Eryx DeCostello

New York

No puedo creer lo que el vientre de Ava, ha aumentado en estas dos semanas, eso debió ser un indicativo de que este mes se iba a llevar a cabo el nacimiento, más pronto de lo que nos hubiéramos imaginado, Ava se había sentido mal desde temprano y no nos había informado de nada, tenía que haberlo hecho, no estaba para pasar esos dolores, ya no podía disimular como me imagino que había hecho desde que llegamos al kínder, para dejar a nuestra bella hija, de seguro había aguantado demasiado.

–Debiste haberme avisado, amor, ahora veo que las contracciones son más fuertes y más seguidas.

Yo estaba tratando de ir muy calmado, porque veía como estaba sufriendo y no me gustaba verla así. Estaba apretando con fuerza los dientes y la mano que me tenía agarrada, ya estaba sufriendo las consecuencias, pero por nada del mundo la iba a soltar, eso la hacía sentir segura, y yo me quedaba también más tranquilo, de que estaba recibiendo la fuerza que tanto necesitaba.

–No querí