Capítulo veintinueve. Sentirte un poco más."Narra Maxen"Se me ha puesto la vida patas arriba.Cuando volví no era esto lo que pretendía, no era esto lo que quería hacer pero ella me vuelve loco, me muero solo de verla y no soy dueño de mí mismo.No sé cuando fue que me hundí en esta profunda bahía de deseo que ella ha provocado en mi, pero si algo tengo claro es que no puedo parar. Todos los escenarios que busco me lanzan de cabeza a sus brazos. Es como si el destino o yo mismo conspiraramos para que me siga enloqueciendo por esta mujer. Por la que fue y la qu es. Por sus mentiras y sus verdades. Las sombras y las luces. Todo en Chloe me seduce.Es su piel, su boca, su aliento y sus ojos, incluso su mal genio me encanta. Estoy perdido pero muy perdido.Todo el paquete completo de ella me pone de rodillas e. Es esa actitud hermética e indescifrable la mayor de mis adicciones. Me encanta como no logro saber por donde me va a salir, que espera de mi, que quiere de nosotros. Y es que si
Capítulo treinta. ¿Que más quieres de mí Max? "Narra Chloe" Todavia no logro olvidar lo que sentí hace un rato, con sus brazos entre mis brazos, comiendonos incluso con los ojos sin siquiera decir una sola palabra. Los dos inconscientes de todo fuimos tejiendo punto por punto nuestro destino un poco inesperado y otro tanto más soñado hasta que desperté de esa preciosa ensoñación y aterricé otra vez en la realidad. Incluso en la incertidumbre del futuro. Tengo un objetivo en la vida, no puedo evitar mi destino. Pero, ¿qué hago con el nudo de emociones que él provoca en mi? ¿Cómo se define aquello que no se ve? ¿Cómo me niego algo que deseo tanto o más de lo que me planteo rechazar? Cuando un beso, sobre todo un primer beso se torna más de lo que es, en cuanto a sensaciones, ¿es mi tiempo de huir? Esa es una filosofía que me pude haber aplicado desde toda mi vida adulta, y que tal vez me podrá servir en lo que a él se refiere en este momento pero entonces vuelven las miradas, esas
Capítulo treinta y uno. Ya no soy más esa"Narra Chloe"¡Por dios que alguien me diga cómo se hace! Lo que me produce no puedo esconderlo por ningún sitio de mí. No lo puedo retener. Es cada gesto, cada contacto, cada instante y cada sentimiento que me dedicaa que es imposible esconderse de sentirlo. Me rebosa en sensaciones, incluso en tormentos, pero me rebosa de él... entre sus manos. La vida me ha negado mucho y todo eso, lo incluyó a él en su día, si ahora eso puede cambiar lo haré sin duda.Una mísera semana a su lado, me había bastado para volver a fantasear como perderme en él, con ser lo que nunca pudimos. Entre idas y venidas he terminado cayendo profundamente. ¿Debería negarme esa oportunidad? Mientras yo me repito esa pregunta una y otra vez, él me sigue besando y yo lo acompaño sin descanso.Desliza sus dedos por el borde de mi biquini negro y me hace temblar el vientre con su toque. Mis piernas cuelgan sobre las suyas y hasta mis pies... él muda sus caricias sin d
Capítulo treinta y dos. No me alejes."Narra Chloe"Cuando rompo el beso no digo nada. Dejo que me guíe a la casa en el más absoluto silencio. Tomados de la mano, saboreando la brisa marina y la sensación de tenernos sin hacerlo realmente, es un anticipo perfecto a la pasión que ambos hemos ido acumulando con el paso de los días, los encuentros y los deseos, y que estábamos a punto de hacerla explotar pero lo que él no sabe es que no pienso seguir con esto... no tengo intención de hacerlo.—¿Me quieres contar la historia de tus días fuera de la ciudad? — pregunto tanteando su estado de ánimo. No quiero imcomodarlo pero tengo que buscar la manera de acercarme a sus intenciones para entenderlo o por el contrario, despedirme definitivamente, de alguna forma. —En otra ocasión tal vez — responde esquivo, para variar, y me mira de lado, imitándome.—Cuando siento que puedo empezar a estar más cerca de ti otra vez..., me echas directo a los brazos de la incertidumbre y siento que retrocedo
Capítulo treinta y tres. No me rompas el corazón."Narra Chloe"—¿Ahora vas a dejar de divagar de una vez o seguimos jugando al gato y al ratón? Levanto la cabeza de su pecho y hago contacto con sus ojos antes de contestar.Me encanta sentir todo mi cuerpo temblar del orgasmo que he tenido, y amo verle igual de afectado pero siento que si me dejo guiar por lo que dice al final algo no ira bien.No puedo decir cómo lo sé pero es un presentimiento. Y en eso normalmente no fallo.—Por lo menos reconoces que tú también donde dices "blanco", luego dices "negro" — señalo al mismo tiempo que me siento en la cama sobre mis muslos.—No te me pongas refranera ahora que no te va mucho, ¡eh! Me tira de nuevo en la cama y se viene conmigo hasta caer encima de mi. —No te burles que me entendiste.Mis piernas le abrazan la cintura y mis manos se entrelazan en su cuello.Le miro y sé que viene otra montaña que subir. Por más que quiera dejarle de lado no lo logro. Es como si corriera por mis venas
Capítulo treinta y cuatro. Todo valdrá la pena. "Narra Chloe" A la mañana siguiente después de tres días juntos amanezco feliz y plena como hacía mucho mucho tiempo que no me sentía. Unas noches exquisitas han desembocado en unas mañanas espléndidas. Hoy es el día en el que vamos a volver a la ciudad. Por supuesto que tendremos que hacerlo por separado, no obstante, ya es tiempo de poner en marcha lo que propuso Max. No consigo entender porque él me hace feliz, pero el hecho de sentirme a gusto en tantas ocasiones entre sus manos, me confirma lo efímera que la infelicidad, es a su lado y con eso me conformo. —Amanecer delante de tus ojos, es la sensación más exquisita que he podido sentir, jamás — le oigo en la puerta del baño y cuando miro lo encuentro envuelto en una toalla y de cuerpo semidesnudo, mirándome sonriendo y acomodando su húmedo cabello con sus dedos. Esos ojos en los que podría nadar me sonríen y es que, Dios... que lindo es este hombre y que mirada tiene.
Capítulo treinta y cinco. Conmigo no se juega."Narra Chloe"Conducir de regreso a casa es toda una proeza. No sabía hasta que recuperé mi auto y tomé la carretera de.vuelta que me sentiría así.Me muero de ganas de ver a Albert pero tengo cierto toque de ansiedad por tener que enfrentarme de nuevo a una persona con la que ya no contaba. Ya no estaba en mi lista de cosas para hacer desde hoy, volver a ver a Sergi. Ha pasado dos días fabulosos en los que me he sentido tan libre como hace mucho tiempo y saber que pierdo esa identidad recién recuperada...duele.Me suena el móvil y miro en la pantalla de mi auto el rostro de Max en video llamada. Acepto y enseguida le tengo sonriendo frente a mi. Es tan lindo verlo de nuevo así.—Estás preciosa cuando conduces — chasqueola lengua —. Todavía tengo tu olor en mis sentidos, mi amor. Te prometo que no dejo de pensar en mis manos en tu cuerpo esta mañana. No paro de verte con los ojos cerrados disfrutando y haciéndome...—¡Para, por favor! —
Capítulo treinta y seis. No tienes corazón."Narra Chloe"Cuando entro al hospital estoy desesperada. Me parece que más puertas de cristales que ruedan automáticamente para dejar pasar, no corren lo suficientemente rápido. Me voy tropezando con todo el que me encuentro porque solo quiero ir donde está el médico de mi hijo y saber que está bien, que no va a pasar nada irreparable cuando salga de aquí.Ha sido todo mi culpa. Él no tiene a nadie más que a mi para estar a salvo, es un pequeño niño que depende de cuanto lo cuide y he fallado. Le he fallado a él y a mi hermana.Dios, por favor que todo esté bien con él o no voy a perdonármelo nunca.Finalmente encuentro a una persona que me ayuda a encontrar la habitación que busco y doblando por un corredor veo a Sergi y a Leona, me detengo.Vuelvo a echar a andar y voy directo al pecho de mi marido. —¡Maldit0 bastardo, maldit0!Sus manos tratan de detener mis puños y su madre abre una habitación al frente y nos empuja dentro.Ya sabemo