Eryx DeCostello New YorkCuando Ava y Ary, se despidieron de mí, me quedé pensando en todos los problemas en los que se encontraba ahora mi pobre hermana, pero era algo que tenía que hablarlo también con Philip, veía que a él también le encantaban los niños, pero no por eso, no iban a poder encontrar otra alternativa.–Hola cuñado, veo que ya nuestras mujeres ya se fueron, esperaba poder despedirme de Ary, pero veo que llevaban prisa.Pues, creo que la que más había tenido prisa había sido Ary, como si hubiera estado huyendo de algo, era lógico por lo que seguramente le iba a contar a su cuñada, por lo menos iba a salir directamente de su boca, mi Ava, sabría encontrar una solución a todo esto que representaba este dilema. –Ava, me ha pedido un pequeño permiso, como si yo le fuera a decir algo si se tomaba todo el día, si quisiera, ella es también presidenta de la empresa y puede ausentarse el tiempo que quiera.Mi esposa era todo un caso, pero era su costumbre, ella tenía que pedi
Eryx DeCostello New YorkMi hermana estaba muy bien protegida, no podía negar que cuando estaba con Tobías, también lo estaba, pero ya no podía mover nada, sabiendo que mi amigo estaba muy feliz con la mujer que le había tocado, si así lo había querido el destino, yo no soy nadie para querer organizar las cosas a mi gusto.–Podemos ir ahora mismo a la empresa, Philip, empecemos de una vez el día de hoy, claro, si no tienes otra cosa pendiente, para ir agilizando lo de tu contratación.Si él, ya había decidido trabajar al lado de mi hermana, era lo más lógico, pero ella era la que tenía la última palabra, pero viéndolo desde un punto de vista más práctico, sería lo mejor, así como estábamos Ava y yo, nos complementábamos en todo, entre ellos también se podía establecer ese vínculo.–Podemos ir en este momento, Eryx, pero no le digamos nada a Ary, que sea una sorpresa para ella, encontrarme en su oficina ya siendo su asistente.Pero la cosa no sería de inmediato, creo que le iba a pasa
Ava DeCostello New YorkAry y yo, estuvimos platicando un poco, ella no se animaba aún del todo, a contarme lo que quería decirme. Yo decidí, pedir unos pasteles del carrito de postres que llevaban al restaurante para ofrecer a los clientes, además que mi hija tenía hambre de algo dulce y esperaba que, con eso, mientras comíamos el postre, Ary, pudiera decirme lo que estaba pasando con ella.–Ary ¿Gustas un postre? – Le pregunté – Se ven deliciosos y tu sobrina, tiene ganas de un pastel de limón.–Sí Ava, a mi se me antoja un pastel marmoleado – Respondió – Se ven muy bien.A mí, se me iban los ojos, el ver los postres que nos estaban ofreciendo, con gusto pediría un poco de cada uno, pero no se podía, así que me conformaría con solo uno.– ¿Gustan algo del carrito de postres? – Preguntó la chica del carrito – Tenemos pastel de fresa, de durazno, marmoleado, de limón, pay de piña y de manzana.–Quisiera un pastel de limón, por favor.–Yo quisiera un pastel marmoleado, por favor – Dij
Ava DeCostello New York–Lo mismo me ha dicho Yelena – Sollozó Ary – Pero no puedo Ava, no para de hablar del bebé de Janice, del bebé que esperan Eryx y tú y la verdad es que, no me siento bien, ni de escuchar que mencione eso, que no tendremos nunca él y yo.–Ary, escúchame por favor – Le pedí – La ciencia ha avanzado a pasos agigantados y sí tú, quisieras darle un hijo a Philip, yo podría hasta ser su vientre para que nazca mi sobrino y nada me haría más feliz, siempre se tienen opciones.Veía la negativa en el rostro de Ary, pues el ofrecimiento era genuino, yo no perdería nada y ganaría mucho al traer a mi sobrino o sobrina al mundo, ha habido casos hasta de las propias madres de las afectadas, prestan su vientre para que sus hijas tengan a sus propios hijos.–Ava, yo no quiero ser madre – Declaró Ary con seguridad – Gracias, por tu ofrecimiento, de verdad, significa demasiado para mí, que tú quieras llegar hasta eso para ayudarnos, pero no me vi y nunca me veré atendiendo a un
Eryx DeCostello New YorkHabíamos concluido la primera etapa de la integración de Philip, a la empresa, a partir de hoy, iniciaría la capacitación para que fuera el asistente personal de mi hermana, y claro que ya el departamento de RR HH, se había hecho cargo de la revisión de sus documentos y había sido un acierto de mi parte mandárselos antes de que llegáramos.Al encontrarme con mi esposa y haberme contado como había ido el desayuno con Ary, me causaba bastante extrañeza, yo pensaba que mi hermana si quería tener hijos y por eso era que estaba tan afectada, por o poder darle al hombre que amaba una descendencia, pero me había equivocado rotundamente.Lo dicho por mi preciosa mujer, tenía mucho sentido, ya no se tendría que buscar esa alternativa por otro lado, si ella estaba dispuesta a hacerles de vientre a nuestros hermanos, para que pudieran tener a su hijo o a los hijos que quisieran. Yo no me opondría nunca, era una propuesta muy humanitaria.–Yo ya he hablado con ella, pero
Eryx DeCostello New York–Hay muchas maneras de lograrlo, nosotros conocemos a demasiada gente que son miembros de los comités que atienden a cada una de esas fundaciones y podemos estar seguros de la confidencialidad qué se pondría en todo esto.Aunque no nos debería importar, estábamos contribuyendo en proporcionarles un hogar y una estabilidad emocional a los niños que más lo necesitaban, eso era lo que teníamos que hacer, yo se lo iba a proponer a Ava, ya que nosotros teníamos todos los medios para hacerlo, porque no ayudar a esos niños que nada de culpa tenían y estaban sufriendo en esos centros de acogida.–Esa sería una muy buena ayuda para que Ari, abriera los ojos qué vieran que hay muchas opciones y que le estaría dando a uno o a varios niños, la oportunidad de crecer en una familia que los llenará de las carencias que hubieran tenido si se quedaban en una de esas fundaciones.Todos los niños del mundo, deberían tener una oportunidad, pues aquellas madres que por algún moti
Ava DeCostello New YorkDías después de lo de Ary, yo tenía que ir a una cita con la ginecóloga, para que monitoreara mi embarazo y también, para que nos revelara el sexo de nuestro bebé, aunque Eryx y yo, estábamos casi seguros, que lo que esperábamos era una niña, además de la forma de mi barriga, similar a la de mamá, que vi en las fotos, cuando me esperaba a mí, las señales eran muy claras. Mi hija cuando Eryx estaba cerca de mí, tenía algunos movimientos, al sentir su cercanía y al escuchar su voz, algo que no pasaba, cuando le hablaba yo.–Ava, mi amor, ya estoy listo para que nos vayamos a la consulta – Me dijo mi esposo – Ya he dejado encargados los pendientes con Vanessa.–Muy bien, mi dios griego – Le sonreí – Yo, ya estoy lista para que nos vayamos, solamente, te estaba esperando a ti.–Muy bien mi amor, pues vámonos.Eryx y yo, nos fuimos caminando rumbo al ascensor, tomados de la mano y felices, por ir a mi revisión médica. A Eryx, le encantaba saber, que todo estaba en
Ava DeCostello New YorkTomé varias fotos de Eryx sosteniendo la ropa de bebé, eso lo quería guardar, para que cuando nuestra bebita creciera, viera lo feliz que era su padre, sosteniendo sus primeras prendas, compradas por su abuela paterna. Se nos pasó muy rápido el tiempo y pronto, llegamos a la consulta. Eryx y yo, bajamos de la limusina y corrimos con suerte, la doctora, estaba de pie fuera de su consultorio, sosteniendo una regadera de plantas.–Buenas tardes, señores DeCostello, se les hizo temprano – Nos dijo la doctora – Pasen, por favor. No vino la paciente, de antes de ustedes y aproveché, para poner un poco de agua a las plantas.Ya queríamos saber cómo se estaba desarrollando de bien nuestra hija, y claro la confirmación del sexo, también era importante, creo que por eso era que estábamos más ansiosos.–Buenas tardes doctora Brown – Saludamos ambos – Muchas gracias.Ambos pasamos al consultorio y tomamos asiento, dónde siempre lo hacíamos cuando veníamos a consulta. La d