Eryx DeCostello

Bristol

Ese mismo día, ya en la noche, llegamos a la casa de Selene, habíamos traído todos los ingredientes para lo que iba a preparar papá.

–Prima, los invito a mi casamiento, ya estoy comprometido.

– ¿Ya le pediste matrimonio a Ava? – Selene, se sorprendió.

Pues cuando vinimos la vez pasada solo se la presenté como mi novia, y ahora ya estamos comprometidos, sé que llevábamos prisa, pero yo me sentía totalmente a gusto con eso, porque yo era el que se lo quería pedir dese hace tiempo.

–No, prima, ella me lo pidió a mí. – Dije sin pena.

–Wow, ¿ahora los papeles se cambiaron? – Dijo Selene, sorprendida.

–Prima, Ava se le adelantó, porque él ya se lo hubiera pedido desde que se conocieron. – Jerome, le contestó.

No lo podía negar, cuando yo me di cuenta de que Ava, trabajaría para mí como mi asistente, lo pensé de inmediato, porque era mi ángel salvador, la mujer que se había ganado mi corazón sin conocerla. Pero ya después me di cuenta de que no hacía falta que se lo p