Derek ya no quiere esperar más para ser padre. Lleva a Leah rápidamente a ver al doctor Hamilton, quién estaba presto para de una vez realizar el procedimiento.—Buen día, ya está todo listo para comenzar a trabajar en Leah—apunta el doctor bosquejando una sonrisa.—¿Me va doler doctor? Es que yo soy....—Descuida ya Derek converso conmigo—mira Leah a Derek con rareza y se va muy nerviosa al laboratorio.En la camilla Leah parpadea muy acongojada, sus trémulos pensamientos se apoderan de ella instantáneamente. Sin embargo, no se puede echar para atrás, continúa firmemente y cierra, por unos segundos sus hermosos ojos, sosteniendo sus manos y llevándolas hasta su pecho.Al cabo de unos minutos, el procedimiento está listo. Y el doctor le indica:—Listo Leah esperamos los resultados.—¿Saldré embarazada de una vez doctor?—Esperamos unos días, a ver si la inseminación se hizo efectiva, sino tenemos que hacerlo de nuevo hasta lograr que te embaraces.—Está bien doctor.Se levanta Leah y
Al día siguiente…Fin de semana en Seattle.Llega desde Oregón, el padre Matthew para visitar, a los que considera su familia, ya los extrañaba a todos:—Bueno, Tina gracias por la comida, como siempre todo estuvo delicioso—agradece el padre por el suculento platillo, que Tina le sirvió.Rápidamente ingresa Leah a la mansión, junto con Derek después de dar un paseo sabatino.—Vaya qué sorpresa padre—corre Leah a sus brazos.—¿Bendición padrino cómo está?—Muy bien hijos y, ¿de dónde vienen?—De hacer ejercicios padrino. Aunque esté en esta silla, al menos observo el parque y sus alrededores respirando aire puro—señala Derek con una gran sonrisa.—Mi buen Derek siempre tan optimista.—Yo los dejo, voy a darme un baño—menciona Derek.—¿Quieres te ayude? —se ofrece Leah.—Tranquila Leah puedo solo, Mark me ayudará a adentrarme, en la ducha como siempre. Al irse Derek, el padre le dice:—Veo que, eres muy atenta con Derek.—Si padre, me preocupo por él y quisiera ayudarlo más, sólo que é
—Derek me vas odiar, pero contraté a Savannah como mi secretaria—va Albert directamente al grano.—¿Hablas enserio? —se sorprende Derek enseguida.—Si amigo lo siento, vine a decírtelo personalmente, como ayer no fuiste a la empresa.—Estaba en un asunto con mi esposa.—Me imagino, el caso es que Savannah está quebrada y tiene la necesidad del trabajo—justicia su decisión.—Está bien, que la estés ayudando—asienta el buen Derek.—¿No te molesta?—Sí, un poco no te lo voy a negar, tener a Savannah cerca es algo, complicado y también placentero para mí. Albert, a ti no te puedo mentir eres mi mejor amigo, la sigo queriendo. Está hermosísima—expone Derek y sus ojos se iluminan.—Pero, ¿y Leah?—Ya te conté, como se dieron las cosas con ella. A veces creo, que cometí un grave error al casarme con ella y más, con lo que acabamos de hacer.—¿Qué hicieron Derek?—Ayer inseminaron a Leah con muestras mías. Sabes cuánto, deseo ser padre y ella accedió a mi petición.—¡Rayos! —exclama Albert co
Al caer la noche…Bar Thompson Seattle.Se encuentra Albert junto a su amigo Timothy, quiere sacar lo que lleva dentro, con relación a sus inesperados sentimientos por Leah.—Ya no puedo más Tim, tengo que hablarlo o sino, voy a reventar un día de estos.—Cuéntame, ¿Qué era eso tan importante, que tenías que contarme?—Espero no me juzgues te lo suplico. Estoy enamorado de Leah.—¿Es broma? Por Dios, si la acabas de conocer y de paso, es la esposa de Derek, definitivamente la soledad, te está pasando factura Albert.—Es muy raro. Pero, sólo un segundo me bastó, para enamorarme de ella. Es hermosa y muy dulce. Tiene una mirada, que hechiza a cualquiera.—Es sólo un simple deseo, por la persona incorrecta lo que tú sientes. Ya saca esos pensamientos absurdos de tu cabeza.—Sí, son tan absurdos que me atormentan.—Con razón, contrataste a Savannah. Lo que, si no te permitiré, que hagas algo estúpido en contra de Derek—le advierte Tim viéndolo con suspicacia.—¿Por quién me tomas Tim?, ja
Después de haber culminado sus lecciones de protocolo y etiqueta, se dirige Leah a la empresa a visitar a Derek, aunque realmente quiere ver de cerca a Savannah y medir el tamaño del enemigo.Al llegar pregunta en recepción, con grácil disimulo dónde queda con exactitud la oficina de Albert, para ella ir a echar un vistazo, toma el elevador y baja en el piso 5 dónde queda la oficina de la vicepresidencia ejecutiva, de inmediato hace contacto visual con Savannah quién queda atónita y algo insegura, ante el garbo que Leah proyecta, la señora Goldman la ha preparado muy bien, para defenderse de esa arpía.—Buen día tú debes de ser Savannah—asevera Leah.—Así es.—Me presento mi nombre, es Leah Dixon y soy la esposa de Derek.—¿Has venido cómo tigre a marcar terreno? —señala Savannah con ironía.—Para nada vine a visitar a Albert, para conversar de un asunto, que por supuesto no te importa.—Vaya qué si viniste a sacar las garras, ¿Temes que te aleje de Derek?—No puedo temerle a alguien,
Un mes después...Hoy es el primer día de clases de Leah en la academia, se encuentra con su nueva amiga Eiza, en la entrada del centro de estudios, como habían acordado previamente:—Que nervios, espero que todo vaya bien—manifiesta Leah enseguida.—Tranquila Leah, pareciera que le tienes miedo a lo desconocido.—Un poco.—¿Qué raro, si eres una mujer rica y de mundo?—Si yo te contara Eiza.—No se diga más, al salir vamos juntas por un café, sirve que te enseño un poco la ciudad.—Tendríamos que ir con mi chófer.—No me incómoda, hasta me parece fabuloso—se dirigen juntas, a su salón de clases muy sonrientes.Al llegar al salón su mayor sorpresa, ver a Alanna Watson la mejor diseñadora de ropa femenina, no sólo de los Estados Unidos sino del mundo, a Leah casi se cae la mandíbula al verla:—¡Oh por Dios Eiza es Alanna Watson! —exclama Leah con mucha emoción.—Estamos en la mejor academia de modas de la cuidad, verás desfilar puras eminencias del mundo de la moda.—¡Santo cielo!—Cál
Se levanta Leah con mucho entusiasmo, desconociendo aún las dudas de Derek. Días atrás había sentido, ligeros mareos, por lo que su amiga Eiza y la maestra Goldman, le sugirieron realizar una prueba de embarazo. Entra al baño y se dispone hacerla efectiva. Espera los minutos correspondientes y con mucha ansiedad, musita para sí misma:«Estoy segura, que estoy embarazada». Asienta con mucha emoción, al cabo de unos minutos ingresa nuevamente al baño y no cabe duda, al parecer todo indica que está encinta.Sale corriendo, como alma que lleva el diablo y se lanza, en la cama de Derek despertándolo de golpe.—Leah por Dios ten cuidado—se despierta Derek agitado.—Lo siento, pero estoy tan contenta Derek. Mira por ti mismo—le entrega la prueba de embarazo, Derek la toma con curiosidad, he evidencia las dos rayitas que indican positivo.—¡Leah! —exclama con desconcierto—vamos al médico tenemos que, cerciorarnos que efectivamente estás embarazada.—Si vamos, voy arreglarme de prisa—asienta L
Llega la esperada visita de Eiza a la mansión y Leah, la recibe con mucha alegría:—Amiga bienvenida.—Gracias Leah, estoy muy contenta por lo que me contaste por teléfono. Serás mamá, es una bendición Leah.—Así es Eiza, mi hijo es lo mejor que pudo, haber pasado en la vida. Ahora no estaré sola en el mundo, mi hijo me alienta para seguir adelante.—Qué bueno Leah, te mereces lo mejor—la toma Eiza de las manos.Ingresa Derek a la sala, para saludar a la visita de Leah, súbitamente Eiza se queda estupefacta, ya que Leah, no le advertido que Derek era inválido.—Leah no me diste, que tu esposo es paralítico—musita Eiza al oído de Leah y ella la mira con mesura.—Hola señorita, un placer y bienvenida a la casa—expresa Derek con cortesía.—Gracias señor muy amable—responde Eiza, mirando a Derek como admiración.—No me digas señor, que no soy tan viejo. Me llamó Derek—le brinda su mano.—Ya lo sabía, mucho gusto mi nombre es Eiza, Leah no hace más que hablar de ti.—¿Bien o mal?—Muy bien