Ava Janssen

New York

Luego que Philip, nos bajara al suelo a Ary, a mí después de ese abrazo tan brusco que nos había dado, nos pudimos saludar como Dios manda, su efusividad era grande.

–Hola, Ava, Ary – Philip estaba radiante de felicidad – Están preciosas las dos, me alegro mucho de verlas.

Pues él estaba hermoso como siempre, hasta podía decir que más, estaba radiante, me gustaba ver a mi hermano así, tan lleno de vida, lo amaba con toda la fuerza de mi corazón.

–Hola, cachorro – Volví a abrazar a mi hermano y le di un beso en cada mejilla – Qué guapo estás, que gusto que hayas venido. Pero bien, pudiste esperar a venir con Eryx, que anda allá en Bristol, pudiste decirme antes y él te pudo traer.

Me daba la leve impresión que había tenido mucha prisa por venir, pues él era de los que actuaba por impulso y si ya Ary tenía ganas de ir también a Londres, era porque algo se traían entre manos. Ya se habían puesto de acuerdo en algo, pero creo que a mi hermano le ganaron las ganas de