Eryx DeCostelloNew YorkDesabrocho los botones de su blusa, la abro y queda expuesta su ropa interior de seda en color beige, que contrasta con su deliciosa piel, le acaricio por encima del valle de sus senos y ella respinga, nuestras miradas no pierden el contacto, bajo y vuelvo a besar sus labios y ella lleva sus manos a mi cabeza, metiendo sus dedos entre mi pelo. Me suben hormigas por todo el cuero cabelludo.–Sí. – Dice en mi oído.Su voz entrecortada cargada de deseo. Bajo la cabeza y beso su cuello dejando una estela de humedad en su piel, subo a su oreja y muerdo el lóbulo.–Eryx. – Me llama.–Sigo aquí, Ava, no me voy a ir a ningún lado.–Eso espero.–Ayúdame con la camisa por favor, porque soy capaz de arrancarle todos los botones.Me regala una bella sonrisa, lo me apoyo en los brazos para que ella pueda hacer bien su tarea, quita mi camisa y hago contacto con su piel abrazándola al sentirla hace que jadee y ella lo hace conmigo, me retiro y bajo la cabeza a su piel, voy d
Ava JanssenNew YorkMe acababa de ir de dónde hacía unos momentos fui la mujer más feliz y dichosa del mundo, al lado del guapísimo Eryx DeCostello, mi jefe. Tengo que reconocer que me hizo sentir como nadie nunca lo hizo y que amé cada segundo, cada caricia y cada momento que a su lado pasé. Ahora lo que pesaba en mí, era que me traicioné a mí misma y que había cruzado una línea que me prometí no cruzar, la de no involucrarme con nadie emocionalmente en un muy largo tiempo y menos siendo con mi jefe.Tomé el ascensor el único que podía dejarme en la plata baja, pues no sabía que ese conducía directamente a su penthouse, con razón era el que siempre tomaba, pensando yo que era elitista y no se quería mezclar con lo demás empleados. Lo habia catalogado mal desde un comienzo. Los otros empleados eran los que no se querían subir a este ya que marcaba hasta donde estaba disponible, y que se podría usar perfectamente y ya después era el departamento de Eryx.Iba saliendo de la empresa a t
Ava JanssenNew York–Muy bien Ary. – Dije.–Tú ya eres mi amiga y te quiero, me encariño muy pronto con la gente y tú te ganaste rápidamente mi amistad y mi aprecio.Estaba por empezar a platicar con Ary, cuando el ruido de la cafetera indicándome que ya estaba el café me sacó del momento. Me levanté del sillón y serví dos tazas de cafés y se las llevé donde se encontraba Ary, llevaba la azucarera para que se lo preparara a su gusto, lo coloqué todo en la mesita del centro y después volví a sentarme a su lado.–Ary, lo siento pero olvidé comprar crema para café pero ahí hay azúcar por si quieres ponerle.Yo siempre me lo preparaba con dos cucharadas y media de azúcar, me gustaba el sabor dulce del café, amargo nunca lo podía tomar, aunque a mucha gente le gustaba tomarlo sin nada.–Gracias Ava, yo lo tomo así solo y no te preocupes por mí. Ahora sí dime, te escucho soy toda oídos y puedes contar con toda la discreción de mi parte.Me aclaré un poco la garganta y le di un trago a mi c
Ava JanssenNew York–El solo pensaba en trabajo, no disfrutaba la vida, desquitaba su mal genio con todo el mundo y el día que llegas tú le cambias la vida por completo, lo haces brillar, lo haces sonreír – No me podía creer lo que me estaba diciendo.– ¿Es en serio lo que me dices? – Digo incrédula.–Si Ava, lo haces ver ese lado hermoso de la vida que solo te puede enseñar a verlo la persona a quién amas y eso es fascinante. Eryx nunca se había interesado en nadie, de la forma en que está interesado en ti y hasta mi abuelo lo notó y créeme Ava, si tú no vas a ser mi cuñada prefiero que Eryx se quede solo y vistiendo santos.Lo dicho por Ary, me conmovió hasta lo más profundo de mi corazón y yo que pensé que en cuanto le contara lo que pasó con Eryx, me iba a dar una cachetada y aquí estaba feliz y apoyándome como toda una verdadera amiga y hermana lo puede hacer.–Gracias Ary, pero siento que ha sido un error. Todo pasó muy rápido y no sé incluso lo que el propio Eryx pueda estar p
Eryx DeCostelloNew YorkAl día siguiente de esa noche maravillosa, me desperté muy temprano por la mañana, aún abrazado a la almohada pensando que era ella... Mi Ava.Me preparé un café para poderme activar y tomé previo a eso un vaso de agua para refrescarme. Me metí a bañar mientras estaba mi café y al salir ya estaba listo, me lo serví en una taza y lo bebí sin importar lo caliente que estaba casi de un trago. Busqué entre mis prendas de vestir algo casual, no podía presentarme con algo tan rígido como lo eran mis trajes de oficina. Estaba por salir para ir a encontrarme con Ava, cuando me llamó Dante.—Hola Eryx, buen día ¿Cómo está su majestad?—Hola Dante, bien gracias ¿Pasa algo? Tú nunca me llamas y menos en domingo.—Te llamo para que avises a nuestra madre que Ary estará conmigo por unos días, no se siente bien —Me informaba — Para que no se preocupen por ella ni ella ni papá, por lo que pasó la última vez— ¿Quieres que vaya a tu casa?, ¿Qué le pasa a Ary?—No, anda un poc
Ava Janssen New YorkEstaba en la oficina, estaba organizando todo lo que se habia hecho hoy, ya estaba casi todo archivado, solo faltaría la firma del último proyecto en el que se estaba trabajando Eryx, cuando llegó Dante uno de sus hermanos.–Hola Ava, buenas tardes. – Saludó muy formal.–Hola, Dante, buenas tardes ¿Buscas a Don Eryx? Se fue hace un momento con uno de sus clientes que vino por él – Me anticipé a responderle.–No, Ava, vengo a verte a ti. Me ha mandado Ary y me ha dicho que te entregué este sobre. Dice que te lo envía con mucho cariño y que cuando lo tengas le llames.–Gracias Dante, por molestarte en traérmelo pero ¿Ary está bien?, ella siempre anda por la empresa y hoy no la he visto para nada.Era muy extraño, que era la hora y aun no se presentaba. Dante me miraba con una mirada de alguien que acaba de ser descubierto y después de darme el sobre que Ary me envió con él, como no queriendo se atrevió a decirme algo.–No la verás en unos días, ella está bien dentr
Ava Janssen New YorkSolo una persona que esté tonta no lo aprovecharía y yo, dejé de ser una tonta desde que dejé a ese feo de mi ex marido.–Gracias Ary, me encantó tu regalo y no sé como pero te garantizo que esta noche me llevaré a Eryx al basquetbol – Dije animada – Solo tengo una condición.–Ay Ava, tenías que salir con algo o dejarías de ser tú – Se rio – Dime ¿Cuál es tu condición?–Mi condición es que, me digas ¿Por qué luchaste tanto por estas entradas y enviaste a Dante a que me las trajera?, quiero que me digas ¿Qué te pasa? Y ¿Por qué no has venido a la empresa?–Ava, estoy arruinada – Se soltó a llorar – Fuimos con mi abuelita a hacernos unas cosas al salón de belleza y nos han desgraciado la cabeza para siempre. No sé cuánto tiempo pase para que vuelva a pisar la empresa, que no pienso salir así ni ver a nadie, soy un esperpento.Ella siguió llorando en la línea por un rato y yo me quedé callada, al menos que mi llamada le sirviera para desahogarse y calmarse. Pobre de
Eryx DeCostelloNew YorkEsa tarde volví a mi oficina sintiendo el latir de mi corazón, esperando que Ava a pesar de que le dije que podía irse pudiera estar esperándome todavía. Subí a mi oficina gustoso y al bajar del ascensor de la Presidencia, caí en desanimo. Todo estaba en absoluto silencio.–Que tonto fui, debí decirle que me esperara o insinuárselo.Ella no estaba ya en su lugar y todo estaba cerrado y apagado como siempre lo dejaba yo. Entré a mi oficina, para tomar unos documentos de mi escritorio y revisarlos con calma en mi suite antes de dormir esta noche, cuando una nota muy luminosa estaba en el centro de mi escritorio.Pensé que sería una nota de amor y como un adolescente me emocioné, esa mujer hacia que todos mis sentidos se disparan de solo pensar en ella. No me acordaba de haber sentido así por ninguna otra mujer en mi vida y eso me encantaba, que fuera ella la que me pusiera a mil. No quería a nadie más. Sabía que en ella tenía todo lo que me faltaba.Leí la nota