes y pensé que algo había sucedido.— Malditas hormonas. — digo percibiendo también ello, al igual que las feromonas de Curthwulf.— ¿Quieres sentarte? Seok Min mandó a hacerte un batido
La emoción era indescriptible. No había manera de que me sintiera más feliz ahora, que ver a mis pequeños gatear corriendo hacia mí al punto de aferrarse a mis piernas. Esas que sentía que iban a perder fuerza por lo impactante que mis ojos han visto.— ¡Vaya, ya están gateando! — dice Zaid sorprendido.— Es increíble. Mis hermosos bebés son tan inteligentes. Ya gatean. — digo bajándome a su altura y tomando a los cuatros como puedo, mientras ellos se aferran a mi cuerpo, mostrando cuanto nos extrañábamos.Los beso. Los lleno de tantos besos que también dejo sus rostros húmedos por las lágrimas que estoy derramando de la emoción de ver a mis bebés gatear. Sin poderlo evitar me muestro débil, aunque deseaba mostrarme fuerte.— Oh, Dios, mis bebés están creciendo tan rápido. — susurro emocionada, mientras ellos se aferran a mí en un intento de poder abrazarme,— Al parecer, estaban esperando que despertaras para gatear como humanos. — dice Curthwulf.Lo había escuchado. Los hombres lobo