CAPITULO 4.

—Veo que estás haciendo tus deberes.

—Tú y yo hicimos un trato, y lo voy a cumplir, lo único que quiero es que dejes a mi familia en paz.

—Si tu cumple yo también lo hare, de eso no te preocupes. Aquí te he traído algo de ropa, mañana debes de ir la mansión a ver al abuelo.

—¿Qué? y eso por qué?

—El arreglo el matrimonio y solo ha conversado con tus padres y desea conocerte, por suerte la verdadera Eva no había tenido la oportunidad de conocer a la familia directamente así que será fácil para ti actual.

—¿Y Alejandro?, el si había visto a la verdadera Eva.

—Los dos fueron a una cita a ciegas y casi no se hablaron y yo lo observé desde lejos, así que él no sabe cómo es la verdadera. Hablando de él, como novio me imagino que pasara a recogerte por lo que lo mejor seria que te traslade al apartamento de Eva.

—¿Cuándo nos iremos?

—Recoge la laptop y cualquier cosa que tengas lo mejor es que te mudes hoy.

Eva sin basilar recoge lo poco que tiene ahí para irse con él, quizás y el ambiente de la casa de ella sea mejor, así cuando tenía todo recogido salió para irse.

—No puedes salir vestida así, ahora eres Eva del Castillo y siempre deberás verte y vestirte como ella, toma la bolsa que traje y ponte lo que hay ahí, luego te llevaré dónde un estilista para que arregle tu cabello.

Sin decir nada ella tomó la bolsa que él trajo y se fue al cuarto para cambiarse, su destino ya estaba sellado y por más que quisiera evitarlo era imposible. Lo único que le queda en este momento es obedecer todo lo que él le dice para sobrevivir, luego cuando él se sienta en confianza y crea que está de acuerdo con todo lo que le dice ella aprovechara cualquier oportunidad para huir.

Dentro de la bolsa hay un traje azul entallado y una blusa blanca, al igual que unos zapatos blancos. Eva se vistió y se recogió el pelo en un moño, se puso unos pendientes pequeños y salió del cuarto.

Marcos se quedó mirándola cuando la vio salir, él esta impresionado con la gran similitud de ella y la verdadera dueña de la ropa que Eva trae puesta.

—De verdad que eres idéntica a ella. — le dice y luego por instinto va hacia ella y le coloca un mechón de pelo detrás de la oreja. Eva se queda inmóvil mientras él está a poca distancia de ella. — vámonos no quiero que se nos haga tarde.

El se alejo de ella y fue hacia la puerta, Eva tomó las pocas pertenencias que tenía ahí y lo siguió.

Un auto lo estaba esperando afuera, Marcos le indicó que subiera a el auto y luego se fueron de ese lugar.

—La reunión de mañana es muy importante y será el cimiento para tu llegada a la familia Montenegro, Alejandro te vendrá a recoger mañana para llevarte a la mansión, y yo estaré esperándote allá con la familia. — mientras el habla ella lo escucha tratando de captar todo lo que él le está indicando. — toma, este será tu teléfono.

Ella tomo el teléfono mientras lo miraba sorprendida, ya que este teléfono era un medio de comunicación para ella.

—Ok. — ella le dice mientras ve el teléfono que tiene en sus manos.

—No intentes llamar a tu familia, porque si lo haces lo voy a saber, cada llamada y cada mensaje que tu hagas lo sabre, ese teléfono esta intervenido así que no intentes nada estúpido.

La poca esperanza que ella tubo y que había florecido en ella en ese momento se desvanecieron, definitivamente su vida estaba bajo su control.

Tardaron unos veinte minutos y ellos llegaron a un lujoso salón de bellezas, Marcos decidió acompañarla mientras a ella la arreglaban, él quiere asegurarse de que su apariencia sea completamente igual a la de Eva.

Eva solo cerró los ojos mientras las estilistas hacían su trabajo, aunque que ella quisiera decir algo o quejarse no lo podía hacer, lo único que ella puede hacer es quedarse ahí en esa silla y dejar que hagan lo que tienen que hacer.

—Esta lista. — le dijeron, ella abrió los ojos y se vio en el espejo.

Ella no podía creer lo que estaba viendo en ese instante, si ella había tenido alguna duda de que su parecido a Eva del Castillo no era tan idéntico ahora esas dudas se han ido.

Con la ropa que lleva puesta y el mismo estilo en su corte de cabello, era imposible notar la diferencia.

Eva se puso de pie y fue hacia donde se encuentra Marcos.

—Ya estoy lista — le dice, él posó su mirada en ella y sintió como si de verdad estuviera frente a él a la mujer que amó.

—Definitivamente ahora eres Eva del Castillo. — le dijo mientras daba una vuelta de trescientos ochenta grados alrededor de ella.

—Pero aun así no soy ni seré ella. — le dice Eva y el se le acerca y la toma del brazo con fuerza.

—Aunque no lo eres debes de hacer tu mejor esfuerzo para ser como ella, de eso depende tu vida y la de tu querida familia. — le dice mientras sigue ejerciendo presión sobre su brazo, para luego soltarla con brusquedad.

—Eres un patán.

—Lo sé. — responde con una sonrisa. — te llevaré a cenar y comprobaremos tus modales.

Eva tiene hambre, pero no quiere de ninguna manera irse a cenar con él.

— No tengo hambre. — ella le miente.

—Si tienes o no tienes hambre eso no me interesa, iremos a cenar de toda manera, tengo que asegurarme de que en verdad sabes cómo comportarte en la mesa o me veré obligado a enseñarte yo mismo está noche.

—Vallamos a cenar entonces.— le dijo al ver que de toda manera él la haría ir

Los dos salieron del salón belleza y se fueron para el restaurante.

Mientras estaban en el restaurante cenando Marcos se dedicó a observar cada uno de sus movimientos, Eva recordó todo lo que había aprendido con los vídeos que él le ha dado. Pero ella no es una analfabeta o una chica sin modales, mientras estuvo estudiando en la secundaria siempre quiso ser una persona refinada por lo que asistió a algunas clases de etiqueta y siempre se ha instruido viendo algunos vídeos en plataforma sociales.

La cena no fue agradable para ella, simplemente comió lo que él quiso y posó para él, así que cuando terminaron y se fueron ella estaba feliz.

—Vivirás aquí, hasta que te cases y deberás usar la ropa y accesorios que hay en la casa. — le dijo cuando llegaron a la casa.

—Está bien 

— No trastes de hacerte la lista y sigue mi juego, si intentas escapar no vivirás para contarlo, dejaré a alguien vigilando y ya le di orden de matarte si lo intentas.

Ella lo miró aterrada ya que cuando la amenazaba lo hacía de una manera fría y despiadada.

—Sal y duerme temprano, mañana será un largo día. — sin decir una sola palabra Eva salió del auto y entró a la casa usando la lleve que él le había dado.

Cuando estuvo dentro ella cerró la puerta y se dejó caer en el suelo, en ese momento se preguntó ¿cuándo podría respirar en paz? ¿Y hasta cuando estaría así?, pero nada estaba más lejos de la realidad, porque ahora es que su largo recorrido está iniciando.

Se puso de pies y fue hacia el cuarto principal, ella se quitó la ropa que trae puesta y se preparó para dormir. Mientras estaba en la cama recibió una llamada de un número desconocido, al principio al verlo pensó en no contestar, pero luego decidió hacerlo ya que podría ser Marcos y si ella no contesta el teléfono quizás se enoje y eso no es algo que ella desee en este momento.

—Hola. — dice cuando contesta la llama.

—Señorita Castillo. — dijo la voz de un hombre del otro lado del teléfono y ella se quedó en silencio por unos segundos ya que en ese momento la estaba llamando alguien que ella no conoce.

—Si soy yo. — le contesta algo cautelosa.

—Te habla Alejandro Montenegro, te estoy llamando para decirte que mañana nos reuniremos con mi familia y te pasare a recoger a la diez de la mañana.

—Está bien, te esperare en mi casa.

—Bien. — le contesta y cuelga el teléfono sin dejar que ella le diga nada más. Eva esta sorprendida al darse cuenta de que este hombre de verdad no demuestra ningún interés por su prometida. Pero ella no estaba dispuesta gastar su mente pensando en nada de eso, ya que a ella le convenia esa situación, porque cualquier interés que él tenga le perjudicaría ya que tendría que acostarse con el y entre sus planes esa era una de las cosas que quería evitar.

Eva se acomodo en cama y cerro los ojos tratando de conciliar el sueño.

Al día siguiente ella se levanto temprano, busco en el enorme closet lo que usara ese día para ir a conocer a la familia Montenegro.

Ella eligió un lindo traje color blanco de dos piezas y lo combino con unos zapatos color rosa pastel y un bolso plateado. Usando una fotografía de la otra Eva ella se maquillo tratando de usar el mismo estilo que ella tenía, su tiempo trabajando en el centro comercial le habían dado diferentes habilidades y entre esta era el poder maquillarse de una manera perfeccionar ya que al servir a las clientas VIP ella usabas sus habilidades para mostrarle lo bien que se verían en ellas los productos que vendían.

A la nueve y media el timbre de su puerta sonó, ya ella esta lista, así que suponiendo que quien esta en la puerta es Alejandro tomo su bolso y fue a abrir la puerta.

—Hola. — le dijo mientras se quedaba impresionada con el guapo hombre que estaba frente a ella en ese momento.

—Si estas lista vámonos, no quiero llegar tarde.

Alejandro fue cortante con ella, él se fue hacia donde está su auto y ella sorprendida por su altitud solo lo siguió y subió al auto, ambos se fueron hacia la mansión y durante el camino no se dijeron una sola palabra.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo