Capítulo noventa y siete. Nadie volverá a jugar conmigo."Narra Chloe"—¡Vamonos de aquí! ¡Corre, levanta! Tomo a Jackie del brazo y empiezo a mirar a mi alrededor para encontrar a Alexandre y Albert. Rápidamente los localizo y les hago tantas señas que vienen corriendo.—¿Me quieres decir qué pasa? —exige ella, pero no contesto, no puedo, tengo que salir de aquí.No sé si estoy en shock o mi costumbre de perder todo una cosa detrás de la otra me lleva a actuar así.—Luego, vamos —insisto.Tiro dinero encima de la mesa y salgo al encuentro de Alexandre que ya viene corriendo con el niño en brazos cuando ve lo exaltada que estoy. No me pregunta nada, él simplemente sigue mis silentes instrucciones. A lo lejos veo como la morena que se va a casar con mi marido nos mira y nos señala..., asumo que le está diciendo a él de mis hijos, que ahora sabe que son los suyos o tal vez siempre lo supo, no lo sé. Mi desconfianza empieza a ser paranoia y pienso de repente que quizás ese encuentro e
Capítulo noventa y ocho. Otra oportunidad para vivir."Narra Chloe"Hace dos días de todo aquello, dos días sin saber nada y sin poder olvidar pero dos días en los que mi vida ha vuelto a su sitio.Hoy tengo la firma con John Bassin y reuniones a tope. Los niños están en sus respectivos sitios y todo vuelve a la normalidad. Dejo que el silencio se me vaya y me pongo un hermoso vestido de cuero tinto, sin mangas y ceñido a mi cuerpo. He vuelto a sentirme hermosa, a sentirme viva. Él se lo ha querido perder pues yo sigo con mi vida.Salté al vacío por él y resulta ser que se ha vuelto alguien a quien nunca realmente conocí. Me perfumo, pongo mis botas de caña alta por debajo de mi vestido y tomo mi bolso para subirme a mi coche y conducir a mi empresa. La que un día fue suya.Atravieso la ciudad rápidamente y ansiosa por comenzar mi día.Llego a la oficina y voy directo a mi despacho, tengo que preparar la reunión con Bassin y nada más abrir la puerta: él esta ahí sentado.—¿Qué haces
Capítulo noventa y nueve. Cada vez más lejos."Narra Chloe"Jackie entra cuando se va su marido y empezamos a repasar la agenda. No tocamos más el tema de Maxen y se lo agradezco mucho, no es algo que ahora mismo me apetezca, necesito seguir adelante con mi vida hasta que él vuelva a irrumpir en ella que estoy segura, de que así será. —Te ha traído un ramo de flores —suelta risueña cuando acabamos de preparar los detalles de la reunión. —No quiero hablar de mi ex marido.—Técnicamente no es tu ex, eres su viuda y no —matiza entre una risa más amplia —, no me refiero a Maxen, es John quien te ha traído las flores. Unas hermosas rosas blancas.Inmediatamente se abre la puerta de mi despacho y entra Anabelle con las flores en un jarrón con agua, son preciosas si. Llenas de gajos lacados en negro que le dan una decoración medio navideña y muy elegante. Hundo mi nariz en ellas y hasta cierro los ojos, llevo demasiado tiempo sin permitirme ser cortesana, o jugar a la seducción y creo que
Capítulo cien. Vamos a arreglar esto."Narra Maxen"Ha sido una experiencia tenerla cerca.No he querido decirle nada porque está enfadada y la entiendo de cierta forma pero he tenido flashback, cada vez que discutimos me vienen imágenes de mi vida pasada y no quiero que piense que la deseo a mi lado otra vez porque quiero recuperar mi memoria. Quiero que entienda que la deseo a ella, para mi, conmigo. Que puedo sentir como la amo, como la amé. Que quiero a mis hijos a mi lado, que quiero ser padre, proteger a mis bebés todos los días de su vida y no sé cómo hacerlo sin lastimar a nadie, sin dar ideas equivocadas. Pero me estoy muriendo por ella.Me duele al lado contrario por Monique, sé que le estoy rompiendo el corazón pero no puedo evitarlo. En algún momento lo hablamos. Ella alguna vez tuvo la epifanía de saber que esto podía pasar y así ha sido, era algo un tanto esperado pero qué puedo hacer si la quiero, si la tengo cerca y empiezo a recordar. No puedo evitarlo.Cuando vi Alex
Capítulo ciento uno. Saldar deudas."Narra Chloe"—No le des más importancia —mi amiga me arropa en el sofá —. Yo tengo que decir que me alegro de que todos tengan tan claro que siempre voy a tirar de ti para sacarte a flote de donde sea. Max tiene que currárselo bien si quiere que le perdonemos.—¿Aunque eso haga que te usen para darme caza? —me abrazo a ella —. Sabes que vienen por mi.—Lo importante es que sé cómo sacarnos de todo. Siempre. Y que vamos a disfrutar mucho del proceso.No quiero que parezca que estoy divirtiendome con esto pero tampoco puedo decirle que si a todo y abrirle los brazos, y los de mis hijos también para que mañana salga corriendo con su novia cuando todo esto le abrume. Maxen nos ha olvidado, no nos conoce y eso es muy difícil de solucionar y gestionar.—Te quiero, Jackie —llevo su rostro al mío. Pego nuestras frentes. Las dos sonreímos, nos hemos hecho amigas.—Ya lo sé —me besa la punta de la nariz —. Espero nunca dejes de hacerlo.Después de oír varias
Capítulo ciento dos. Quiero irme contigo."Narra Chloe"No puedo negar que estoy nerviosa. Voy en el coche atacada. Es la primera vez desde que volvió que vamos a acabar civilizadamente. Sentarnos y decirnos todo lo que ha pasado en su versión original.No sé cuantas veces he tenido que pasar las manos por mi vestido de los nervios pero finalmente hemos llegado y me estoy bajando del coche con el corazón en un puño.—Le espero, señora —me anuncia el chófer. —No te preocupes, Mauro llévatelo y vete a casa a descansar, yo me iré en taxi. Si es que me voy... pienso al entrar al hotel.La recepción me anuncia cual es la habitación de mi marido y me indican que está en la suite. Supe por Jackie que ha recuperado sus cuentas y que casi está listo el trámite de su vuelta a la vida. No por gusto tenemos el abogado que tenemos, vuelvo a ser esposa y ni siquiera he hablado con sentido con mi marido.Llamo a su puerta y cuando menos me lo espero me abre, sus ojos se quedan congelados y los mío
Capítulo ciento tres. Te quiero tanto."Narra Chloe"Después de todo lo que ha pasado no podemos salir de la cama. Uno encima del otro y le voy contando cosas de su pasado y sabiendo que no creo que vaya a recordar pero al menos podré decirle lo que yo viví, y que vea la vida a través de mis recuerdos.—¿Me dejas que te haga el amor de nuevo?—Acaso crees que puedo impedirlo?En un movimiento inesperado para mí, él me levanta de mi posición y me sienta sobre sus piernas para colar su nariz en mi cuello y gemir bajito cuando le tomo el rostro y busco sus labios con los míos. Me he vuelto loca por él en cuestión de nada y siento una deuda enorme conmigo misma por haberme apartado de él sin darle la oportunidad de recordar y sino de seguir desde donde podamos. Algo es más que nada y él se lo merece.Mientras sus manos aprieta mis caderas y su lengua juega desesperada con la mía, yo corroboro el tremendo sentimiento que se crece cada vez más en mi pecho, por él y solo por él. —¡Te dese
Epílogo. Todo acaba como empieza.— — — — — Siete años después — — — — —"Narra Chloe"Hacen exactamente nueve años hoy de que aquellas pinceladas de tragedias que dibujaban nuestros caminos, más de vez en cuando de lo que me gustaría.Tiempos lúgubres que se asfixiaron en el incendio en que volvimos todo mucho más colorido de lo que supusimos en su día. Los demonios se extinguieron para siempre y no queda ni un solo vestigio del dolor que supimos palear muy bien. Hoy solo consumimos paz. La unión perfecta de nosotros mismos convertidos en lo que siempre anhelamos y tanto nos costó alcanzar.Hoy la pequeña Marie tiene seis años y es casi tan alta como su padre, —es una forma de decir — y lo que sí ha sabido heredar muy bien de él, es su capacidad para protegernos a todos, sobre todo al pequeño Albert que ya surca los once años.El anhelo de lo que nunca se ha tenido pinta los ojos del alma de llanto, de pena por el vacío que no puede ser llenado hasta que se desborda el dolor.Y allí