El juicio parecía eterno para Frida, cada argumento de Jimena era invalidado por los abogados de Edward. Román no había sido un buen hombre en muchos años y ahora era difícil poder defenderlo de su pasado. Cuando la sesión de ese día terminó, Frida corrió hacia Román, deseosa de consolarlo y al mi
—Tengo que hablar con Román… —Le han cancelado las visitas hasta terminar el juicio… —Entonces hablaré con Martina, es ella quién está orquestando todo esto, lo sé… Marco me lo dijo… —Martina te puede demandar por acoso y levantar falsos. Aunque ella está pagando a los abogados que defienden a l
—La última vez que te vi, te dije que solo habría dos opciones —dijo Johan y una sensación amarga dominó su pecho—. Soltarte o llevarte al infierno… —¿No solo viniste a ayudarme? —Lorena deseaba en el fondo irse con ese hombre peligroso de mirada rota. —No, también vine para despedirme por última
Emma había escapado de la escuela y llegado al edificio donde trabajaba Edward. Se sentía intimidada y con ganas de regresar a casa. Se armó de valor y entró ante la mirada arrogante de la mayoría de los trabajadores. —Niña, no puedes estar aquí… —dijo la recepcionista sospechando que se había p
En el despacho que alguna vez había pertenecido a Tiziano Sorrentino, Jimena y Álvaro estaban preparando la defensa del día siguiente. Se enfrentarían al momento decisivo para salvar a Román de las rejas, pero ante los ojos de Jimena parecía imposible, no solo se trataba de la muerte de Jake, sino o
Agarró su rostro con ternura y la besó. Si en las malas ella había permanecido firme a su lado, en las buenas la colmaría de cariño y comodidades, de su más pura fidelidad y amor. Encerraron a la actriz que había fingido ser la hermana de Jake y emitieron una orden de arresto a Martina Gibrand, pe
—¡Lorena! La pobre sirvienta pegó un brinco y lanzó el control de la pantalla al aire.—¡Señor! —exclamó poniéndose de pie, encontrándose con la mirada divertida de Hugo quien le había gastado la broma—. Solo eres tú.Lo vio con recelo y se dejó caer de nuevo en el sillón.—Lo siento, tenía que int
Ya no soy ese joven sin futuro que solo representaba rebeldía y una carga para la familia Gibrand. Ahora soy un hombre con un propósito y que ha cosechado logros suficientes para ofrecerte algo más que vergüenza. Te quiero y te extraño, Emma. Espero que pases un feliz cumpleaños y que no me hayas o