Luego de encontrar el cuerpo de Giada, los Petrucci creyeron que todo se iba a poner mejor, pero lo cierto es que el golpe vino desde dentro y eso los agotó a todos mentalmente.Saber que Vicente había sido el responsable de la desaparición de Anna y de la muerte de Giada, además del intento de homicidio en contra de Joshua, fue algo que caló muy hondo en todos. Pero para Fabrizzio la herida había sido más profunda ese día, porque supo las razones para que Giada se involucrara con Vicente.Y es que este sabía que tenía un amante.Lo que no se esperó es que fuera Gian Franco ese amante. Su hermano mayor, el que admiraba y con quien había compartido sus temores años atrás. En ese instante comprendió por qué le dio el dinero para que se fuera a Florencia y luego no le permitió que le regresara la inversión.Desde entonces, Fabrizzio s
Decirles a sus hijos que estaba enfermo no fue algo sencillo para Fabrizzio, sin embargo, con la ayuda de Gianna, tanto Fabián como Alessandro entendieron perfectamente la situación de su padre y en lugar de llorar desconsolados porque podrían perder a su padre, sólo lo abrazaron para infundirle más esperanza.—Dios no va a dejar que un hombre tan bueno como tú abandone a sus hijos —le dijo a Alessandro.—Pienso igual que mi hermano padre, que bueno que tía Gianna se enteró de que estabas enfermo porque de otra manera… No nos habrías dado una segunda oportunidad.Luego de eso, ambos habían ido al médico y Fabrizzio le había entregado todos los análisis que le habían hecho anteriormente. El médico lo revisó detalladamente y ordenó que se le practicaran los mismos estudios.Y aunque el doctor tenía ciertas sospechas sobre aquel diagnóstico, no se las hizo saber hasta no tener los resultados de los nuevos análisis.Ni siquiera hay que mencionar el nerviosismo y la incertidumbre en la que
Las fuertes y grandes manos de Fabrizzio van a su cintura para atraerla más a su cuerpo. Cuando Gianna siente el cuerpo del hombre de esa manera, siente un escalofrío delicioso que le recorre la piel y se separa un poco para verlo a los ojos.—Todo este tiempo he evitado estar así, besarte así… tenía miedo de hacerte el amor para luego morir y no poder darte jamás el placer que estoy dispuesto a darte ahora.«Pero antes de continuar, necesito saber qué sientes tú, qué es lo que deseas, porque si no estás segura para llegar a la intimidad aún, lo entenderé y esperaré lo que sea necesario —Fabrizzio le sonríe con sinceridad y Gianna lo mira como si estuviera encandilada por aquella luz que estuvo apagándose todo ese tiempo y de pronto ha renacido con un fulgor impresionante.Para nadie debe ser sencillo saber que morirá, pero Fabrizzio se lo tomó de una manera muy diferente a la que ella vivió con Giulio, aunque bien puede ser la circunstancia que rodeaba a Fabrizzio en su momento, los
La felicidad entre Fabrizzio y Gianna es tan inmensa, que incluso quienes los rodean se sienten bien.Las escapadas al hotel son constantes, casi a diario, porque es el único lugar donde pueden estar en la intimidad tranquilos. Además, en la mansión no han querido compartir cuartos, para no incomodar a los niños, pensando en que, aunque estos acepten su relación, les puede parecer raro que su tía y su padre duerman juntos.Pero a los dos se les olvida un gran detalle y es que los chicos no son tontos.—Papá, ¿cuándo invitarás a tía Gianna a que duerma contigo? —a Fabrizzio se le sale el jugo por la nariz, Gianna se ahoga con la tostada y a Fabián se le sale la risa más grande en mucho tiempo.—Hijo, ¿por qué preguntas? —le dice Fabrizzio mientras se limpia.—Porque ustedes se quieren y cuando una pareja se quiere, duermen juntos, ¿verdad? —Alessandro mira a su hermano buscando apoyo y este asiente.—Sí, enano —le dice con cariño Fabián—. Pero ellos primero se deben casar, no queremos
Para el resto de los hermanos Petrucci, saber que Alonzo estuvo en la pedida de mano de Fabrizzio fue una mezcla de risas y envidia, así que todos sacaron lo que se les ocurrió en aquel almuerzo familiar de domingo para sumarse a la petición para ser cuñada de toda esa tropa de hormonas.Incluso Pietro, quien está pasando por su segundo divorcio.—¿Estás bien, hijo? —le pregunta Octavio disimuladamente, porque es el único que sabe lo que sucede en realidad con su hijo.—Sí, después de todo sigo siendo el infeliz infiel, maltratador y despiadado —dice bebiendo de su jugo—. Así que es mejor que lo dejemos así.—¿Cuándo le dirás a tus hermanos?—Cuando se dicte la sentencia, que espero sea la próxima semana. Lo mejor de todo es que no se lleva nada, ni siquiera a mi hijo, porque los testigos fueron lapidarios, incluyendo el psicólogo que exigió el juez.Octavio asiente y le da unos golpecitos en el hombro, de todos sus hijos, Pietro es el que más ha sufrido y esa imagen que todos tienen
Organizar una boda para dentro de un mes no es cosa sencilla, más si todos los Petrucci quieren participar de manera activa. Pero cuando estaban en la elección de las flores para decorar el espacio en donde se casarán, se armó tanto ruido, que Gianna tuvo que sacar un megáfono, regalo de Anna para contener a las masas.Paró todo, los corrió a todos y dijo que se quedaría sólo con las mujeres, así que, recuperado el mando, sólo Fabrizzio se quedó con ella y por supuesto que todo quedó de maravilla.Ir a elegir el vestido no fue tan tortuoso, porque Anna tenía experiencia en eso y la ayudó lo suficiente para que no se sintiera abrumada. Cinco modelos bastaron para elegir el indicado y cuando al fin se lo puso, tanto Gretta como Anna se quedaron impactadas.—Gianna… —le dijo Gretta con dramatismo—. Vamos a tener que amarrar al novio, porque dudo que quiera aguantarse la ceremonia y la fiesta, ¡te ves hermosa!Sólo eso le bastó para saber que ese era el indicado, por lo que el resto del a
Sinopsis Secretos del CorazónPietro Petrucci es el segundo hijo de una familia sólida, amorosa y con valores férreos. De su padre aprendió a que las mujeres se aman, se respetan y, por sobre todo, se protegen. Y es precisamente eso lo que le juega en contra, pero prefiere que nadie se entere de las verdaderas razones para estar pasando por su segundo divorcio.Cara Modigliani es una hermosa actriz de treinta y dos años que escapa de la prensa constantemente, quienes desean saber las razones para que nunca se le conociera una pareja, sin saber que le huye al amor para no salir herida como su hermana mayor, quien se quitó la vida por culpa de un hombre.Pero la vida se encarga de juntar a estas dos almas que no quieren complicaciones, sin embargo, terminan en algo más que eso y desentrañando los secretos que guardan celosamente en sus corazones.***Capítulo 1Un hombre que no sabe elegirPietro se aparta en el preciso instante en que el florero de mil dólares pasa muy cerca de su orej
Tras las recomendaciones de su agente, Cara ahora va de camino a Roma en un avión comercial en primera clase. El hombre sentado a su lado la mira constantemente, puesto que va con una peluca y con gafas de sol para que no la reconozcan. Sin embargo, ella no tiene la misma suerte que la Mujer Maravilla o Superman.—Disculpe —se excusa ella al ponerse de pie y pedirle al desconocido que la deje pasar. Camina a hacia el baño tratando de pasar lo más desapercibida que puede, pero la verdad es que muchos de los ojos se posan en ella.Se encierra en el baño y se mira al espejo, dejando salir un suspiro cansado. No es que no le guste estar cerca de la gente, de hecho, esa es una de las cosas que más le encanta de su carrera. Pero no son las personas de primera clase a las que a ella le interesa cautivar.Cuando al fin pone los pies sobre el suelo de Roma y sale con su equipaje, ve una persona que lleva un letrero que dice «Cristina Maver», ese es el nombre encubierto que suele usar para pode