—Estás despedido… no quiero verte cuando regrese, te largaras tú y todos los empleados de este maldito lugar

—Mi señor, pero…

—No me importa, dices que solo eras un empleado, que solo serbias a la familia ¿dónde está eso en servir? Hacerle algo a la madre de mi hijo, a mi hijo, ¿crees que eso es algo que tiene que ver con servir? No quiero volver a verte y no te enviaré a la cárcel, solo por el hecho de conocerte desde que era un chiquillo

—Mi señor, mi señor…

Ares no prestó mayor atención en los gritos del hombre, este solo camino con rapidez de la mansión, este tenía tantas cosas que hacer, tanto que debía enfrentar

Fue entonces cuando subió a su auto y acelero de manera rápida, no le importo el tráfico, no le importó nada, él quería llegar cuanto antes, quería escúchalo de su boca

Había tantas cosas, tantas terribles que abarcaban en su cabeza, no había nada que lograba hacer que este se sintiera satisfecho con nada de lo que llegaba a su cabeza

Él era un miserable, un hombre terri