Venus apretó las manos en puño y devolvió la mirada hacia este, lo observo con una mirada furiosa, dolorida, mientras el capitán apretaba aún más su pie para que este se quejara de dolor

—No es mi culpa, es tu culpa, es solo tu culpa, ¿Qué te costaba hacer lo que quería? Solo fue por tu maldita culpa que mis padres murieron, míos, no tuyos maldita callejera

—Tienes razón, eran tus padres, no míos, pero yo jamás le hubiese hecho lo que tú les hiciste, no me culpes por algo que al final no fue más que tu culpa, sin contar que, a diferencia de ti, yo si los amaba como una hija…

El hombre pareció querer atacarla, pero el pie del capitán piso aún más fuerte su espalda, en lo que Venus solo negó con la cabeza y hablo casi a medio sollozar

—No pensaré más en ti, viviré tranquila, sabiendo que una basura como tú, ahora tendrá que pagar por lo que hiciste, que vivirás con aquella carga de asesinar a tus padres, cuando logres quitarte de encima todo aquello que te tiene tan fuera de sí

—Si los