La lluvia que caía, intensificó su fuerza al punto de caer pequeños fragmentos de hielo. Por ello, el techo del lugar golpeaba con fuerzas al punto de molestar a los lobos que sentían su mandíbula tensarse,
— Deberíamos ir a buscarla aunque destruya el castillo. No puede seguir más tiempo allí. — dice Seok Min y los dos lobos que luchan con la sensibilidad de sus encías por el golpe de los granizos, observan a Seok Min con una ceja levantada.— ¿No puedes ver que ni siquiera es tocada por la lluvia? Es como si esa burbuja la alejara de todo. — dice Curthwulf y Terry asiente de acuerdo.— Pero…— Intenta siquiera acercarte y pasará lo mismo que antes, serás lanzado por el hecho de querer tocarla. Ella aún no ha terminado lo que sea que este haciendo en esa burbuja.>> Cuando ella este lista, saldrá de allí yCurthwulf, llega hasta donde ellos se encuentran y se concentra en la mujer que comienza a toser sangre, ignorando al hombre frio que pareciera entrar en un trance donde nadie puede alcanzarlo.— Cariño… tranquila. Aquí estamos. — dice Curthwulf cargando su esposa, que esta vez no está emitiendo esa aura que parecía salir de su cuerpo.— Debemos llevarla pronto adentro. quizás… fue demasiado poder después de todo. Debemos revisar su cuerpo. — dice Terry y Curthwulf asiente llevándose a su esposa en brazos, mientras Seok Min comienza a divagar en lo que le dijo Charlotte.— ¡¿Qué demonios te sucede, Park?! ¡Te necesitamos para esto! — grita Curthwulf al no percibir su presencia cerca de él.— Y-ya voy — dice Seok Min con voz temblorosa.Se sentía demasiado preocupado por lo que Charlotte le había dicho.
Curthwulf, retrocedió como si le faltara el aire. Había sido un golpe bastante grande del que sentía que no podía recuperarse con la regeneración de su especie. Era un dolor del que nadie le había contado con respecto a amar a alguien.Pero, aun así, agradeció sentirlo. Porque eso significaba que había escogido bien a su pareja, lo que había escogido mal eran todas las decisiones que lo llevaron a ser un mal esposo.— Tendremos que esperar que ella se recupere gradualmente, pero, en términos generales, ella se encuentra bien. — dice Seok Min y eso alivia a Terry quien conecta a su pecho una nueva máquina para medir su ritmo cardiaco.— Eso es bueno. ¿cierto, Curthwulf? — pregunta Terry al hombre que está en una especie de trance.— Ella te eligió, ¿no es así? — pregunta Curthwulf mirando al hombre que ve como u
Narra CharlotteSentía que todo me dolía, había pagado un alto precio por mi excesiva curiosidad, pero, no podía negar que la información recibida, había valido la pena. Porque, ahora sabía que la pequeña que no había podido tener en mis brazos, estaba viva.Luchaba por su vida aun, pero, estaba viva y esa era una gran noticia. La mejor que podría recibir indagando el pasado. Pero, sabía que debía ser paciente y concentrar su energía en cuidar de sus hijos y traer a casa a su hija y para eso, debía tener una casa de ella donde podría estar con sus hijos y no sufrir por ello.No quería solo darle un poco de mi leche para que se alimentara, pero, desgraciadamente, era lo único que ahora podía darle, por ello, lloraba al saber que lo único que podía darle ahora, no podía hacerlo de una manera natural, ella pegada a mi pecho, s
Seok Min se marcha con al menos dos termos de leche, sorprendiendo a Terry que se queja por la cantidad excesiva de leche, aunque lo que me gustaría es que extrajera más para que mi hija se alimente bien.— Con esto creo que es suficiente por ahora.— ¿Qué vas a hacer? ¿vas a ordenar a veinte bebés? Porque eso es mucha leche para uno solo.— No puedo venir todos los días aquí por leche, estoy en otro continente y por eso, es mejor reunir suficiente leche para no tener que venir tantas veces. Ahora, debo marcharme. — dice Seok Min y Terry se interpone en la puerta.— ¿Tan rápido?— Debo llevar esto rápido.— Puedes mandarlo, pero, si Charlotte se complica… ¿Qué voy a hacer? — pregunta Terry preocupado.— Ella no sufrirá otra crisis. Hoy es la última noche que ella sufre por alguna afectación como loba y en lo que puedo ayudarla, ya lo hice.— Pero… aún no se mueve. Eso no debería ser normal.— Su cuerpo está cansado. Aunque este regenerándose, el desgaste fue grande, porque ahora lleva
Al día siguienteFingir que estoy dormida, no fue una tarea fácil, pero, lo peor es que cuando creí que podría abrir mis ojos porque los niños se estaban durmiendo, termine quedándome dormida. Por eso, fue una leve caricia lo que me hizo despertar. una caricia de Zaid.Me quejó y me estiro sintiendo que mi cuerpo está demasiado rígido, sin embargo, el malestar que siento es reemplazado por la alegría de poderme mover y a su vez, saber que no es un sueño lo que viví, que mi hija si está viva.— Me hace muy feliz que estes así de alegre cuando despiertas, madre. — dice Zaid y yo lo abrazo sintiendo que estoy demasiado feliz, para decirlo con palabras.— Estoy muy feliz, porque la vida me sonríe de una manera que no puedo describirla, pero, sin duda, es increíble. Soy inmensamente feliz y todo es gracias a muchas personas, mismas que han estado para mí cuando lo he necesitado, como tú, mi amor. — digo aun abrazándolo.Cuando creo que él va a compartir mi felicidad, siento como su cuerpo
Nada que es bueno, te pide un precio pequeño y yo lo estaba comprobando con mi inmortalidad. Porque, apenas había traído al mundo a mis hijos, apenas había descubierto que mi hija estaba viva y también, descubrí que los veía a todos morir. Todo el esfuerzo que había tenido para tener a mis hijos: Kurt, Maxim, Caleb, Rok y mi Chiara, daban ahora un giro inesperado. Antes, me dolía morir y nunca ver sus primeras veces o estar para ellos cuando lo necesitaran, pero, ahora debía comprender que su vida sería un susurro en comparación a la mía.Lo peor es que por más que quisiera atesorar cada momento, sabía que sería como almacenar agua con las palmas de mis manos abiertas. Era como tomar un poco de agua de mar con un colador; imposible.— ¿Qué es lo que te preocupa? Puedes ver el futuro y evitar que mueran prematuramente.— Afortunadamente, ninguno va a morir prematuramente, pero, ¿Qué son sesenta años en comparación a una eternidad. — Quizás si… entiendo, para poder tener hijos eternos
Suspiro profundo y camino hacia mi habitación donde me coloco ropa interior y un vestido para amamantar fácilmente, mientras Curthwulf intenta tranquilizar a los pequeños hambrientos.Estaba por perder la paciencia o más bien, la cordura, pero, ¿Quién lo manda a excitarse por verme recién bañada? Ahora que sufra un poco mientras termino de colocarme el vestido y correr hacia donde están los bebés.— Aquí estoy — digo entrando a la habitación donde tomo a mi temperamental Maxim y lo acerco a mi pecho, mientras Curthwulf me ayuda a darle pecho a Caleb.Aun no comprendo porque, pero, mis queridos hijos si no estoy cerca, no son capaces de tomarse los biberones con mi leche materna, es como si hicieran todo un berrinche innecesario solo por no verme. En especial, Rok. Por lo que, solo cuando estoy en la habitación, los niños reciben el biberón previamente preparado con mi leche, por lo que, somos los dos dándole alimento a dos de nuestros hijos.— Lamento que tengas que ayudarme, pero, l
Era feliz, porque después de tanto caos, mi vida había llegado en una especie de calma donde el sufrimiento y el dolor, no nos tocaban. Mis hijos, habían superado su parto prematuro de menos de veinte horas para la fecha mínima de los embarazos de hombres lobos.Los niños estaban conmigo y yo seguía viva. Era como si cada parte y persona que se estaba desviando o pensaban alejarme, volviera a mí y se aferrara de tal forma que fuera imposible pensar que alguno se marcharía.Sonrío por experimentar esta felicidad increíble y regreso al baño con mi pequeño Kurt, mientras Curthwulf tiene a Maxim y juega con él al punto de hacer reír al bebé. Frente a nosotros, en la misma bañera mandada a hacer para los cinco bebés, vemos a las dos niñeras sosteniendo a Caleb y Rok, quienes me buscan y sonríen al verme.Estaba feliz, pero, más feliz estaría cuando mi Chiara este con nosotros. Porque, sé que va a salir de todo problema de salud y volverá a ese lado que nunca debió abandonar; mi lado. Ansio