«¿Nervios?» demasiados, mucho más de los que podría soportar con toda esta situación por la que estamos pasando, pero a la vez la idea de estar embarazada me hace sonreír e inevitablemente llevo mis manos hacia mi vientre —¿será que estas en camino hijo mío? — pregunto a la nada mientras que espero a que mi esposo regrese de la farmacia, y la verdad es que nunca pensé que la idea de ser madre me haría tanta ilusión, y mucho menos llegue a creer que seria junto a Álvaro con quien quisiera tener un bebé, pero la vida da muchas sorpresas y aquí estoy con ansias por saber s
Asimilar la noticia de que seré madre me está tomando un poco más de tiempo del que pensé, pero sentir a Álvaro besando mi vientre mientras que estamos acostados en la cama es la imagen más perfecta del mundo. Sonrió al verlo dándome pequeños besos y dibujando figuras imaginarias en mi cuerpo, y todo se hace aún más fuerte cuando lo escucho hablarle a nuestro hijo —tú no tienes idea de cuánto tiempo llevo enamorado de tu madre, pero bueno ella estaba un poco ciega y no se daba cuenta de lo que me ocurría con ella, es más pensaba que era gay… sé que no sabes lo que es
(Al día siguiente)Si fuera por mi esposo tendría que haberme quedado en la cama descansando tal y como si estuviera enferma, pero la realidad es que no tengo tiempo para eso. La empresa me necesita y debo hacerme cargo de todos los problemas que han estado surgiendo últimamente, así que después de convencerlo de esto y de que aún nadie supiera lo del embarazo, aquí estoy sentada detrás de mi escritorio haciendo algunos ajustes a las proyecciones financieras en la computadora. Llevo m
La casa de mi abuelo es prácticamente una mansión, es blanca por dentro y por fuera, algo muy típico de él, ya que era su color favorito. Si bien hacía mucho tiempo que no entraba aquí, recuerdo perfectamente donde está cada interruptor de esta casa. Voy encendiendo una a una las luces hasta llegar a la inmensa oficina que mi abuelo tenía aquí —¿se puede saber que buscamos? — me pregunta mi esposo y tengo claro que no entiende nada de lo que está ocurriendo, pero ¿cómo le explico esta corazonada que me está llevando a investigar todo esto?
Horas despuésTarde horas en poder comunicarme con Alberto, y cuando finalmente lo conseguí y comencé a cuestionarle acerca de la fotografía y le conté mis dudas, él simplemente me dijo que no era un tema para conversar por teléfono, y propuso que nos viéramos en persona mañana. A cada minuto que pasa, más me convenzo de que todo lo que me estoy imaginando puede llegar a ser cierto, pero de ser así… ¿Cómo me vería afectada? «¿Sera que el testamento quedara anulado? ¿Y si todo lo que hice hasta ahora ha sido en vano?» pienso y de inmediato sacudo estos pensamientos
(Al día siguiente)Estamos entrando al café donde hemos acordado en encontrarnos con Alberto, y no puedo ocultar que estoy nerviosa y hasta ansiosa por saber si todas mis sospechas son ciertas o no —Va
(Horas después)El día ha sido agotador, me duele la cabeza, estoy mareada y ni mencionar que me muero de hambre, pero no es para menos. Entre toda la información que me ha dado Alberto esta mañana, pasarme el día de junta en junta, y resolver los diferentes frentes que esta enfrentando la empresa; ha sido demasiado para mi, sobre todo si sumamos el embarazo. Apenas entramos a la casa, voy directamente hacia el salón y me siento sobre el
(Al día siguiente)A pesar de las quejas de mi esposo, he llegado sumamente temprano a la oficina, y es que las ansias me ganaron. Observo el té que me ha dejado Álvaro sobre el escritorio junto a los
Camino por el largo pasillo hasta llegar a la oficina de mi esposo y al abrir la puerta, allí lo veo a él hablando por teléfono, debo admitir que se ve muy sexy en su pose de ejecutivo; algo que recién ahora estoy apreciando como se debe. Él me mira pidiéndome que tome asiento mientras que termina, y escucho atentamente como termina de resolver uno de los tantos problemas a los que nos enfrentamos a diario. Realmente no sabría que hacer sin él, tanto dentro como fuera de la empresa. Una vez que termina la llamada, sus ojos azules se fijan en los míos con mucha intensidad —¿Y? ¿Cómo te ha ido con él? — Me pregunta finalmente.—Está esperándome para que vayamos al hospital— Resumo y si, como era de esperarse, él esta sumamente confundido.—¿Qué? ¿Cómo que el hospital? — Cuestiona alarmado.&