Eryx DeCostelloNew YorkAl terminar la consulta de Ava, con la ginecóloga, me sentía demasiado emocionado, tanto que, al ir rumbo a casa en limusina, pensaba demasiadas cosas. No quería que Ava y yo, reveláramos el sexo a nadie, no quería que mi madre, no se emocionara igual que nosotros, porque íbamos a tener una niña y no un niño como quería. Así, que, por mi parte, lo mejor iba a ser, guardar el secreto del sexo de nuestro bebé, sólo para nosotros dos.–Estás muy pensativo, mi dios griego – Ava, me conocía a la perfección – Estaba pensando, que, si ya vamos a ir a casa y aún es temprano, podríamos pasar a comprar ropita de bebé, no sólo para nuestra hija, para la bebé de Cassie.–Claro mi amor, vamos – Respondí encantado – Quiero comprarle, todo a nuestra pequeña y claro, le tenemos que regalar algo bonito a la niña de Cassie, ¿El padre de su hija, no se hizo cargo, entonces?–No Eryx, ese desgraciado, le dijo hasta de lo que se iba a morir a mi pobre prima – Ava, estaba molesta –
Eryx DeCostelloNew YorkLlegamos a la plaza comercial, el chofer descendió para ayudarnos a bajar. Mi esposa y yo, entramos al lugar y recorrimos tomados de la mano, varias tiendas con ropita para bebés, hasta que una en particular, nos llamó la atención a ambos y decidimos entrar. Empezamos a ver los modelos, que estaban en el exhibidor y yo, con solo ver lo que había disponible, para niña, me lo quería llevar todo.–Ava, mira eso amor – Le indiqué – Hay muchas cosas que podemos llevar de ahí. Pediré que nos empaquen todo lo que está en el exhibidor para niña.–No Eryx, ¿Cómo crees amor? – Ava, se reía de mis ocurrencias – Los niños crecen demasiado rápido y aunque sé, que le quiere comprar todo, no creo que eso vaya a ser una buena idea, pues no lo va a alcanzar a usar, cuando ya no le quedará.Esa era la realidad, no podemos comprar mucha ropa de una sola talla, porque se iba a quedar sin estrenar, mejor ya vería la forma de que nuestra mini diosa griega, luciera bella todo el tie
Ava DeCostelloNew YorkSiempre era bueno crear conciencia ecológica, la tierra no iba a durar para siempre y por lo menos pensar, en qué le vamos a dejar a las futuras generaciones, un lugar menos agresivo para habitar. Y aunque dijeran, que una persona no iba a solucionar el problema de la contaminación, por lo menos ya había puesto nuestro granito de arena. –Claro que sí, mi amor, aquí todos vamos a trabajar en eso, mira que Cassie, es de la misma idea, por eso también adquiriremos los pañales de tela para su hija.Ya todo tenía que ser así, ya mis padres llevaban años apoyando al medio ambiente, por eso siempre usábamos todos los productos que se pudieran volver a utilizar, la tecnología había facilitado las cosas al humano, pero también iba deteriorando cada día más al planeta.–Muy buena idea, mi hermosa, estamos contribuyendo en todo, aunque sea una mínima parte, es algo que se debería implementar de nuevo, que volvamos a los tiempos de antes, donde no había tanta basura.Siem
Ava DeCostello New YorkEryx y yo, seguimos sentados degustando el helado, en el centro comercial. Era fascinante, ver a mi guapísimo esposo, hacer algo tan simple, como degustar un simple cono de helado y disfrutarlo todo, como si fuera la primera vez que lo hacía. Yo podía atribuirle eso, a que, en su casa, seguramente les compraban de los mejores helados de importación y que por lo ocupados de sus padres, no los podían sacar, ni a él, ni a sus hermanos a hacer algo como esto, que ahora estábamos haciendo y disfrutando de ello.–Ava, te vas a reír mi hermosa morena – Dijo Eryx divertido – Es la primera vez, que como algo que me dan en una degustación. A mamá, no le gustaba cuando éramos niños, mis hermanos y yo y nos ofrecían degustación, en algún lugar y este helado, es lo mejor que he probado.–Me lo puedo imaginar, Eryx DeCostello, eres muy predecible amor – Lo besé tiernamente – Este helado, es delicioso, vamos a preguntar si nos venden una cubeta o si no, al menos un litro. Qu
Eryx DeCostelloNew YorkAva y yo, nos retiramos en un rato más del centro comercial, para irnos a nuestra casa. Llegamos y bajamos nosotros mismos, todas las cosas de nuestra pequeña, de las otras cosas que fuimos consiguiendo en las demás tiendas, y apartamos, de una vez, lo que le íbamos a regalar a la pequeña, a la bebé de Cassie, las otras compras ya estaban en la habitación.–Gracias Eryx, por esta tarde tan maravillosa, por ese rato que compartimos, escogiendo cosas para nuestra hija – Me dijo mi hermosa morena – Eres el hombre, más bueno del mundo.Ava, estaba muy sensible, se notaba que se había aguantado todo ese rato que estuvimos viendo y comprando; pero para mí, eso estaba bien, así yo la podía mantener más tiempo en mis brazos.–Me encantas Ava, el placer ha sido mío. No todos los días, puedo ir de compras, con la mujer que amo. Y con mi hija, que también ha ido con nosotros.Me imagina como iba a salir nuestra hija, con esos impulsos de compradora, pues iba a tener de d
Eryx DeCostelloNew YorkNos quedamos mirando y nos volvimos a besar, yo no estaba del todo satisfecho, pero no podía estar esforzando a mi mujer como antes lo hacíamos, y aunque ella me dijera que las hormonas la traían loca, yo pensaba en el bienestar de nuestra hija, yo la protegía desde antes de su nacimiento, era uno de mis tesoros más preciados.–Fue maravilloso, mi amor, me hiciste llegar a las nubes.Me dijo Ava, bostezando, aunque yo sabía que no se iba a dormir, era demasiado temprano para que lo hiciera, pero si se iba a quedar recostada por un buen rato, siempre le pasaba y después se levantaba con toda la energía renovada, pero ahora la dejaría descansar.–Así es mi amor, pero la maravillosa eres tú, cada día te veo más hermosa, Ava, el embarazo te ha sentado muy bien, te veo un brillo espectacular, es como si irradiaras luz, todo lo iluminas a tu paso, te amo.Esta mujer, me volvía muy sensible, quería levantar una barrera a su alrededor para que nada me la tocara, si an
Ava DeCostelloNew YorkMe había levantado de la cama y me puse la camisa que había traído Eryx, era una costumbre que había adquirido desde que empezamos a salir. Aún conservaba su calor y su olor y me gustaba porque era como si me estuviera abrazando, adoraba el olor de mi esposo, amaba todo de él. Empezamos a comer lo que mi amado Eryx, había preparado para que merendáramos los tres, estaba encantada con la combinación de sabores, era como si me leyera el pensamiento, porque ya no me estaba dirigiendo solo a lo dulce, aunque lo mezclara con algo salado, no todo era azúcar, por el bien de nuestra mini diosa griega.–No creas que se me han olvidado tus arándanos, mi amor, en un momento te los traigo.Mi hermoso Eryx, estaba muy al pendiente de todo, pero ahora solo quería que estuviéramos así, que ya no se levantara para nada, estábamos comiendo a gusto, yo le daba de comer en la boca y era muy erótico ver como dejaba ser alimentado por mí, que provoca comérmelo a besos.–Eryx, qué
Ava DeCostello New YorkAl día siguiente, Eryx y yo, nos fuimos a la empresa como siempre. Yo me sentía feliz y con los ánimos renovados, después de haber hecho el amor con mi esposo anoche, menos mal, que Eryx había accedido y con eso, nos habíamos quitado una gran carga de estrés los dos, pues era justo, lo que estábamos necesitando. Eryx, estaba ocupado con un cliente y yo, recién me había desocupado de con otro, cuando Vanessa, entró a nuestra oficina.–Permiso, Ava – Dijo Vanessa – Afuera, está el joven Tobías Becker, viene a ver a su esposo, le he dicho que está ocupado, pero me pregunta, si tú lo puedes recibir.–Es propio, Vanessa – Respondí – Claro que sí, hazlo pasar. Mientras Eryx, se desocupa, lo atenderé yo misma.–De acuerdo, Ava.Vanessa, salió a decirle a Tobías, que podía pasar conmigo. Yo me puse a ordenar unos pendientes, en lo que él se animaba a pasar. A pesar, que ya habíamos tenido cierta convivencia, él era un poco penoso y no se animaba bien, a hablar conmigo