Eryx DeCostelloNew YorkAva y yo, nos retiramos en un rato más del centro comercial, para irnos a nuestra casa. Llegamos y bajamos nosotros mismos, todas las cosas de nuestra pequeña, de las otras cosas que fuimos consiguiendo en las demás tiendas, y apartamos, de una vez, lo que le íbamos a regalar a la pequeña, a la bebé de Cassie, las otras compras ya estaban en la habitación.–Gracias Eryx, por esta tarde tan maravillosa, por ese rato que compartimos, escogiendo cosas para nuestra hija – Me dijo mi hermosa morena – Eres el hombre, más bueno del mundo.Ava, estaba muy sensible, se notaba que se había aguantado todo ese rato que estuvimos viendo y comprando; pero para mí, eso estaba bien, así yo la podía mantener más tiempo en mis brazos.–Me encantas Ava, el placer ha sido mío. No todos los días, puedo ir de compras, con la mujer que amo. Y con mi hija, que también ha ido con nosotros.Me imagina como iba a salir nuestra hija, con esos impulsos de compradora, pues iba a tener de d
Eryx DeCostelloNew YorkNos quedamos mirando y nos volvimos a besar, yo no estaba del todo satisfecho, pero no podía estar esforzando a mi mujer como antes lo hacíamos, y aunque ella me dijera que las hormonas la traían loca, yo pensaba en el bienestar de nuestra hija, yo la protegía desde antes de su nacimiento, era uno de mis tesoros más preciados.–Fue maravilloso, mi amor, me hiciste llegar a las nubes.Me dijo Ava, bostezando, aunque yo sabía que no se iba a dormir, era demasiado temprano para que lo hiciera, pero si se iba a quedar recostada por un buen rato, siempre le pasaba y después se levantaba con toda la energía renovada, pero ahora la dejaría descansar.–Así es mi amor, pero la maravillosa eres tú, cada día te veo más hermosa, Ava, el embarazo te ha sentado muy bien, te veo un brillo espectacular, es como si irradiaras luz, todo lo iluminas a tu paso, te amo.Esta mujer, me volvía muy sensible, quería levantar una barrera a su alrededor para que nada me la tocara, si an
Ava DeCostelloNew YorkMe había levantado de la cama y me puse la camisa que había traído Eryx, era una costumbre que había adquirido desde que empezamos a salir. Aún conservaba su calor y su olor y me gustaba porque era como si me estuviera abrazando, adoraba el olor de mi esposo, amaba todo de él. Empezamos a comer lo que mi amado Eryx, había preparado para que merendáramos los tres, estaba encantada con la combinación de sabores, era como si me leyera el pensamiento, porque ya no me estaba dirigiendo solo a lo dulce, aunque lo mezclara con algo salado, no todo era azúcar, por el bien de nuestra mini diosa griega.–No creas que se me han olvidado tus arándanos, mi amor, en un momento te los traigo.Mi hermoso Eryx, estaba muy al pendiente de todo, pero ahora solo quería que estuviéramos así, que ya no se levantara para nada, estábamos comiendo a gusto, yo le daba de comer en la boca y era muy erótico ver como dejaba ser alimentado por mí, que provoca comérmelo a besos.–Eryx, qué
Ava DeCostello New YorkAl día siguiente, Eryx y yo, nos fuimos a la empresa como siempre. Yo me sentía feliz y con los ánimos renovados, después de haber hecho el amor con mi esposo anoche, menos mal, que Eryx había accedido y con eso, nos habíamos quitado una gran carga de estrés los dos, pues era justo, lo que estábamos necesitando. Eryx, estaba ocupado con un cliente y yo, recién me había desocupado de con otro, cuando Vanessa, entró a nuestra oficina.–Permiso, Ava – Dijo Vanessa – Afuera, está el joven Tobías Becker, viene a ver a su esposo, le he dicho que está ocupado, pero me pregunta, si tú lo puedes recibir.–Es propio, Vanessa – Respondí – Claro que sí, hazlo pasar. Mientras Eryx, se desocupa, lo atenderé yo misma.–De acuerdo, Ava.Vanessa, salió a decirle a Tobías, que podía pasar conmigo. Yo me puse a ordenar unos pendientes, en lo que él se animaba a pasar. A pesar, que ya habíamos tenido cierta convivencia, él era un poco penoso y no se animaba bien, a hablar conmigo
Eryx DeCostelloNew YorkEstuvimos platicando un rato más con Tobías y cuando él, ya estaba por retirarse, Ary llegó a la oficina acompañada de Philip, saludaron a todos en general, siendo ese un momento, bastante incómodo, al menos para mí, pues a pesar, que la historia de ellos, ya había culminado, me sentía con cierto pesar, de estar con ambos juntos, en el mismo lugar.–Nos vemos el sábado Ava – Dijo Tobías – Te robaré, por ahora, a tu marido. Quiero hablar, de algo con él.Mi amigo habló, directamente a mi esposa, ignorando por completo a mi cuñado y a mi hermana, porque ni siquiera había respondido al saludo inicial cuando ellos llegaron, pero yo no podía intervenir en eso, él estaba en todo su derecho de saludar a quien quisiera, así que me reservaría mi opinión, pues él no era amigo de ninguno de los dos.–Claro que sí, Tobías – Se despidió Ava – Llévatelo, el tiempo que sea necesario. Yo tengo unas cosas, que ver con Ary y con mi hermano.–Gracias por correrme, mi mujer marav
Eryx DeCostelloNew YorkA fin de cuentas, nuestra mini diosa griega, iba a tener dos cobertores, así como había dicho Ava, para no entrar en discusión, comprarían, Philip y Ary, los dos tonos y claro, yo pediría unos dos más para la hija de Cassie, nuestra sobrina también iba a salir del hospital con todos los accesorios necesarios.– ¿Qué tenemos para el día de hoy, chicos?Les pregunté a Philip y a mi hermana, se llevaban muy bien siendo este su asistente, había visto que Luciano Ricci, estaba viendo algo con ellos, pero no me había enterado de que había sido, pues yo también debía estar al tanto de ese ambicioso proyecto que veía que cada día tenía más auge.–La extensión de la librería digital, estamos buscando un sistema de traducción, para así llegar a más público, algunos escritores que quieren que a sus historias se les traduzca en otros idiomas.Me respondió mi hermana, sin dar tantos lujos de detalles, ya cuando tuviera algo sólido, nos lo iba a enseñar, para poder mostrárs
Ava DeCostello New YorkEryx y yo, comimos en el departamento de Eryx junto con mi cachorro y con Ary, ahí mismo en la empresa, siendo eso lo mejor en ese momento, para no tener que irnos demasiado lejos, ni faltar a nuestras obligaciones. Más que nada, pensando en Ary y en Philip, quienes estaban con el tiempo encima y no se podían tardar, yendo a comer a otro lado. Eryx, había pedido comida y en cuanto llegó, nos sentamos a comer, en el comedor del lugar.–Todo huele delicioso – Dije emocionada – La mini diosa griega y yo, vamos a disfrutar de cada bocado.Antes habían ciertos sabores que trataba de evitar, pero ahora todo lo que me agradara por el olor y su apariencia era muy bien recibido por las dos.–También nosotros – Dijo mi cachorro – Tengo mucha hambre y mi jefa es una mujer muy exigente. Me ha tenido muy ocupado, con lo de este proyecto.–Sí, tu jefa es muy exigente, pero no lo es tanto como mi esposa – Eryx bromeaba con mi hermano – Ella, sí, que supera a Ary en sus exige
Ava DeCostello New YorkCuando bajamos a la empresa, después de comer, Eryx, se alejó de Ary, de Philip y de mí, pues tenía que ir a buscar a Dante, para que nos diera los datos del dermatólogo, lo más pronto que fuera posible, pues mi hermano, podía ponerse peor de un momento a otro, él era muy delicado, en esas cuestiones de las alergias y por eso, era de vital importancia, mantenerlo lo más controlado posible.–Ava, me preocupa mucho lo de Philip – Ary, cómo era lógico, tenía la angustia a flor de piel – Tenemos que llevarlo a que lo atiendan, mira como está. No deja de rascarse.Ary, tenía razón, el cachorro, estaba muy ansioso con lo de su alergia, teníamos que buscarle una solución.–Es que no puedo dejar de hacerlo – Se quejó mi cachorro – Me pica toda la piel y se ha extendido, hasta mis manos.–Lo siento mucho Philip, pero me temo, que tendré que llamar a mamá, para que me diga, con qué te puedo controlar la alergia – Le dije muy decidida – Se te puede extender todavía más y