Capítulo cincuenta y cinco. Tomar el toro por los cuernos.Más rápido de lo que espero estoy de vuelta a la empresa. La mañana al parecer pretende ser frenética porque mientras menos prisa llevo más rápido avanza. No quiero enfrentar a Maxen aún. Sé cuánto se preocupa por mi y lo que sufre cuando me ve herida pero tenía que hacerlo, no aguanto más y creo que es hora de dar pasos más amplios, aunque solo sean unos pocos. Dibujar una postura para que Sergi entienda que esta vez no podrá conmigo. Hemos llegado a un "Game over". Entro sigilosamente por los pasillos de la oficina y voy directamente a la suya. ¿Para qué dilatar más esto?La gente a mi paso me saluda alegre y me encantaría estar como ellos pero es todo lo contrario, me falta mi niño para ser feliz, es imposible ser alegre en mi situación. —¡Ven a aquí! Creo que oigo su voz atravesando mis sentidos antes de sentir su mano tomando mi muñeca. No pude ni acabar de abrir la puerta cuando ya me puso contra la pared. Le tengo en
Capítulo cincuenta y seis. ¿Te casarías conmigo?"Narra Chloe" Los rayos del sol me obligan a abrir los ojos y descubrir que estoy en brazos de Max y, que además... me está mirando fijamente y eso me hace sonreír. Si todos los días por el resto de mi vida van a ser así por favor que empiecen pronto. Solo me falta mi hijo para ser más feliz que nadie más en todo el mundo. —¡Buenos días, preciosa. ¿Sabes lo maravilloso que es despertar a tu lado y ser lo primero que ves cuando abres tus ojitos?! — me río tonta —. Te quiero tanto que me va a dar un infarto de como me pones a latir el corazón. —Es difícil igualar o superar esos Buenos días pero que sepas que despertar contigo es exactamente igual — me estiro y le dejo un casto beso en sus dulces labios. —Pues no ha estado mal — me gira y se pone sobre mi —. Sabes decir cosas lindas sin esfuerzo —nos reímos a carcajadas —, solo tienes que copiar lo que te digo. ¡Descarda! Meto mis dedos en su pelo y se me apaga la sonrisa cuando su
Capítulo cincuenta y siete. No debiste jugar conmigo."Narra Chloe"—No me gusta lo que vas a hacer, Chloe — se queja Maxen antes de que me suba al taxi—Tendré cuidado — explico —. Además, mi padre no lo va a imaginar, amor. Él no espera que yo vaya a su casa y menos para hacer algo así. Normalmente en las mañanas va a la fábrica, no tiene por qué ser diferente hoy. Tranquilízate. —No puedo.Me acerco a besarlo profundamente. De esos besos que se respiran en la boca del otro mientras te atrae hacia si por la cintura y gimes a la par que él. —Todo va a salir bien — murmuro en sus labios y le dejo un último y casto beso.Él preferiría ir conmigo pero no puedo permitirlo, si Maxen aparca su coche en la puerta de la casa de mi padre encenderá todas las alarmas y es lo último que queremos. Incluso si estuviera en casa pretendo que no se huela a lo que voy, no quiero que tener conocimiento de mis intenciones perjudique mis planes finales.—¡Prométemelo! Me siento en un mundo especial cu
Capítulo cincuenta y ocho. La declaración policial "Narra Chloe"Siento que ya vuelvo, que puedo abrir los ojos poco a poco y a pesar del dolor que tengo en la cabeza no dejo de oler la sangre.¿De dónde viene?Me atrevo a mirar por fin. Paso mi vista en derredor y me entra el pánico pegando un grito que soy incapaz de controlar.—¡Diossss! ¿Papá?Finalmente consigo ver de dlnde venia el olor a sangre. Es mi padre, ha muerto. Y yo tengo una pistola en mi mano.Me levanto trastabillando y suelto el arma al mismo tiempo que entra la policía y no sé por qué alzo las manos como si fuera un delincuente.—¡Deje las manos en alto y peguese a la pared!Me duele la cabeza, me han golpeado con algo en la nuca y creo que estoy sangrando.Detras de la policía veo entrar a unos paramedicos y lo que sigue es aterrador. A mi me esposan y me suben a una patrulla después de que me haya curado la herida uno de los chicos que certifica que mi padre ha muerto.Mi bolso nunca ha aparecido y me informan
Capítulo cincuenta nueve. No olvides que te amo."Narra Chloe"—William no le busques —irrumpe Alexandre en la conversación —. Sabes perfectamente como se pone cuando se trata de ella tío, ¿Cómo eres tan gilipollas?—O sea que se conocen —murmuro de pronto atando los cabos.Maxen deja la batalla de miradas que tiene con el detective y se acerca a mi poniéndose de rodillas para besarme con suavidad los labios. Por mucho que quiera saber de lo demás le beso, le beso porque eso es algo que se ha vuelto imperativo para mi y no lo puedo evitar, me hace falta como el aire que respiro.—¡Ay, Max! —me lamento.—Tranquila que te vamos a sacar de aquí.—Por favor, yo no he hecho nada —lloriqueo —. ¿De que conoces a Marshall? —Ya te has presentado —le ruge a él —, cabrón. Aléjate de ella. Estás advertido.—¿Estás amenazando a un agente de la ley? —se cruza de brazos el rubio.—Te estoy amenazando a ti, sí —se levanta Maxen —. Ponte lejos de ella. Pero muy lejos.—¡Vale, ya...¿eh?! —interviene A
Capítulo sesenta. No necesito más."Narra Chloe"Resbalo por el fondo de la bañera y me sumerjo en la espuma de jabón y el agua caliente. Me sienta tan bien que no me lo creo. Estoy agotada. Unas horas en esa celda me contaron por meses de dolor. Es un instante deprimente más de todos los de mi vida entera.Salgo a flote y respiro a gusto el aroma de las velas aromáticas que Max me ha dejado encendidas y pienso en mamá, en mi padre y en mi hermana. Ya nadie está a mi lado y aunque mi padre fue una especie de tirano en nuestras vidas era mi padre, no puedo negar que se me oprima el corazón al saber que mi familia se ha extinguido. Solo quedamos Albert y yo.Vienen a mente tantos recuerdos de cuando eramos pequeñas mi hermana y yo y por más que lo intento no encuentro momentos alegres con él, papá nunca fue cariñoso con nosotras y conforme fuimos creciendo fue todo mucho peor. Empezó a controlar las amistades que teníamos en ña escuela, organizaba reuniones con sus amigos y se sentía ra
Capítulo sesenta y uno. Mi deuda con William Marshall."Narra Chloe" —Me revienta el hígado que tengas que volver a verlo —brama Maxen entre dientes —. No te imaginas lo enfermo que me pongo solo de pensar en verlo frente a ti. Vamos en el coche sin detenernos hasta la comisaría. Su mano está aferrada a la mía por encima del cuero del coche pero sus ojos miran a la nada mientras me muestra sus celos desmedidos. Por un lado me hace sentir a gusto que me cele, amo su faceta más vulnerable pero encuentro que no hace falta, creo que los dos sabemos que no tiene competencia y que mi corazón es suyo desde siempre y para siempre. —No sabes como me gusta cuando me dejas ver tus luces y tus sombras también. La frase escapa de mi antes de que pueda procesarla y filtrarla. De pronto me mira y la fuerza de su mirada me hace ver a su lado y clavar mis ojos en los suyos. —Me siento violento ahora mismo, Chloe —me informa y está muy serio —. No es saludable lo que me hace sentir que ese tío
Capítulo sesenta y dos. Estar con mi niño otra vez."Narra Chloe"Podria pasarme toda la vida abrazada a ni niño. No pensé que lo tendría en brazos tan pronto y me siento muy rara, como si llevara años sin tocarlo y ahora solo pudiera meter la nariz en su cuello y olfatear esa colonia que siempre le pongo y que al parecer Sergi le ha seguido aplicando.—¿Me has extrañado, amor? Sus ojitos tiernos me miran rendidos y me muero del amor. Le tiro a mis brazos y no le dejo ni asentir de todos los besos que le doy. Termina riendo en mis brazos cuando le muerdo pedacitos de su quijada y los lóbulos de las orejas.Nos miramos y reímos y reímos cuando le vuelvo a besar y a abrazar. Maxen permanece a mi lado acariciando al niño en la espalda y aunque no es el mejor lugar no puedo esperar para hacer lo siguiente...—Este es tu tío Maxen, cielo —los presento formalmente —. Ha cuidado mucho de mamá y te va a cuidar mucho a ti también. ¿Podrías irte con él afuera un momento en lo que mamá hace una