Descarto mis planes de comer algo, se me ha ido el hambre, subo a mi habitación, tomo mi maleta previamente lista, bajo las escaleras hacia la cocina donde Harry está buscando que comer, me le acerco y le doy un abrazo que dura un poco, quizás el ultimo abrazo que vaya a darle.Salgo directamente al auto, y conduzco hasta el estacionamiento, necesito respuestas y estoy decidido a encontrarlas hoy. Llego quince minutos antes, me estaciono en el lugar de siempre, y aprovecho para revisar mi correo y confirmar que todo está listo, estoy sobretiempo, una vez llegando mi equipo a Berlín no podré hacer otra cosa más que poner en marcha la operación.La puerta de mi auto se abre y mi amigo se sienta.— Tengo quince minutos que necesitas— Que me digas donde puedo encontrar a estas chicasLe extiendo una fotografía de Elena abrazada con las tres chicas, y él la examina cuidadosamente.— Si las recuerdo, las amiguitas de tu hermana, recuerdo que las espiábamos cuando se quedaban en tu casa.—
Todo ha cambiado, la confirmación de que Elena no se suicidó le da un giro a mis planes grandemente, veo mi celular y tengo varias llamadas perdidas, mi equipo ya está en Berlín esperándome en el hotel, para repasar la operación de mañana, ignoro esas llamadas y mensajes, y desde un teléfono de emergencia marco el número de mi plan b.— ¿Quién habla?— Sergio Manccini, necesito hablar con Paolo Manccini— Espere un momento.Se escucha solo silencio por algunos segundos, una voz áspera llega a mis oídos por medio del auricular del celular, de hablar pausado y en un perfecto italiano.— ¿A qué se debe este gran milagro?— Me gustaría conocer a la familia de mi padre.— ¿Y tu padre está de acuerdo?— No se lo he preguntado.— Bien... se lo comentas luego. Enviare un mensaje a este número para darte instruccionesCuelga la llamada y tomo mi otro celular, escribo un mensaje rápido, a Michael explicando que debo arreglar asuntos con mi padre, y que estaré en el hotel mañana por la tarde.Re
La vibración de un celular me despierta. Estiro mi mano y lo busco a tientas, lo encuentro, pero ha parado de vibrar, en la pantalla se leen veinte llamadas perdidas, miro la hora y me sobresalto. ¡las doce del día! He dormido demasiado. Corro y me meto al cuarto de baño, opto por una ducha rápida, cuando estoy a punto de llegar a la puerta de salida, escucho mi nombre, camino hacia el lugar de donde salió la voz y veo a Harry justo enfrente al abrir la puerta de la habitación. Esta con la cabeza gacha viéndose sus manos, yo me se aparto de la puerta para que el pueda pasar y cierro. — ¿Cuándo ibas a decirme que el hombre por el que se suicidó Elena era Jakob? — Creí que ya lo sabias, solo pensé que no te importaba. Su mirada es fuerte y dura, es claro que no le ha agradado el comentario. —¿Por qué todos me tratan como un traicionero? — No sé, quizás porque llevaste a la quiebra el negocio que a papá tanto le costó levantar y luego para salvarlo te enredas con la mafia rusa y no
Descarto mis planes de comer algo, se me ha ido el hambre, subo a mi habitación, tomo mi maleta previamente lista, bajo las escaleras hacia la cocina donde Harry está buscando que comer, me le acerco y le doy un abrazo que dura un poco, quizás el ultimo abrazo que vaya a darle. Salgo directamente al auto, y conduzco hasta el estacionamiento, necesito respuestas y estoy decidido a encontrarlas hoy. Llego quince minutos antes, me estaciono en el lugar de siempre, y aprovecho para revisar mi correo y confirmar que todo está listo, estoy sobretiempo, una vez llegando mi equipo a Berlín no podré hacer otra cosa más que poner en marcha la operación. La puerta de mi auto se abre y mi amigo se sienta. — Tengo quince minutos que necesitas — Que me digas donde puedo encontrar a estas chicas Le extiendo una fotografía de Elena abrazada con las tres chicas, y él la examina cuidadosamente. — Si las recuerdo, las amiguitas de tu hermana, recuerdo que las espiábamos cuando se quedaban en tu cas
EmmNo paro de dar vueltas en la habitación, camino de aquí para allá y de allá para acá, con el celular que Sergio me dio en la mano. Lo reviso cada segundo. No hay nada.La opresión en el pecho es cada vez más grande, siento que no la soporto y respirar no está funcionando, trato de acostarme en la cama, pero el dolor parece aumentar horriblemente, tomo una almohada, escondo mi cara en ella, grito y lloro todo lo que puedo, solo quiero que este dolor se vaya. Cuando siento que no hay más lagrimas que pueda derramar me levanto nuevamente de la cama y continúo caminado. Reviso nuevamente el celular, aun nada.Solo la hora que indica que ya es de noche y debería prepararme para bajar. La opresión en el pecho crece más. No quiero trabajar. Solo quiero irme de aquí, necesito salir de aquí.Miro hacia las paredes y me siento claustrofóbica, es como si me asfixiara, y el rojo de la alfombra hace que me maree. Me siento en el suelo y con las rodillas tapo mis ojos, moviéndome hacia adelante
— Lo siento he mojado tu camisa.Veo su hombro totalmente empapado por mis lágrimas.— Tranquila, está bien.Me regala una bonita sonrisa combinada con esa mirada tierna que me hace sentir como una chica normal.Se escuchan dos golpes en la puerta, anunciando que se ha acabado el tiempo. Él mira su reloj yconfirma que ha pasado una hora. Eso es extraño porque él suele pagar la noche completa, desde que Jakob tiene esa promoción en el club.— Ve a vestirte, necesito que entres al baño cierres la puerta y no la abras hasta que yo te diga ¿tienes el celular?Corro al closet y busco mi caja de zapatos, tomo el celular y observo las otras cosas que tengo guardadas ahí.— Podrías llevarte esto, no me gustaría perderlasÉl se queda pensando un momento, toma su chamarra y envuelve mis recuerdos con ella.Yo quito mi collar de luna de mi cuello y se lo doy para que la guarde también.Vuelven a tocar la puerta dos veces.Él se acerca a mí y me da un tierno beso.— Tranquila sí, hoy saldrás de
El sonido de una puerta cerrándose me ha despertado.Uno de los hombres de al lado se ha bajado para abrir un gran portón. La luz comienza a iluminar el día. Aún sigo adormilada. La camioneta avanza nuevamente, y se cierra el portón. Otra vez oscuridad. Todos bajan del auto, se quitan sus chalecos y lo dejan en una bolsa negra de basura. Sergio me ayuda a quitarme el mío. Veo que lleva la pequeña arma que me dio en el club, en su cintura, llevo mi mirada hacia mis manos y no recuerdo en qué momento se la devolví. La verdad es que ya casi no recuerdo nada, es como algo que nunca pasó, como un mal sueño.Las últimas imágenes que tengo presente es que mientras la camioneta avanzaba en su huida, unas llamas consumían en Luxur por completo. Se veía tal y como el infierno que era. Sergio me toma de la mano y me guía por una puerta. Parece ser una bodega, hay filas de sacos apilados, con quien sabe que sea. Al final de la bodega hay una puerta, Gian la abre y es lo que parece ser un
Sergio El agua caliente corre por mi cuerpo dejándome una sensación de relajación, después de todo lo que ha pasado esta noche la tensión se había apoderado de el.Después de todo estoy contento con el resultado , al final todo salió como lo planeado solo hubo una ligera desviación de el plan.Emily.Yo debía de estar con el equipo, debía ser parte del operativo, debas poner mis manos sobre Vladimir Jakob yo mismo, así como lo planee hace meses. Debía darle la palia que se merecía antes de encerrarlo.Pero si o hacia, si me dejaba llevar por la ira, por finalizar mi venganza Emily habría muerto junto con el resto de personas de ese club.Michael me dejo bien en claro que no movería ni podría en riesgo equipo por salvar la vida de las prostitutas, ellas forman parte del daño colateral y la muerte de ellas beneficia al departamento y ayudan a aumentar los cargos y años de pena que probablemente Vladimir Jakob se podrá quitar.Porque finalmente lo encontramos justo en el momento exacto