Karman quien estaba hablando con algunas de las esposas de los colegas de Dominic, sintió como si algo realmente fuerte la atrajera. Todavía con su sonrisa dio media vuelta y sus ojos quedaron enganchados con esos esmeraldas. Karman dejó de respirar y su corazón dejó de latir por unos segundos solo
―Bien. ―Jay bufó. ―Pero no tardes demasiado, ¿De acuerdo? ―Trevor agrandó la sonrisa, ama a ese hombre y lo tanto que lo apoya, todavía no comprende el odi0 que su padre le tenía a pesar de ser bueno en absolutamente todo. Para Jay no fue difícil tener la atención de Dominic, realmente le sorprendi
El corazón de Karman parecía querer correr de su pecho por lo desenfrenado que late, ella estaba tan llena de pasión y lujuria que su mente se bloqueó de inmediato. El hombre imponente sobre ella no hace más que llevarla al límite de la excitación. ―Esto no está bien. ―Susurró jadeante. ―Pero simpl
―Es mi tulipán. ―Lo miró sin ánimos de pelear. ―Es ella, viejo… es mi chica. ―Negó varias veces. ―Tiene cicatrices que no tenía antes, ese golpe en su frente y su pelo rojo… esas son cosas distintas, pero es ella… ―Eso no lo sabes. ―Resopló dolido por verlo sufrir tanto. ―Hijo, de ser ella la conex
Trevor se pasó todo el día de malhumor, no soportaba ni siquiera ver a sus trabajadores. Karman ocupa por completo todos sus pensamientos y el saber que no podrá verla como él lo deseaba lo tiene aún peor. ¿Cómo puede él hacer para recuperarla? ¿Cómo pasaron las cosas? ¿Por qué la conexión no está?
Karman se movió inquieta, no sabe si reunirse con Trevor o quedarse en casa y llamarlo para dejarle las cosas claras. El bebé está dormido y Dominic ya se había ido a su junta, estaba libre de salir de casa, pero frente a ese hombre de ojos esmeraldas no puede contenerse. Desesperada por verlo a la
Los sueños han empeorado gracias a su depresión, el saber que Dominic, el hombre que la salvó y quien no ha hecho más que ser bueno con ella y el mismo que jamás la ha abandonado por muy difícil que fuera su recuperación sabe que lo traicionó sin ninguna vergüenza, la mata. Ese video que Trevor le
Trevor como las últimas dos semanas, miró por el ventanal desconectado de su entorno, la mujer que ama, esa que le arrebataron y después le hicieron llorar lo había abandonado nuevamente y esta vez por su propia voluntad y él no podía hacer nada porque de hacerlo la lastimaría. Ella no tiene memoria