Capítulo cuarenta y tres: Bestia vs. Princesa"Narra Ariana Fallon"—Tu empresa es muy bonita —comento maravillada.—¿'Bonita'? —bufa con cierta incredulidad—. Es una de las cincuenta maravillas arquitectónicas del mundo actual y tú la llamas bonita. —¿Qué te puedo decir? —me hago la interesante lamiendo la comisura izquierda de su boca—. No soy una chica que se deje impresionar con facilidad. —¡Ja! Eso es porque no has visto la fuente de cristales. Me alejo en el acto con los ojos muy abiertos. Ya veo de dónde viene la fama de este hombre. —¿Tienes una fuente de cristales? —aunque asiente sigo sin creerlo—. ¿De las que echan agua? —¿Ahora sí te he impresionado? —se burla. —¡No hasta que la vea! —lo tomo del antebrazo para obligarle a salir de la oficina—. ¡Venga! Tienes que enseñarme este sitio. —¿Es que me has visto cara de guía turístico? —me para en seco—. Dile a mi secretaria que te haga la visita guiada. 'maldit0'Cuando trato de hacer las cosas por las buenas, pasa esto
Capítulo cuarenta y cuatro: De que te rompo, te rompo"Narra Ariana Fallon"A este paso no voy a conocer todo el lugar nunca.Cada vez que entramos a una oficina vacía, me mete mano y me subo a su cintura para tirarle del pelo y besarlo.Doblamos en otra esquina y si no viene nadie por el pasillo, mete los dedos entre las piernas o me toca el culo.Así todo el rato.No me quiero imaginar lo que me haga cuando estemos dentro de su oficina y a solas. Siento que estoy desarrollando algún tipo de trastorno exhibicionista. Por fin llegamos a la fuente y me quedo con la boca abierta de par en par, escéptica ante la imagen frente a mis ojos. Donde hay cristales del mismo tamaño de un grano de arena, debería haber agua. La corriente corre desde la punta hasta el fondo del plateado estanque adornado con diamantes —no creo que sean una imitación—, mientras el perímetro delimitado por un delgado muro de luces le da el aspecto magistral a la creación.Esto no es una edificación diseñada por un
Capítulo cuarenta y cinco: Mi fortaleza y mi debilidad "Narra Harry Mascherano"Estoy que no quepo en mí.Algo me atormenta desde dentro y sé que es la posibilidad de que Lion se acerque demasiado a mi... mujer.¿Mi mujer?Ese pensamiento me gusta y me disgusta. Sin embargo, cuando ella me llama 'mi marido' cada jodido órgano de mi sistema vibra sin control, aumentando ese sentido de pertenencia que me enloquece. Es tan ambiguo como intenso lo que me hace sentir.Tengo que dejarle las cosas claras de una vez al anciano y toca a las malas, porque al parecer no termina de entender mis exigencias. Me importa una malditą mierd@ quién sea, en mis asuntos nadie se mete.Bramo a mi jefe de seguridad para que venga, quien, en menos de lo que puedo resoplar furioso, entra en mi despacho mientras yo me encuentro dando vueltas en ningún sentido. —¿Qué necesita, señor?—Necesito muchas cosas que no te importan —contesto con brusquedad—. Busca a Lion Brooks y dile que le veré hoy sí o sí. Que
Capítulo cuarenta y seis: Cuarenta y ocho horas "Narra Harry Mascherano"Cruzo las puertas del edificio y camino de una forma que parezco dejar las llamas prendidas donde quiera que pongo los pies. No escucho, no veo, solo siento y nada bueno. El ascensor me desespera y la sensación de ahogo me invade de pronto. Sin embargo, una vez que me encuentro fuera del mismo no desaparece como era de esperar. No es el espacio lo que me asfixia, sino la ansiedad de romperle la mandíbula a mi peor pesadilla. Porque en eso se ha convertido Lion Brooks, en una piedra en el zapato de la cual no me puedo deshacer por más que me lo proponga. Hay algo que me sigue reteniendo de aplastarlo como cucaracha, pero eso no me impide desfogar mi frustración con un buen puñetazo y es precisamente lo que hago apenas entro a su oficina. —¡Te lo advertí, imbécil! —exclamo enrabietado, tomándolo de las solapas de su traje de firma—. ¡Te dije que te mantuvieras a distancia! —No me he acercado a ella... —mient
Capítulo cuarenta y siete: Está loca "Narra Harry Mascherano"Abro la puerta con la vista fija en él, dejando claro que se le ha terminado el tiempo. No obstante, en cuando devuelvo la mirada al frente, me obligo a detenerme en seco. Un montón de inútiles, encabezados por la secretaria con cara de espanto, se encuentra reunido en el pasillo como moscas atraídas hacia el pastel. «Ridículo»Esto en mi empresa no sucede. La mirada de la rubia más pálida que una hoja de papel se pierde por la rendija de la puerta y poniendo los ojos en blanco, sigo mi camino ignorando a todo el mundo. Me subo al auto con las sienes latiéndome como su hubiera tenido la peor resaca de la historia. Maldig0 al puñetero país de Estados Unidos con todos sus habitantes, porque eso es lo que son: una jodida resaca y la más mala de todas es la loca que vive bajo mi techo, puesto que sin importar cuán fuerte sea el dolor de cabeza... me gusta. Un jodido masoquista, en eso es en lo que me he convertido. El in
Capítulo cuarenta y ocho: La marca de la Bestia "Narra Ariana Fallon"Mi cabeza golpea contra el cristal al mismo tiempo que el calor late a través de mi sangre desde el punto donde su lengua me vuelve loca. Mi pierna se flexiona contra su espalda, instándolo a acercarse y mis manos ahuecan su cabeza para mantenerlo quieto mientras me balanceo contra él. Sentir las ásperas hebras de satén de su cabello contra mis sensibles muslos internos se convierte en su propia provocación, logrando que en este preciso instante tenga más conciencia que nunca de todo lo que me rodea. Sus manos abren todavía más —si cabe— mis piernas y se esmera con la lengua entre mis pliegues.Grito, él gruñe antes de morder mi botón, al tiempo que me retuerzo de placer y me obliga con su descomunal fuerza a mantenerme en el sitio. Mis muslos se aprietan en sus orejas y doy un pequeño saltito que acompaño de dos gritos violentos cuando hunde su lengua en mi sexo, buscando mi orgasmo por enésima vez con sus ráp
Capítulo cuarenta y nueve: Conociendo a Kate"Narra Ariana Fallon"Sus manos van a mis glúteos en tanto me restriego contra su entrepierna dura como una roca, sintiendo que la brisa del mar se convierte en ondas de calor.¡Malditą sea! Ya estoy cachonda otra vez. —Esta relación es proporcional, Mascherano —aclaro tirando de su labio inferior con mis dientes—. Soy tan tuya como tú eres mío.—Estás loca.—Sí —acepto con descaro y una amplia sonrisa— y tú bien que disfrutas mi locura.Lo vuelvo a besar, sintiendo la necesidad que quitarme los jodidos anteojos. Sin embargo, los ajusto al separarme mirando en derredor. Ahora menos que nunca puedo mostrar mi rostro. El misterio alrededor de Lady Beast me ha hecho más popular y solicitada por las marcas. Además, está el hecho de que, si el marido de mi hermana me pilla por alguna casualidad, se puede armar una buena.Soy consciente de que en algún momento debemos sacar nuestra relación a la luz —si es que así se le puede llamar—, pero por a
Capítulo cincuenta: Una prueba de embarazo "Narra Ariana Fallon"—Tranquila… —la discusión sigue allá afuera en tanto yo intento calmar a la mujer, quien se encuentra fuera de sí, como si hubiera visto el más aterrador de los fantasmas—. Oye, tranquila. La tiramos y ya está, ¿de acuerdo? Respira conmigo…Hacemos ejercicios de respiración en silencio mientras los dos hombres cortan la pelea para tocar la puerta y llamarnos.¿Por qué tanta histeria? ¿Acaso ella y su jefe?—Lion es el padre, ¿verdad? —las palabras se me escapan antes de que siquiera me dé cuenta.—No se lo digas, por favor —suplica aterrada, lo cual confirma mis sospechas.—¿Kate, estás ahí? —la llama su jefe—. Nos están esperando para cerrar el trato.—Ariana —se suma el otro energúmeno impaciente y tras una larga respiración, nos ponemos en pie.—Tú guardas mi secreto —señalo las gafas— y yo el tuyo.No le da tiempo a decir gracias cuando los impacientes animales se cuelan en el baño de mujeres, así que se remite asen