Capítulo 14 —Acallando al corazónNarrador:La madrugada se filtraba en la habitación de Maya, cubriendo todo con un manto de calma engañosa. Por primera vez en días, ella había logrado quedarse dormida, exhausta por el peso emocional del velorio y las discusiones con Liam. Sus sueños eran un refugio tenue, una burbuja de tranquilidad que estaba a punto de romperse. El calor de algo húmedo y cálido la arrancó lentamente del sueño. Al principio, pensó que era un fragmento de su inconsciente, pero al abrir los ojos, lo primero que vio fue la figura de Liam sobre ella. Su blusa estaba levantada, dejando al descubierto sus senos, y sus labios se movían con precisión deliberada alrededor de uno de sus pezones. Maya contuvo el aliento, su cuerpo reaccionando instintivamente antes de que su mente pudiera procesar lo que estaba sucediendo.—¡Liam! —exclamó en un susurro ahogado, sus manos tratando de apartarlo—¡Detente! Estamos en la casa nuestros padres, esto no puede pasar aquí.Él levantó
Capítulo 15 —¿Defensa o atanque?Narrador:La mañana estaba tranquila en la casa de Elena. El sol entraba tímidamente por las cortinas del comedor mientras Liam estaba sentado frente a una taza de café y un plato de tostadas. Su semblante parecía relajado, pero sus ojos delataban que su mente estaba a kilómetros de distancia.Elena entró al comedor, con una sonrisa suave en su rostro mientras tomaba asiento frente a su hijo.—Buenos días, cariño —dijo mientras se servía una taza de té —¿Sabes si Maya ya se levantó?Liam levantó la mirada de su café, encogiéndose de hombros.—No lo creo. Dijo que estaba cansada anoche. Probablemente siga en su habitación.Elena asintió, con una expresión de ligera preocupación.—Espero que haya podido descansar. Ha sido mucho para ella estos días.Antes de que Liam pudiera responder, el sonido de pasos ligeros llamó su atención. Maya apareció en el umbral de la puerta, luciendo un vestido sencillo pero elegante. Su rostro estaba fresco, aunque aún refl
Capítulo 16 —Buena personaNarrador:Liam había comprado muchas cosas para la nueva casa de Maya y las había hecho llevar en la mañana. Luego de la conversación tensa con su madre, ambos abandonaron la casa paterna. La tarde avanzaba lentamente en el apartamento de Maya. Un silencio incómodo que los envolvía se rompió cuando Liam, sentado en el sofá con una pierna cruzada sobre la otra, alzó la vista de su teléfono.—Nunca me has dicho a qué te dedicas actualmente —dijo de repente, su tono relajado pero con ese dejo inquisitivo que siempre lo acompañaba.Maya, ocupada en la cocina acomodando algunos platos, se detuvo por un momento. No esperaba que él mostrara interés en nada relacionado con su vida. Se giró lentamente para mirarlo, sus ojos entrecerrados como si evaluara si su pregunta escondía alguna intención.—Trabajo en una ONG —respondió con simpleza, volviendo a guardar los platos.Liam arqueó una ceja, con su interés claramente despertado.—¿Una ONG? ¿Y qué hacen? —Maya soltó
Capítulo 17 —Movidas en el tableroNarrador:Los días transcurrieron con la pesada carga de la pérdida de Carlos, pero también con la urgencia de mantener la maquinaria de la empresa familiar en funcionamiento. Liam, ahora al frente de la constructora multinacional, se había sumergido en reuniones interminables y revisiones de contratos que parecían no tener fin. Sin embargo, había algo más que trabajo en su mente. La reunión con los principales ejecutivos de la empresa se llevó a cabo en la sala de conferencias principal, un espacio amplio con una pared de cristal que ofrecía vistas panorámicas de la ciudad. Los gerentes y asesores estaban sentados alrededor de una mesa de ébano, esperando que Liam hablara. Con el porte de un verdadero líder, él se inclinó hacia adelante, sus manos descansando firmemente sobre la mesa.—Quiero que cada uno me ponga al día sobre los proyectos actuales —ordenó con voz firme, su mirada recorriendo a los presentes.Uno de los gerentes, un hombre mayor co
Capítulo 18 —Entre ruinas...Narrador:El aire olía a tierra húmeda y cesped recién cortado, cuando Maya llegó al sitio de construcción. Estaba allí para supervisar los primeros pasos de un proyecto que la ONG llevaba meses planificando; un complejo para madres solteras y mujeres víctimas de violencia. El refugio lo significaba todo para ella, pero la inquietud le retorcía el estómago al descubrir que no estaba sola. Luego de aquella situación tan intensa, los días fueron pasando y no había vuelto a ver a Liam, todo parecía haberse calmado, al menos por el momento, pero frente a un grupo de ingenieros y trabajadores, en el centro de la escena, estaba Liam Kane. Maya se detuvo en seco al reconocerlo. Su porte era impecable, su presencia magnética incluso en un ambiente tan tosco. Vestía con ropa informal, pero la camisa blanca arremangada dejaba entrever una elegancia natural. Y el casco blanco parecía haber sido diseñado para él, parecía que lo estaba modelando no trabajando en una ob
Capítulo 19 —No es lo que creesNarrador:El sitio de construcción se transformó en un caos en cuestión de segundos. Gritos, polvo en el aire y personas corriendo de un lado a otro intentaban poner orden en medio del desastre. Obreros con cascos golpeados por escombros corrían hacia Maya, quien estaba inmóvil, mirando fijamente a Liam.—¡Señorita Maya! ¿Está bien? —preguntó uno de ellos, sujetándola por los hombros. La voz del hombre sonaba desesperada, pero ella apenas logró parpadear en respuesta. Su mirada seguía clavada en la figura de Liam, que también estaba en el suelo, con Clara apoyada contra él. Todo parecía un eco distante para Maya. No podía escuchar más que los latidos de su propio corazón. Los obreros seguían haciendo preguntas, pero nada de lo que decían podía apartarla de la escena que tenía ante sus ojos; Liam, herido pero firme, con Clara colgada de su brazo. Las sirenas de las ambulancias rompieron la tensión. Los paramédicos llegaron en un abrir y cerrar de ojos, e
Capítulo 20 —TernuraNarrador:Elena se sentó junto a Maya en la cama del hospital, tomando suavemente su mano entre las suyas. Había un aire de preocupación y ternura en su mirada mientras observaba a la joven, que aún tenía el rostro pálido por el impacto de los últimos acontecimientos y, Liam, con ese beso, tampoco había colaborado mucho.—Maya, mi amor, no tienes que quedarte sola en el apartamento ahora —comenzó Elena, con un tono suave pero firme —Lo que necesitas es descansar y recuperarte bien, sin preocupaciones.Maya la miró, dudando por un momento.—Estoy bien, mamá. No quiero ser una carga para nadie.,.Elena apretó su mano, interrumpiéndola con un gesto maternal.—No digas eso. Eres parte de esta familia, Maya. Y ahora mismo, lo que más importa es que te sientas cuidada y segura. La casa es lo mejor para ti en este momento.Maya suspiró, bajando la mirada. Sabía que Elena tenía razón, pero también temía lo que significaría volver bajo el mismo techo que Liam, sobre todo d
Capítulo 21 —Las condiciones del legadoNarrador:El gran salón de la mansión Kane estaba dispuesto con toda la formalidad requerida para una ocasión tan solemne. Las cortinas gruesas, el mobiliario clásico y el eco leve en las paredes altas le daban un aire casi teatral. En el centro de la habitación, alrededor de una mesa de caoba, estaban sentados Liam, Maya y Elena, frente al abogado encargado de leer el testamento de Carlos Kane. Sobre la mesa descansaban documentos cuidadosamente apilados, listos para develar las últimas voluntades del patriarca. El abogado, un hombre mayor con gafas redondas y una voz pausada, comenzó a leer el testamento. Su tono era firme, y cada palabra resonaba en la habitación, cargada de peso e importancia.—...En primer lugar, a mi amada esposa, Elena Kane, le dejo un cuarto de mi fortuna personal. Este capital incluye bienes inmuebles, cuentas bancarias y obras de arte. Elena, has sido mi compañera de vida, y confío en que utilizarás este legado sabiamen