Despierto y como de costumbre él no está a mi lado. Mi corazón se hace pequeño al ver que se ha ido. Hoy es jueves, estoy a solo un día de salir de aquí así que todo va a estar bien. Seré libre, y quien sabe, quizás pueda haber una oportunidad para ambos allá afuera, donde pueda despertar y encontrarlo a mi lado. Solo con pensarlo mi corazón se siente mejor, y se llena de emoción.Corro hacia el cuarto de baño y lavo mi cara y mis dientes, me veo en el espejo y por alguna razón que no se cual es luzco más joven, y algo radiante. Me gusta lo que veo así que, me sonrió a mí misma y siento ganas de abrazarme, pero guardo ese abrazo para alguien que si lo necesita en este momento. Me visto rápidamente y bajo, todas las chicas están en lo suyo. Karenna está sentada en una de las mesas solo supervisando que todo quede limpio y ordenado. Creo que no se ha dado cuenta que he bajado un poco tarde, el cual no es problema porque mi parte del trabajo siempre estará lista para mí. Pero por suerte
SergioNo he dormido nada, desde que salí del Luxur en la madrugada, he dado vueltas por la cuidad en el auto, hasta que mi estomago decidió que tenía hambre y paré en una cafetería a desayunar mientras miraba el amanecer por una de las ventanas. No he dejado de pensar en lo que Emily me dijo acerca de la última página del diario de Elena, la verdad es algo que siempre ha estado en mí mente, en el fondo siempre creí en esa idea de que tal vez ella no lo había hecho. Pero esos pensamientos se vieían aplacados por toda la evidencia que mostraba que era un suicidio, y la policía nunca quiso investigar a fondo ya que todo era evidente. Comienzo que revivir de nuevo esa noche, desde nuestra discusión hasta la mañana siguiente donde encontré su cuerpo y cuando la policía llegó a nuestra casa. Recuerdo que conté todo exactamente como pasó, también recuerdo que al mencionar el nombre de Jakob los oficiales se pusieron nerviosos y quisieron dejarlo fuera de toda investigación ya que no había
Descarto mis planes de comer algo, se me ha ido el hambre, subo a mi habitación, tomo mi maleta previamente lista, bajo las escaleras hacia la cocina donde Harry está buscando que comer, me le acerco y le doy un abrazo que dura un poco, quizás el ultimo abrazo que vaya a darle.Salgo directamente al auto, y conduzco hasta el estacionamiento, necesito respuestas y estoy decidido a encontrarlas hoy. Llego quince minutos antes, me estaciono en el lugar de siempre, y aprovecho para revisar mi correo y confirmar que todo está listo, estoy sobretiempo, una vez llegando mi equipo a Berlín no podré hacer otra cosa más que poner en marcha la operación.La puerta de mi auto se abre y mi amigo se sienta.— Tengo quince minutos que necesitas— Que me digas donde puedo encontrar a estas chicasLe extiendo una fotografía de Elena abrazada con las tres chicas, y él la examina cuidadosamente.— Si las recuerdo, las amiguitas de tu hermana, recuerdo que las espiábamos cuando se quedaban en tu casa.—
Todo ha cambiado, la confirmación de que Elena no se suicidó le da un giro a mis planes grandemente, veo mi celular y tengo varias llamadas perdidas, mi equipo ya está en Berlín esperándome en el hotel, para repasar la operación de mañana, ignoro esas llamadas y mensajes, y desde un teléfono de emergencia marco el número de mi plan b.— ¿Quién habla?— Sergio Manccini, necesito hablar con Paolo Manccini— Espere un momento.Se escucha solo silencio por algunos segundos, una voz áspera llega a mis oídos por medio del auricular del celular, de hablar pausado y en un perfecto italiano.— ¿A qué se debe este gran milagro?— Me gustaría conocer a la familia de mi padre.— ¿Y tu padre está de acuerdo?— No se lo he preguntado.— Bien... se lo comentas luego. Enviare un mensaje a este número para darte instruccionesCuelga la llamada y tomo mi otro celular, escribo un mensaje rápido, a Michael explicando que debo arreglar asuntos con mi padre, y que estaré en el hotel mañana por la tarde.Re
La vibración de un celular me despierta. Estiro mi mano y lo busco a tientas, lo encuentro, pero ha parado de vibrar, en la pantalla se leen veinte llamadas perdidas, miro la hora y me sobresalto. ¡las doce del día! He dormido demasiado. Corro y me meto al cuarto de baño, opto por una ducha rápida, cuando estoy a punto de llegar a la puerta de salida, escucho mi nombre, camino hacia el lugar de donde salió la voz y veo a Harry justo enfrente al abrir la puerta de la habitación. Esta con la cabeza gacha viéndose sus manos, yo me se aparto de la puerta para que el pueda pasar y cierro. — ¿Cuándo ibas a decirme que el hombre por el que se suicidó Elena era Jakob? — Creí que ya lo sabias, solo pensé que no te importaba. Su mirada es fuerte y dura, es claro que no le ha agradado el comentario. —¿Por qué todos me tratan como un traicionero? — No sé, quizás porque llevaste a la quiebra el negocio que a papá tanto le costó levantar y luego para salvarlo te enredas con la mafia rusa y no
Descarto mis planes de comer algo, se me ha ido el hambre, subo a mi habitación, tomo mi maleta previamente lista, bajo las escaleras hacia la cocina donde Harry está buscando que comer, me le acerco y le doy un abrazo que dura un poco, quizás el ultimo abrazo que vaya a darle. Salgo directamente al auto, y conduzco hasta el estacionamiento, necesito respuestas y estoy decidido a encontrarlas hoy. Llego quince minutos antes, me estaciono en el lugar de siempre, y aprovecho para revisar mi correo y confirmar que todo está listo, estoy sobretiempo, una vez llegando mi equipo a Berlín no podré hacer otra cosa más que poner en marcha la operación. La puerta de mi auto se abre y mi amigo se sienta. — Tengo quince minutos que necesitas — Que me digas donde puedo encontrar a estas chicas Le extiendo una fotografía de Elena abrazada con las tres chicas, y él la examina cuidadosamente. — Si las recuerdo, las amiguitas de tu hermana, recuerdo que las espiábamos cuando se quedaban en tu cas
EmmNo paro de dar vueltas en la habitación, camino de aquí para allá y de allá para acá, con el celular que Sergio me dio en la mano. Lo reviso cada segundo. No hay nada.La opresión en el pecho es cada vez más grande, siento que no la soporto y respirar no está funcionando, trato de acostarme en la cama, pero el dolor parece aumentar horriblemente, tomo una almohada, escondo mi cara en ella, grito y lloro todo lo que puedo, solo quiero que este dolor se vaya. Cuando siento que no hay más lagrimas que pueda derramar me levanto nuevamente de la cama y continúo caminado. Reviso nuevamente el celular, aun nada.Solo la hora que indica que ya es de noche y debería prepararme para bajar. La opresión en el pecho crece más. No quiero trabajar. Solo quiero irme de aquí, necesito salir de aquí.Miro hacia las paredes y me siento claustrofóbica, es como si me asfixiara, y el rojo de la alfombra hace que me maree. Me siento en el suelo y con las rodillas tapo mis ojos, moviéndome hacia adelante
— Lo siento he mojado tu camisa.Veo su hombro totalmente empapado por mis lágrimas.— Tranquila, está bien.Me regala una bonita sonrisa combinada con esa mirada tierna que me hace sentir como una chica normal.Se escuchan dos golpes en la puerta, anunciando que se ha acabado el tiempo. Él mira su reloj yconfirma que ha pasado una hora. Eso es extraño porque él suele pagar la noche completa, desde que Jakob tiene esa promoción en el club.— Ve a vestirte, necesito que entres al baño cierres la puerta y no la abras hasta que yo te diga ¿tienes el celular?Corro al closet y busco mi caja de zapatos, tomo el celular y observo las otras cosas que tengo guardadas ahí.— Podrías llevarte esto, no me gustaría perderlasÉl se queda pensando un momento, toma su chamarra y envuelve mis recuerdos con ella.Yo quito mi collar de luna de mi cuello y se lo doy para que la guarde también.Vuelven a tocar la puerta dos veces.Él se acerca a mí y me da un tierno beso.— Tranquila sí, hoy saldrás de