Miguel ni siquiera lo pensó dos veces y le lanzó una bofetada a la cara del guardia. Con tal fuerza que el hombre de casi dos metros sintió como si su cara hubiera sido golpeada por un automóvil.Se dio la vuelta y cayó pesadamente al suelo con un ¡bam!Todos los allí presentes se quedaron pálidos.
Miguel estaba sentado en la sala de té, bebiendo té aburrido y sorbiendo su té. No sabía cuándo regresaría Pedro. A lo que se levantó tranquilamente de la sala de té. En los pasillos vio varias enfermeras corriendo de aquí para allá. De repente, se escuchó una pelea.Miguel se acercó curioso y en u
Lo que más odiaba era cuando estaba intentándole salvar la vida salvando a alguien y otros que no tenían ni idea no cerraban la sucia boca y solo se limitaban a proferir palabrotas. Lo cual no ayudaba nada. El hombre solo quería replicar, pero cuando vio la mirada fría de Miguel, todo su cuerpo tem
El paciente sonrió incómodo después de escuchar esto. Se levantó lentamente y dijo: —Hoy todo fue gracias a que el señor Rodríguez intervino. Pero ahora tengo muchos pendientes por arreglar, así que me retiraré. En el futuro, cuando ustedes dos visiten mi lugar, todos los gastos serán por mi cuenta
Sandra a un lado estaba completamente asombrada. Su abuelo siempre consideraba esa planta como un tesoro, y ahora la estaba regalando sin cargo a Miguel. ¿Su abuelo estaba tan interesado en ese muchacho? Pero no se atrevió a decir mucho, rápidamente se volvió para obtener la medicina para Miguel. M
Después de muchos años sin verse, ambos estaban gratamente sorprendidos. Ana rápidamente le preguntó: —¿Qué estás haciendo aquí?Rosendo sonrió mientras explicaba: —Mi jefe ha contraído un resfriado, así que vino al Hospital de Riomar para recibir tratamiento. Vine a echar un vistazo.—¿Tu jefe? ¿Q
Alicia Salamanca, ahora la líder del conglomerado comercial de la familia Salamanca, la misma que colaboró anteriormente con los Álvarez —explicó Rosendo. Al escuchar estas palabras, Pedro entendió de inmediato, y sonriendo dijo: —No te preocupes por este asunto, alguien ya lo ha resuelto. No pasa
En ese momento, Alicia se encontraba sentada en silencio en la cama del hospital. Su teléfono estaba a un lado. De repente, la pantalla se iluminó, mostrando la llamada de Miguel. Ella ya conocía de memoria ese número.Sin dudar un instante, Alicia rechazo de inmediato la llamada. Se sentía como una