Pasa el tiempo, la felicidad en Ángel no se aparta de su rostro, Inmaculada esta vez se relaja y no refuta, como lo acostumbra hacer. Descarta Inmaculada de su mente, no volver a estar así a solas con Ángel, acentúa en su interior que, a pesar de todo, con lo que él carga a cuesta, es un hombre muy especial.—¿En qué piensa mi santa? —pregunta Ángel, sujetándola entre sus brazos.—En ti.—Espero que, esta vez tus sentimientos sean más amables.—Y lo son—Ángel velozmente se sorprende, se separa de ella y la mira fijamente a los ojos.—No lo puedo creer, que estemos justo ahora tanta tranquilos. Sin que refutes por todo y hasta piensas en mí.—No tan rápido Ángel, también es muy difícil para mí, aceptarte tal y como eres. Sigo pensando, que eres un amor prohibido.—¿Quién lo prohíbe?—El demonio que habita en ti, ¿te parece poco? Ahora platico a gusto y saboreo los labios del ángel, que está en este instante conmigo, pero el diantre puede arruinarlo todo—expone Inmaculada sujetando su c
Horas más tarde…Definitivamente la belleza, no le fue negada a Inmaculada lucía ésta vez, más radiante que cuando se casó con Ángel, ese vestido rojo se ajustó a la perfección en su cuerpo, su rostro se distingue más hermoso que nunca y sus enormes ojos verdes, se destacan con más brillo. Al salir, Ángel la esperaba en la puerta, no deja de contemplar lo bien que se veía Inmaculada.—Definitivamente hicieron magias chicas, aunque mi esposa no necesita mucho arreglo—apunta Ángel ligeramente y las estilistas, sonríen ante los elogios de él.—Me incomoda, que digas que soy tu esposa—le musita Inmaculada al oído y él responde:—Lo eres—ella lo mira de reojos, y él tan solo le expone el brazo para bajar.Sofía no se hallaba en casa, había salido con Helen para la fundación y también, iba a realizar unas compras con ella. Gianna se queda con el ojo cuadrado con lo que ve, se oculta muy ágilmente para verlos. Y sonríe ante lo que percibe.Inesperadamente llega Mark a la mansión, hecho un ma
Al culminar el desfile, Lucero se le acerca muy acuciosamente a Ángel, aprovechando que Inmaculada había ido al baño:—Esa joven supongo que es tu esposa.—Eres muy intuitiva, mi querida lucero de la mañana—asienta Ángel con picardía.—Veo que estás feliz con su presencia.—Esa mujer, es mi vida entera.—¿Tanto la amas? —pregunta Lucero frunciendo el ceño.—No te imaginas cuanto, allá viene voy por mi esposa—advierte Ángel y va en seguida por Inmaculada, por su parte Lucero asienta mentalmente:«Ya sé, cuál es tu talón de Aquiles diantre, no sabes la sorpresa que te espera». Apunta en su cabeza y mientras continúa viéndolos con discernimientos.Mientras tanto Ángel, se aparta por un momento del ruido y todos. Se aleja con su esposa a un rincón, con el propósito de seguirla seduciendo:—Ningunas de estas mujeres, con sus vestidos blancos. Se comparan con el brillo de tu pureza—manifiesta Ángel con un toque de seducción.—Sigues muy halagador, ¿qué quieres? —señala Inmaculada con ironía
Llega Inmaculada a su casa, estaba su hermano Alan algo entristecido. De pronto, la mira con reserva al verla vestida tan elegante y le pregunta:—¿Qué haces vestida así?—Yo estuve en un evento.—¿Con la señora Sofía?—Con Ángel.—¿Qué hacías con ese tipo? —pregunta ligeramente furioso.—Fue solo un evento, no hice nada malo—se incomoda Inmaculada, ante su cuestionamiento.—Ese tipo es muy misterioso, y no me da buena espina. Cuando pueda lo investigo, no quiero sorpresas.—Deja a Ángel tranquilo, él no es malo. Es un empresario, muy importante del mundo de la moda—lo defiende Inmaculada, obviando lo que sabe.—¿Y ese cambio tan repentino? ¿No me digas que te enamoraste?—Ya Alan, no me abrumes con tus preguntas, y más bien dime que te pasa, que te noto triste, si estabas tan feliz con tu novia—busca de desviar su atención.—Es por ella, que estoy así tan conmocionado. Quien entiende a las mujeres, le propuse matrimonio y se espantó. Cuando es el anhelo de toda mujer, que un hombre l
Mansión Greco.Helen y Mark, se habían quedado ligeramente dormidos. Cuando inesperadamente tocan la puerta:—Helen hija, abre la puerta, ¿por qué pusiste el cerrojo? —indica Gianna, la madre de Mark.De inmediato Helen dice:—Es tu mamá, ¿ahora qué hacemos?—Nada abre la puerta, tu eres mi mujer—señala Mark con indiferencia y Helen va a abrir.—¿Qué haces aquí encerrada con este desvergonzado? Hay que ver que, son un par de sinvergüenzas ustedes dos, seguro se estaban en aquello y en casa ajena. De aquí, puedo sentir el olor—expone Gianna con rabia.—¡Qué pena con contigo Gianna! —se avergüenza Helen. —¿Seguro que conoces la palabra vergüenza?—Ya mamá es suficiente, Helen y yo nos reconciliamos. No la regañes, ya pronto me la llevo conmigo.—¿Se puede saber a dónde?—Ahora si salió mi número—exterioriza Mark con fastidio.—Falta de respeto. Pero, tienes razón ya ustedes son marido y mujer, ¿para cuándo es la boda? —lo pone Gianna contra la pared.—Si Mark, respóndele a t
Va llegando Inmaculada a su casa y Bryan se despide muy incrédulo, ante la prohibición de ella.—Inmaculada disculpa lo malo, aun así, la pase muy bien. Quiero que seamos amigos.—Eso si te puedo brindar y de sobra.Fuera de la casa, unos extraños sujetos los vigilaban. Uno de ellos rápidamente acciona su celular y habla:—Lucero, la señorita está acompañada de un policía.—¿Están seguros que es la misma muchacha de la foto? —pregunta Lucero con extrañeza.—Claro que sí, nosotros sabemos hacer nuestro trabajo.—Me parece muy raro, que este allí donde me dijiste hace rato. El diantre es un gran empresario y vive en una Mansión.—Eso no lo sé.—En fin, no quiero errores—asevera y cuelga.Por otra parte, Bryan continúa con ella y le dice:—Si quieres, me quedo para hacerte compañía, hasta que Alan llegue.—Te irás a quedar toda la noche, mi hermano si está con su novia, de seguro no viene a dormir.—Yo por mi encantado.—¡¿Bryan en qué quedamos?!—Ya no te enojes, ya me voy.—Cuídate muc
Siguen las huellas de los neumáticos, esta vez Bryan es quien dirige el operativo. Repentinamente perciben una casa abandonada, que se halla en un lugar fatuo, es la única que se puede contemplar. En seguida Bryan dice:—Revisemos esta casa, puede que la tengan allí. Alex dirígete con los muchachos y cubran los costados. Yo entrare a la casa.—¡Perfecto! —exclama Alex.Se ponen muy hábilmente en sus posiciones y Bryan le da una brusca patada a la puerta. Están dos chicos en la casa:—Al suelo, Policía—los toma por sorpresa y los chicos rápidamente se rinden, colando sus manos en la cabeza. Les indica a los otros policías que lo acompañan, que se encarguen de ellos.Sale de la casa, y Alex le hace seña. Indicándole una chozuela fuera de la casa, Bryan corre hasta allá con mucho sigilo y a la cuenta de tres ingresan. Había un solo sujeto custodiándola, Bryan con desesperación lo golpea en la cara, y rápidamente desata a Inmaculada y ella se abraza a él inmediatamente, Bryan la sujeta co
En este preciso instante, se hallan en el lujoso apartamento, que Ángel había comprado para los dos:—¡Eres tan hermosa! Tu piel y toda tú, me adormece en calma—murmura Ángel, rozando su mejilla con excitación. Inmaculada se sonroja de alegría y a la vez de miedo, ante lo evidente.—Ángel quiero que sepas…—pone sus dedos en su boca, haciéndola callar.—Yo se casi todo de ti, no digas nada. No quiero que objetes, ni mucho menos, que interrumpas este momento con tus dudas.—Es mi cuerpo, tu perfectamente sabes porque he eludido el sexo. No estaba contemplado en mi vida.—Para mí no será solo sexo.—Ángel por favor. Dejemos esto para otro día, no me siento preparada—se contraría la bella Inmaculada.—Somos dos los incrédulos, aunque no lo creas estoy más nervioso que tú.—No bromees.—No es broma querida. Ven vamos a sentarnos.—Al fin dices algo coherente—se encoje Inmaculada de hombros y mira a ángel de reojos.—¿Por qué me miras así? —pregunta Ángel, bosquejando una tímida sonrisa.—E