Patrick caminaba con paso firme por los senderos que llevaban a las bodegas de los viñedos de su familia. El viento soplaba suavemente, trayendo consigo los aromas de las uvas maduras que colgaban de las vides. El sol brillaba alto en el cielo, haciendo que las hojas de los árboles centenarios proyectaran sombras en su camino.

Patrick se detuvo un momento y respiró profundamente, sintiendo la frescura del aire y la energía que emanaba de la tierra. Desde niño, había amado aquellos viñedos y todo lo que representaban para su familia. Cada vino que producían era una muestra de la pasión y el esfuerzo que habían invertido en su negocio.

Mientras caminaba, recordaba las historias que su padre Alonzo Miller solía contarle acerca de los primeros días de la bodega, cuando su familia había comenzado a producir vino con tan solo unos pocos barriles y mucho trabajo duro.

A medida que se acercaba a las bodegas, Patrick podía sentir el olor a vino que emanaba de ellas. Era un aroma fuerte y penet