Ante esa mirada, Sofía fue incapaz de negarse...—Está bien.Alejandro esbozó de inmediato una leve sonrisa que iluminó hasta la comisura de sus ojos.—Señora Ruiz, esperaré tus noticias.Sofía asintió y se dirigió hacia la entrada de la empresa.Él siguió con la mirada la figura de Sofía hasta que desapareció por completo, y solo entonces arrancó el carro y se fue.Una vez dentro de la oficina, Sofía adoptó una actitud completamente diferente.Vestía un elegante traje sastre de color claro y corte entallado. Llevaba el cabello completamente recogido hacia atrás, dejando al descubierto su frente tersa.Un maquillaje discreto realzaba sus facciones, dándole un aire aún más refinado y la imagen de una profesional competente.Saludaba con una sonrisa y un leve asentimiento a quienes se cruzaban con ella.Todos comentaban o admiraban en silencio su atractivo.Sofía llegó a su escritorio y comenzó a organizar las tareas que le había encargado el gerente de proyectos el día anterior, integrá
Al principio, el gerente del proyecto había supuesto que la llegada de la heredera Vargas a la empresa para empezar desde abajo era solo una pose. Después de todo, esos niños ricos nacen con todo resuelto; ir a trabajar seguro era solo una fachada para pasar el rato.Pero Sofía Vargas resultó ser completamente distinta a la gente que él conocía de ese círculo social. Se podría decir que cambió por completo su visión. Era difícil encontrar a alguien tan dedicada como ella. Con la fortuna de su familia, bien podría haberse limitado a calentar una silla en Inmobiliaria Panorama sin mover un dedo. Sin embargo, su compromiso era evidente, algo que él había constatado día tras día. Además, era una persona genuina y trataba a todos con amabilidad y respeto.Al pensar en esto, la mirada del gerente hacia Sofía se llenó de una calidez aún mayor. A ella no le importaba la opinión ajena; siempre creyó firmemente que cada uno debía cumplir con sus responsabilidades lo mejor posible. Mantenía la e
Cierto, había venido a entregar los documentos.El proyecto con Altamira Desarrollos era lo primero; todo lo demás quedaba en segundo plano.Debía mantener claras sus prioridades.Además, solo había sido un vistazo fugaz.Sofía se preguntó si no habría visto mal.«¿En serio podría confundir a alguien con un físico tan específico como el de Alejandro?»De pronto, Sofía cayó en cuenta: el directivo principal de Altamira Desarrollos también se apellidaba Ruiz, igual que Alejandro.Al pensar en eso, Sofía reflexionó un instante; inexplicablemente, sentía que demasiadas cosas encajaban de forma sospechosa.Recordó también el costoso regalo de Alejandro en el cumpleaños de su madre, Lorena, y aquel jarrón antiguo auténtico.Incluso Eduardo, gastando una fortuna, había terminado con una imitación.Era de suponer, entonces, que el jarrón auténtico había costado una suma considerable.Aunque sabía que la familia Ruiz era adinerada, un desembolso así no era habitual.Sofía, sumida en sus pensami
Sofía Vargas tampoco dijo nada más. Al notar que tanta gente de la empresa los observaba, prefirió guardar silencio.—Bueno, te dejo trabajar. Yo todavía tengo pendientes.Levantó ligeramente los documentos que llevaba, como para indicar que había ido a entregar algo.Alejandro Ruiz observó la mirada decidida de la joven que tenía delante. No era la expresión despreocupada y audaz de otros días; ahora había un matiz de concentración.—Muy bien. Éxito con eso.Dijo Alejandro, como si no le diera importancia.—Sofi es tan dedicada... seguro que le irá de maravilla.Sofía se encontró con la mirada profunda de Alejandro. Tenía la sensación de que sus palabras ocultaban algo más, aunque no lograba precisar qué.Recordó la duda que le había surgido sobre el apellido Ruiz.Sofía bajó la mirada un instante; sus largas pestañas ocultaron por un momento el curso de sus pensamientos.«Bah, qué más da. Aunque la familia de Alejandro sea rica, seguro son solo una rama menor de los Ruiz. ¿Cómo iba a
Sus palabras dejaron una excelente impresión en todos los presentes, quienes se sintieron mucho más tranquilos.Muchos dirigieron miradas de aprobación a Sofía.Daba la impresión de que Inmobiliaria Panorama confiaba bastante en sus posibilidades esta vez.La persona que habían enviado en esta ocasión sabía cómo manejarse con gran discreción.Sofía notó las miradas y se limitó a sonreír y asentir levemente.Sabía perfectamente lo implacable que podía ser el mundo de los negocios.Allí, las lealtades eran efímeras; bastaba con guardar las apariencias.Mejor ni crear enemigos ni buscarlos.Al salir, Sofía se encontró con Alejandro esperándola afuera.—¿Ya terminaste?—Sí, ya no queda nada pendiente —respondió Alejandro mientras tomaba su bolsa con toda naturalidad.Sofía dudó un instante, pero no dijo nada.«Total, ¿qué tiene de malo que alguien me cargue la bolsa gratis?».Sin embargo, al mirar a su alrededor, Sofía notó que solo estaba Alejandro.Los demás parecían ocupados en sus asun
Al principio, a Sofía no le había parecido gran cosa. Después de todo, Alejandro mantenía una distancia considerable con los demás a su alrededor.Pero, en cuanto él hizo la pregunta sobre la comida, Sofía sintió de pronto que todos los ojos en la oficina estaban clavados en ellos.—Lo que sea, ya no me preguntes.Sofía solo quería huir de ese lugar cuanto antes.Cerca de Raúl Sánchez, otros empleados comentaban el asunto en voz baja.—¡Órale! ¿Esa es la pareja del jefe?—¡Seguro que sí! Nuestro jefe hasta le va a cocinar, ¡le preguntó qué quería comer!—No puede ser, ¿el jefe sabe cocinar?—¡Qué barbaridad! Yo que pensaba que nuestro jefe era un oligarca, como de otro mundo... y resulta que ella también es como una diosa.—Yo solo me pregunto si habrá algo que nuestro jefe no haga bien.La gente alrededor fingía trabajar, pero en realidad estaban más que atentos a cualquier movimiento, con toda su concentración puesta en Sofía y Alejandro.Sofía se sentía terriblemente incómoda ahí.A
Esa era la situación de Sofía.Durante todo el camino, evitó mirar hacia donde estaba Alejandro. Alejandro notó que Sofía andaba distraída y le preguntó con cierta curiosidad:—Sofi, ¿no que te parezco muy guapo?—Entonces, ¿por qué no me has volteado a ver en todo el camino?A Sofía se le encendieron las orejas al escucharlo. Le vino a la mente el momento incómodo en Altamira Desarrollos.«Pero lo dije sin pensar, ¿por qué tiene que estar recordándomelo a cada rato?»Sofía le lanzó una mirada de fastidio a Alejandro.—Por muy guapo que seas, ya te he visto muchas veces. De tanto verte, uno se acostumbra, ¿sabes? Ya me aburriste.Dijo, algo ofensiva y sin medir sus palabras.Alejandro se detuvo en seco al escucharla y la observó con una expresión indescifrable.Sofía, sin percatarse, siguió de frente, perdida en lo suyo.«Me molesta que siempre saque a relucir solo mis momentos incómodos.»Al llegar al carro, Sofía se dio cuenta de que Alejandro no venía a su lado.Se volteó, extrañada
Alejandro aprovechó un instante para respirar y dijo esas palabras.Antes de que Sofía pudiera procesarlo, la mano de él cubrió con suavidad sus ojos.Al segundo siguiente, Alejandro volvió a inclinarse sobre ella.Sin darle respiro, sus labios atraparon de nuevo los de ella.Sus cuerpos se entrelazaron en el asiento trasero del carro......Inmobiliaria Panorama.Cuando Sofía regresó, una compañera de un escritorio cercano la vio y se acercó, con la intención de preguntar cómo había ido lo de Altamira Desarrollos.Pero entonces notó los labios de Sofía, muy rojos e hinchados.No pudo evitar exclamar.—¡Sofi! ¿Qué te pasó en la boca? ¡Se ve súper inflamada!La colega era una muchachita adorable de cara redonda, un poco escandalosa a veces, pero muy trabajadora y responsable. Era un encanto de persona.Siempre compartía sus golosinas o algo rico con Sofía.Sofía le tenía bastante aprecio.Se tocó los labios; el simple roce le dolía.Su mirada se endureció ligeramente mientras respondía