Capítulo cinco. El pez mordió el anzuelo.
“Narra Chloe” Los disparos recorren todo el lugar y son sus brazos y su cuerpo sobre el mio en el suelo los que cubren mi vida, salvando la suya propia. No entiendo lo que está pasando pero de cualquier manera estoy en sus brazos, y su boca casi roza la mía... podría morir ahora mismo y me haría feliz. —¿Qué ha sido eso, Max? La tal Angie bajó las escaleras corriendo cuando los disparos cesaron. Inmediatamente Maxen y yo nos levantamos del suelo y él corre a la ventana para mirar hacia todos lados. Yo sigo en shock pensando lo surreal que es todo esto. Él en toalla, su amante en ropa interior a medio vestir y yo humillada y rechazada como si fuéramos un mal trío amoroso cuando en realidad...hay una cuarta persona y autora intelectual de todo el tinglado en algún otro sitio en el que debe estarse carcajeando de su poder sobre mi. El poder de hacerme hacer estupideces. —Tengo que irme — murmuró confusa. —Tú no te mueves de aquí. La orden de Maxen se acompaña de un gruñido señalamiento mientras indica a su amiga que se vista y no salga de la habitación. Observa como toda la casa está rodeada de incontables disparos. —Nos agredieron con ametralladora — murmura más para sí mismo que para nadie más —. ¿No encuentras muy oportuno que luego de seis años vuelvo a la ciudad por negocios que incomodan a tu adorado esposo, vienes a mi casa a suplicar y estando juntos intenten matarnos? ¿Muy fortuito todo no luce, no crees? Me quedo callada porque su cercanía hipnotiza, su boca embriaga y sus manos atrapando mi cintura me dan vértigo...del bueno. Del que te hace encoger los dedos de los pies incluso dentro de los tacones. Del que te produce sudores en las palmas de las manos y el interior de los muslos. Vértigo del que hace que ñae taquicardia sea casi letal si solo das un paso más hacia el objeto de tu deseo tan superlativo por alguien que ya no puedes tener porque dejaste ir cuando era completamente tuyo aun... amándolo en las dos etapas. —He dicho que me voy — insisto y él me sostiene más cerca aún. —Y yo he dicho que te quedas. Siempre ha tenido la costumbre de llevarme la contraria. Antes quería que me fuera cuando rogaba por que me tomara en sus brazos y ahora... ahora que quiero salir corriendo porque volar no sé, insiste en que me quede en la divina prisión de sus brazos. —Tienes una mujer arriba asustada esperando por ti, Maxen — le recuerdo y sin querer se roza mi nariz con la suya —. Es mejor que subas a consolarla y que yo me vaya. Ya nos veremos en otro momento. —Antes no te importaba quien estaba aquí conmigo y pretendías quedarte... y a saber qué más. —No me insultes porque no soy ninguna prostituta. —Eso es cuestionable dadas las circunstancias — añade serio mirando mi boca con los ojos rojos. —Entiendo que merezco que me insultes por lo que te dije la última vez que nos vimos, pero si con eso estamos en paz me voy. Llama a la policía y olvida que he venido. Por fin siento que sus brazos me sueltan aunque no me.dejan ir del todo, no entiendo qué le pasa. —No sé a qué estás jugando pero no voy a formar parte de tu juego. Dile a tu marido que cuando quiera acostarme contigo lo haré porque quiero, no porque él te manda. Pensé que eras menos zorra que esto. Y hasta aquí llegamos. Le suelto una de esas bofetadas de las películas, esas en las que el rostro se le tuerce y no se atreve a mirarme a los ojos pero mi mano arde por la fuerza del golpe. Aunque mi corazón arde mucho más. —No tienes ni idea de la vida que llevaba, la que llevo y la que estoy obligada a llevar — camino hacia la puerta y abro sin dudarlo, prefiero morir a seguir oyendo insultos —. No debí acercarme a ti. No te preocupes que no voy a volver a buscarte más. ¡Que pase lo que tenga que pasar! Me doy la vuelta al tiempo que tiro la puerta y mirando a mi alrededor veo a lo lejos como se retiran dos coches cargados de hombres armados. Ni siquiera me inmuto... me da lo mismo todo ya Solo vine a aquí cumpliendo una orden pero estar cerca suyo es más peligroso que recibir un balazo. Sé muy bien como hacer que sea Maxen quien de el siguiente paso y así lo hice y así será pero... ¿quién sanará mi corazón del golpe de volver a verlo, de sentirlo cerca, de taladrar mi alma con su voz? Lo peor de que haya vuelto no es la amenaza de Sergi, lo peor es la amenaza de mis sentimientos con destrozarme la.vida otra vez por el único hombre que amo, amé y siempre amaré. — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — No miro a atrás cuando salgo de su casa. Subo por el camino de piedra que bordea el césped y me subo a mi coche para por fin sentirme en mi propia frontera y alzar el dedo para marcar el número de mi marido. Ese maldito miserable que si me matara seria una afortunada, pero prefiere jugar conmigo a la liebre y el lobo y yo... yo soy el cebo de ambos. —¿Cómo fue todo, querida? Casi vomito ante el cinismo en su voz. Es un animal que hiberna hasta que sale a cazar y no tiene piedad con sus presas. —Si ibas a matarme no hacía falta que me enviaras a ver a tu hermano. Podrías haberme disparado tú mismo en casa. Pero se me olvida que te falta valor a menudo, querido. —Cuando vaya a matarte lo sabrás y no sobrevivirás, linda — oí el crujir de la silla de cuero del despacho de la casa —. Solo quería que los dos vieran que voy en serio. Él, cual valiente Camelot tratará de salvar a su amor en apuros y tú sabrás que voy en serio con este tema. Ahora ven a casa, tu hijo te necesita. Corta la llamada y dejo caer mi frente en el volante que rodeo con mis antebrazos. Es tan macabro que trata a Albert como si fuera mi hijo y no el suyo. El niño nunca ha podido sentir el cariño de su padre y me pregunto cómo es capaz. A veces pienso que está más dañado de lo que parece y hasta llegar a sentir pequeñas dosis de compasión pero cuando su conducta vuelve a ser como esta, compruebo que el lobo por muy herido que esté, nunca dejará de ser un cazador sangriento. Miro al cielo alzando la cabeza al llevar el coche sin capota y pienso en mi hermana...lo mejor que Le pudo pasar a Courtney fue morir a tiempo, aunque me haya pasado su triste destino a mi. Al menos ella allá en el cielo es feliz y libre. Estoy dando marcha atrás cuando la policía hace su entrada a la propiedad y alcanzó a ver como Maxen despide a la rubia justo cuando me voy. Sé que sus ojos me miran pero yo evito hacer lo mismo con él. Prefiero esperar que pique el anzuelo que le he lanzado y después de eso veré como consigo que semejante hombre me tome en cuenta sin pensar en el oscuro pasado que nos une. Al tiempo que pongo la primera veo un mensaje apareciendo en la pantalla de mi coche y se me detiene el corazón y la respiración a la vez. Es Maxen. "Esta noche quiero verte en mi otra casa. Te enviaré la dirección, ve sola y procura que no te sigan." Independientemente de la sorpresa por la rapidez con que mordió el anzuelo, el enigma que pone su mensaje y los nervios que me.recorren, me pregunto: ¿Cómo tiene mi número personal? Ni siquiera mi marido posee este número. Es uno de mis más ocultos secretos. Maxen siempre fue un misterio para mi y parece que así sigue siendo. ¿Será que en todo este tiempo no ha perdido mi pista? O, ¿ha mandado a alguien a que me investigue? No sé si somos los mismos de antes o las cosas podrán cambiar de repente pero este misterio en sus palabras y el pellizco en mi corazón me dice que aquí hay tela por donde cortar y creo que cuando podamos ser sinceros el uno con el otro seré yo quien más se sorprenda de los dos.Capítulo seis. Voy a proteger a mi niño. “Narra Chloe” La vuelta a casa es un tanto lenta. No me apetece apurar el paso de mi auto, ni de mis pies cuando piso el acelerador ni de mis pensamientos con la intención de olvidar el aroma del hombre que tanto y que me he confirmado a mi misma, que nunca podré dejar de hacerlo. Al mismo tiempo que el semáforo me detiene con su luz amarilla parpadeando, un mensaje irrumpe en mi móvil, es él por supuesto. Y otra vez es él. ¿Cómo sabe tanto de mí? Sobre todo mi pregunta surge teniendo como base que acaba de volver, que no ha tenido tiempo de conseguir mis contactos… al menos eso pienso yo. “Esta es la dirección. Si me fallas atente a las consecuencias.” Miro varias veces las calles que me envió y no entiendo por qué lo hace a través de un número que sabe que podrá tener mi marido cuando antes había utilizado el otro. ¡Maxen me va a volver loca! No respondo. Me asaltan tantas dudas que me concentro en conducir a la casa y na
Capítulo siete. El moretón en la cara “Narra Chloe” El día se me va como uno de esos que cuando te quieres dar cuenta son las horas de ver las estrellas. Aunque Maxen no me dijo la hora en que debíamos reunirnos en su momento mi ansiedad me hace salir para su casa justo cuando empieza a caer la noche. En todo el día por suerte no tuve que volver a ver a Sergi y ya tengo al niño acostado en la cama y rendido para cuando me calzo los tacones y bajo para subir al auto. Llevo un vestido negro pegado a mi como otra piel y con una cremallera metálica por delante. No es mi intención provocar a Maxen pero esta es mi manera de sentirme valiente: lucir escandalosamente sensual. Todo el camino que conduzco a su casa tengo la sensación de que alguien me sigue pero no veo a nadie por más que miro una y otra vez por el retrovisor. Finalmente llego a la dirección que me indica el GPS y para cuando la cancela se cierra detrás de mi me empiezan a sudar las manos de los nervios mientras me enca
Capítulo ocho. Lo que quiero de ti "Narra Chloe" —Responde mi pregunta, Chloe — insiste Maxen al tiempo que me sacude de un lado a otro —. ¿El imbécil de mi hermano te pega? Recuerdo entonces mi altercado con Sergi y vuelvo a temblar, pero en esta ocasión ninguna sensación buena me invade. Trato de disimular lo mejor que puedo y como si fuera una actriz consagrada de Hollywood, me meto en mi papel de mujer indiferente a su rudeza. —¿A qué te refieres? —Responde a la malditą pregunta — ruge embriagándome de su aliento narcotizante. —Como si te importara — ladro verdaderamente dolida y cuando intento alejarme de él me vuelve a poner en el sitio y añado —. Fue en el tiroteo —miento de lujo y me sale la frase como enfadada, porque lo estoy de alguna manera. Con la vida. Con MÍ vida —. Es más probable que me lo hayas hecho tú a que fuese Sergi. No dice nada pero se mantiene sobre mi, cerca tan cerca que quiero gemir y me contengo. Le quiero tanto... Sus dedos dejan de ser tenaz
Capítulo nueve. Quiero todo de ti. “Narra Chloe” —¿Serás mi amante? Responde Chloe — Maxen me provoca como solo él sabe hacerlo —. Sí viniste a la dirección es por algo, porque algo estás dispuesta a darme. ¿Sabes o siquiera te imaginas lo que quiero de ti para salvar tu status social y la fortuna de tu marido? —No — contesto después de tragar saliva con dificultad—, pero me lo puedes decir, así me hago una idea. Ilumíname Maxen. —Quiero todo de ti, mi querida cuñada. Quiero tu rendición. Se hace una pausa necesaria entre nosotros. No sé cual de los dos la impone pero a ambos nos viene bien. Asumo que mientras yo elijo con cuidado mis siguientes palabras, él sopesa la forma en que abordará lo que sea que le suelte. Entonces y solo por eso le digo de forma ambigua: —Define “rendición”, Maxen. —Harás cada cosa que te pida y solo tú tendrás contacto conmigo, para lo que yo disponga, desde luego — añade apostillando. —¿Estás tratando de vengarte de mí, de tu hermano o de
Capítulo diez. La amenaza de mi esposo. “Narra Chloe” Como se está haciendo habitual la vuelta a casa es reflexiva. No puedo dejar de preguntarme qué quiere hacer Maxen exactamente. Hay una diferencia entre los dos hermanos Coleman y esa es principalmente que uno quiere desaparecer al otro pero el hermano bueno — creo que a estas alturas está claro a quién me refiero —, tiene una intención desconocida por mi detrás de su intención de venganza; precisamente porque no sé en qué consisten sus planes. Mientras conduzco me doy cuenta de que puedo estar caminando sobre una cuerda floja de la que tiran en cada extremo los dos hombres que rigen mi vida... esta es una misión peligrosa que puede salir mal avance hacia el extremo de la cuerda que elija. En cualquiera de los dos casos ahora mismo estoy en riesgo. Pronto estoy aparcando el coche cuando veo a Sergi de brazos cruzados en e fondo del garaje esperándome. Resoplo al ver que su rostro de asco no es conciliador para nada. No he pod
Capítulo once. La junta de accionistas "Narra Chloe" Llegar a la empresa de mi marido para verme con mi cuñado ha sido muy raro. La gente me saluda como corresponde pero es irónica mi situación. La junta de accionistas está esperando a que entre Maxen para comenzar y yo tengo la sensación de no saber qué hago aquí vestida de ejecutiva cuando no soy más que una marioneta. Hija sustituta de mi padre, esposa florero de Sergi Coleman y próximamente el saco de boxeo de Maxen Coleman. —Buenos días — Maxen llega a la sala acompañando de una mujer trajeada, supongo que es su secretaria. Ambos se sientan en los puestos vacíos de la mesa y la reunión comienza —. Bien, no tengo mucho tiempo y el asunto es simple. Se los pondré fácil señores, yo les salvo el pellejo, les evito la ruina monetaria y social, pago sus deudas para que puedan conservar sus anheladas propiedades. En resumen, les mantengo la buena vida que llevan y sin manchas en el expediente policial y encima les inyecto el ca
Capítulo doce. ¿Te acuestas con mi hermano? “Narra Chloe” Hermano contra hermano se enfrentan con la mirada en silencio mientras que a mí un escalofrío repentino me recorre el cuerpo. No sé por qué me aparto de mi esposo una vez que me las arreglo para librarme de su agarre y avanzo hasta posicionarme al lado se Maxen. Sergi por su parte deja ver una de sus aterradoras sonrisas y pasea la vista de su hermano a mí. —Muy bien hermano — vuelve a emplear la ironía, pero esta vez sus palabras parecen cuchillos afilados que van directamente a mi rostro y me cortan la piel de un simple roce —, te prestaré a mí esposa si tanto la necesitas. Pero me la devuelves en una pieza, ¿eh? Sergi se acerca, toma mi mano y besa el dorso de la misma. Un beso que me sabe a hiedra venenosa inyectada en las venas. —Nos vemos en casa, mi amor. No trabajen demasiado ustedes dos. Y con la misma alegría fingida que llegó, Sergi se marcha. El resto de los accionistas terminan de firmar el contrato y una
Capítulo trece. Eres una mentirosa. "Narra Chloe" —Respóndeme Chloe — Maxen insiste con vehemencia en obtener una respuesta aunque realmente no sé que es lo que espera de la misma —. ¿Con él te acuestas? Sus palabras me calientan el cuello, incluso mueven mi cabello suelto y me erizo ante su tacto. Solo me atrevo a negar, no voy a mentirle pero tampoco lo diré en voz alta. —He respondido por inercia — musito de repente —, eso no es asunto tuyo. —Todo lo que te pregunte es asunto mio y vas a responderme — me empuja contra la puerta y se pega a mi por detrás, pone una mano abierta sobre mi estomago dwsnudo y la otra palma impacta contra la puerta del baño, los dos jadeamos y él murmura en mi oído —. ¿Si yo te hiciera mía ahora mismo, aquí y así desde atrás y con fuerza estarías muy acogedora entonces? A pesar de que su actitud me ofende y me hiere no puedo evitar que active esa parte de mi cuerpo que lleva años escondida, esas sensaciones que me hacen sentir una mujer completa. Le