Entra Derek a la habitación de Leah, el doctor había restringido las visitas.—Hoy me quedaré contigo querida.—No Derek ve a casa, dormirás muy incómodo.—No me importa Leah, quiero estar contigo, Mark también se quedará.—Con más razón, que pena con él Derek.—Ya está decidido. No reniegues más Leah.—¿Se fueron todos?—Sí, mi padrino se fue con los demás.—Derek tengo mucho miedo de perder a mi hijo.—Eso no pasará cariño, aquí estás siendo muy bien atendida por el doctor Hamilton. También pospondremos nuestra boda, hasta después que nazca Cameron. No permitiré que nada malo te pase Leah.Rápidamente toma Derek sus manos, para brindarle un poco de consuelo a su esposa.—Como quisiera estar, posada en tu pecho en este momento.—Cuando el médico te autorice el alta, te prometo que mi regazo se convertirá en tu almohada.—Gracias Derek, eres único. Hasta pareces de mentira.—Soy tan real, que muchas veces cometo errores.—Cariño te repito, no es necesario que te quedes dormirás muy ma
Al día siguiente.Llegan Leah y Derek a la mansión en compañía de Mark y el otro chófer. Derek ha decido que trabajará por ahora, desde su despacho en casa, para mantener controlada Leah, evitando cualquier inconveniente con su hijo.Al llegar Martina y el padre los reciben muy emocionados. Tanto así, que habían olvidado que el señor Austin a un descansaba arriba.—Te ves muy bien Leah. Ya te voy a preparar un nutritivo desayuno. Estaré al pendiente de ti mientras Derek está en la empresa.—No te preocupes Martina, no iré a la empresa por estos días, que haré cargo del cuidado de mi esposa.—Como quieras hijo.—Lo que sí por favor, regálame un vaso de agua tengo mucha sed—solicita Derek.—Voy enseguida Derek.Leah al igual que Derek, había llegado en una silla de ruedas, por lo delicado de su embarazo. Se le arrima y le dice:—Tina es muy atenta contigo cariño, quién no la conozca diría que es tu madre.—Ja, ja, ja, tú siempre tan ocurrente mi vida. Mi difunta madre, era aún más sobre
Los días pasan con mucha tranquilidad, Leah continúa con su reposo, mientras que Derek permanece a su lado al pendiente de los dos. Ya está próxima en traer al mundo a Cameron, la ansiedad de ambos entra en aumento cada día, por tener a su pequeño entre sus brazos.—Toca Derek, patea muy fuerte—sugiriendo Leah a su esposo, que toque su vientre.—Será muy activo nuestro Cameron. Desde mi silla, le enseñaré a jugar fútbol.—Derek debemos contemplar, la posibilidad de ir a ver al nuevo doctor, el que llegó desde Alemania, antes que se vaya del país—propone Leah.—Luego Leah ya te dije. Mi prioridad ahora son mi hijo y tú. Acércate—demanda Derek con la intención de darle un apasionado beso.*****Oregón.Por otra parte, el señor Austin, había salido de la Mansión, aquella vez que fue con el padre Matthew, sin ser visto por Derek. Desde ese momento, su corazón se conmovió al describir que tiene un nieto tan joven y vigoroso, a su vez siente una profunda tristeza, al hallarlo en una silla d
Meses después…La clínica parece un parque de diversiones, están todos a la espera que salga el doctor, para informar cómo le fue a Leah en el parto. Le están practicando una cesárea, Derek por su parte le hará un hueco al piso, pero con la rueda de la silla, está muy ansioso.—Cálmate hijo, que todo estará bien con Leah. Los partos, no son tan complicados como parecen.—¿Cómo sabes tú Tina, sino tuviste hijos?—Me han contado Derek.—¡Caramba como tardan allí dentro! —protesta Derek.«Si Derek supiera que Tina es su madre». Musita mentalmente, el padre Matt observándolos muy de cerca.Derek se aparta un poco de todos, motivado por la desesperación que siente. Hasta Monique, su esposo y Devin los acompañan.En medio del caos, una fuga emocional agita al apuesto Derek, ya que ahora falta muy poco para su encuentro intimo con Leah, se asoma a su mente la enorme posibilidad de agrandar a la familia, pero esta vez no con métodos pocos ortodoxos. Se emociona por el hecho, de que puede ser
Ahora que volvió con Eiza, ¿La utilizará para acercarse a Leah? La invita, para ir de visita a la mansión Dixon para conocer a Cameron.Al llegar, Leah los recibe ya está bastante mejorada después del parto, en su cara se puede notar un gran aire de hermosura, la maternidad le asienta de maravilla. Albert al verla se queda conmocionado con su belleza como de costumbre, pero esta vez quiere acercarse a ella a como dé lugar, no como el mejor amigo de Derek, sino como algo más.—No entiendo, ¿por qué volviste con ese sujeto?—Leah no me regañes.—Pónganse cómodos están en su casa, iré a buscar a Cameron y también avisaré a Derek, que estás aquí Albert.—Si quieres te acompaño.—No es necesario enseguida vuelvo.—¿Creo que no le caes muy bien a Leah, les has hecho algo?—No, como crees querida, la veo poco—pero hasta ahora, ha sido más que suficiente, para ganarse su afecto.Baja Derek, desde su elevador con Leah y su hijo.—Hermano—se levanta Albert para saludar a Derek.—Gracias amigo,
Oregón.—Ya le avisé a Derek y todos vienen para acá.—Padrino esto es increíble, justo ahora que pretendo recuperar a mi hija, me entero de esto.—Lo sé Damon, todo es muy complicado. Este pueblo está lleno de misterios.—Ahora me preocupa aún más mi hija Leah.—Leah te perdonará, a esa muchacha prácticamente la críe yo, junto con Amy. Es una chiquilla compasiva, en su corazón no existe cabida para el odio.—Gracias padrino, por hacer de mi hija una gran mujer.—¡Ay Damon!, ahora me preocupa Brandon, ya está mayor. Esperemos que se estabilice pronto, sino no me lo perdonaré.—No es su culpa padrino. El tío Brandon es un hombre fuerte, confiamos en Dios.—Así es hijo primeramente Dios. Pero, Brandon es tu papá, no tu tío—confirma el padre.Sale el médico, que está atendiendo al tío Brandon, para brindar información de su estado de salud:—Padre, ya el señor Brandon está estable. Por ahora permanece en urgencias y pide verlo.—Está bien, ya voy para allá. Espérame aquí Damon no tardo—i
Inundados de un inmenso encanto, se habían quedado ligeramente dormidos, el entorno se halla apacible y luminoso para ambos, inesperadamente irrumpe en la habitación, el estrepitoso llanto de Cameron, de alguna manera mostrando que está presente entre ellos.—Se despertó el niño—murmura Leah.—Ve y tráelo cariño.—Primero voy alimentarlo, seguramente tiene hambre—indica Leah.Derek se detiene un momento, para pensar en lo que acaba de suceder con Leah, ahora que cedieron juntos ante la pasión, que se les puso de manifiesto. Concibe que acaba de pasar un mágico momento a su lado, no puede creer que todos sus temores quedaron suspendidos y el deseo fue quien los condujo a lograr su cometido.Velozmente sacude intempestivamente sus ideas, y se deja desatender por un instante, por su condición de minusválido, aseverando que todo fuese sido más placentero para Leah, si él tuviese un poco más de movilidad en sus piernas. Cayendo en cuenta de manera equivoca, que él no está a la altura para
Oregón.Iglesia del padre Matt.—Ya todo está bien con Leah, ya hace más de un mes nació su hijo, hoy mismo le diremos la verdad a Leah. Así que prepárate, que iremos a la granja Dixon—advierte el padre con firmeza.—¿Por qué no esperar un poco más? Muero de miedo—expresa Damon su angustia.—Para luego es tarde, entiende tu padre está viejo y posiblemente no le quede mucho tiempo en este mundo. Aunque eso lo sabe con precisión Dios, de igual forma tenemos que llenar al pobre Brandon de vida, sufrió mucho en el pasado y hasta no hace mucho agudizaba esa tristeza en medio de su soledad. Su vida ha estado plagada por el sufrimiento, no es justo con él. Espero lo sepas comprender Damon.—Tienes razón pobre papá, al fin y al cabo, fue una víctima más de las circunstancias.—Me reconforta muchísimo que pienses con mesura. Vamos a la granja en este instante.—Espera padrino, no hemos pensado en ellos.—¿En quién?—En Leah y Derek. Padrino ellos son primos.—No hijo, ese es otro engaño y otra