—Son 11:34 —respondió Walter molesto. —Gracias, caballero. —Marco asintió gustoso y se apartó de la farmacia, internándose en la primera calle que lo llevara hacia la parte trasera del local, sin que Walter se diera cuenta. Cuando el ayudante de Rainer buscó a Carina dentro de la farmacia, ella
Carina no pudo contenerse y abofeteó a Rainer, indignada por sus palabras. —¡Ese hombre mató a mi madre de la manera más cruel! ¡Me la arrebató cuando era un niño! ¡Se merece morir solo! —exclamó furioso, haciéndole frente a Carina. —¿Y yo soy la culpable? —preguntó entre lágrimas—. ¿Por eso no t
En el pórtico de la enorme mansión Winter, Rainer esperaba sentado en las escaleras, con la mirada perdida en la arboleda lejana. En cuanto llegó el auto de su padre, su odio se reencendió. —¿Rainer? ¿Qué haces ahí? —preguntó el señor Winter con media sonrisa, pero el semblante de su hijo lo hi
—Sé que tú eres la heredera del Corporativo y créeme que no tenía intenciones de pelear por tu lugar… —dijo Carina en la residencia Harper, frente a su hermana— …pero necesito el poder y el dinero que esa empresa me podría dar. —Carina… No sé que estés pensando. Sé que las cosas en Alemania no fuer
Carina vio como el rostro de la enfermera palideció. —Sé lo que hiciste, Matilda… —agregó cambiando ese tono tierno por uno frío y lleno de rencor—. Tengo pruebas de que mataste a mi abuelo. —¡Carina! ¡¿Cómo te atreves a decir eso?! —exclamó Matilda retrocediendo asustada. —Recibiste una fuerte
—Ya empezó… Román Gibrand intentará acabar con nosotros —dijo Aaron desesperado. —Él no… —contestó Rainer con la voz cargada de dolor. Había seguido de cerca las noticias relacionadas a los Gibrand. Sabía de la nueva CEO del Corporativo y también de su boda con Noah Smith—. Carina Gibrand. Ese e
Sus pasos la llevaron a la puerta de la universidad, pero no tuvo valor para entrar, después llegó hasta la empresa y trató de visualizar el último piso donde sabía que Rainer debía estar trabajando. El dolor fue tal que tuvo que irse de inmediato para evitar llorar. No quería verlo, su corazón no l
Rainer profundizó el beso, sus labios tenían el mismo sabor, a ese momento de adolescencia y libertar, donde no había grandes responsabilidades y creía que Candy sería la mujer con la que compartiría el resto de sus días, pero algo faltaba, se sentía incompleto y no alcanzaba a tocar su corazón. S