Faitth se sentó frente a la mesa de su comedor con la taza de café y miró a la nada. Había pasado por una ruptura, ella ya no tendría que estar sufriendo más, pero ¿Qué puede hacer si se siente como que lo estaba perdiendo otra vez?Se sentía tonta, ella ni siquiera lo había recuperado, al contrario, se habían estado distanciando y sentir que él la dejaba nuevamente porque la pilló con Christian justo un día después de que tuvieron la discusión le parecía patético.Soltando un profundo suspiró para tratar que su corazón le diera tregua, miró su móvil y deseando hablar con su madre lo tomó e hizo la llamada. Tiene a sus cuñadas y a Isla siempre para ella, no la dejan sola en ese momento tan difícil, pero nunca nada es como mamá.―Hola, mi amor. ―Freya se llenó de felicidad. ―¿Cómo estás, cariño mío? ―Faitth sonrió, pareciera que fuera su madre quien hizo la llamada y no ella.―Extrañándote muchote. ―Hizo un puchero. ―Me duele el corazón, mami. ―Freya miró a su esposo y pasó saliva.―Dé
Faitth miró el móvil en la mano de su amiga y sintió mucho miedo. ¿Qué tal si estropeaban más las cosas? ¿Quizás era mejor sufrir para después sanar y posteriormente seguir con sus vidas? ¿Acaso podían remediar todo lo que había pasado entre ellos? Tantas dudas por poco la hace vomitar.―No lo sé, Isla. ―Suspiró. ―Tengo miedo, ¿Qué tal si nada sale como planeo? ―Isla la comprendió, después de todo cada intento era estropeado, pero no podía vivir del que pasará.―Está de su parte si dejarse llevar por cosas negativas o quedarse a tener la conversación difícil. ―La miró a los ojos. ―Es momento que ambos expresen sus miedos y sentimientos reprimidos. ―Le volvió a tender el móvil. ―Márcale y queda con él. ―Isla sonrió al observarla tomar el móvil.Faitth con dedos temblorosos marcó el número de Marcos unas cinco veces y no se animó a llamarlo. Ella cerró los ojos e intentó que esos pensamientos negativos se mantuvieran a raya y que sus lágrimas dejaran de fluir, pero no pasaba ni lo uno n
―¡Marcos! ―Faitth chilló, su hombre no deja de devorarla por completo. ―Dios mío. ―Se arqueó abriendo más las piernas para darle más acceso a su sexo.El sexo oral que le está practicando es de los mejores, ama como ese hombre la posee con tanta vehemencia, es como si ella fuera lo más delicioso que él ha probado en su vida. Incluso la primera vez que estuvieron juntos y ella era bastante torpe, él se comportó como si fuera la mejor en el arte.―Si vuelves a cerrar las piernas te castigo. ―La miró en cuanto pudo liberarse de la prisión. ―Quiero seguir saboreándote, nena. ―Lamiendo sus labios y disfrutando el rojo de sus mejillas se volvió a meter entre sus piernas.Cada lamida fue como probar el mejor manjar que existe en la vida, cada succión es como si mejorara la experiencia y cada mordida es como encajarle los dientes a la carne más tierna del mundo. Marcos estaba enloquecido por poseer a su mujer de todas las maneras posibles.―¡Dios! ―Faitth no lo vio venir, ella quedó con Marco
Marcos lo miró aturdido, es una propuesta que cualquiera mataría por tener, pero el hecho de que debía mudarse lo volvía todo complicado. ¿Cómo marchase?―Señor Miller, yo tengo una vida aquí y esos proyectos tardan años y…―Tómelo como una reconciliación con su hogar. ―Lo cortó el hombre. ―Es una oportunidad única, Puttoch. ―Lo miró a los ojos. ―He escuchado que las cosas se le están poniendo difíciles por aquí, este proyecto acabaría con todo eso. ―Marcos lo sabía, es el pase de oro para montarse a las ligas mayores y estar a la misma altura que Logan, pero aun así no le terminaba de convencer la condición.―¿Puedo preguntar por qué vino a mí personalmente? ―El hombre resopló.―Tiene un futuro brillante, Marcos, por supuesto no me iba a quedar viendo como los demás aprovechaban eso. ―Sonrió. ―Tanto usted como yo sabemos que una vez estamos en las grandes ligas nos volvemos selectivos y la verdad es que usted va por el buen camino. ―Marcos se lamió los labios. ―No tiene que darme una
Las cosas estaban un poco tensas entre Faitth y marcos. Ellos intentaban que las cosas no se tornaran extrañas, pero la situación los estaba propasando a los dos. Ella se sentía traicionada por la posible marcha de Marcos y él se siente atrapado sin saber qué hacer. El tiempo se le estaba acabando y ya Jorge Miller lo estaba presionando para que tomara una decisión, ya que el proyecto no podía esperar más. La lucha con sus sentimientos es intensa, ambos están en desacuerdo de truncarse los sueños, pero tampoco están dispuestos a alejarse sin más. Todo estaba siendo un caos interno para ambos. ―Buenos, días. ―Marcos besó la cabeza de su fresita. ―¿Dormiste bien? ―Ella asintió, la verdad era que no podía dormir nada, no cuando hablaban hasta largas horas de la madrugada y no llegaban a nada concreto. ―¿Y tú? ―Se giró para mirarlo de frente. ―¿Has descansado algo? ―Acarició su mejilla con delicadeza. ―Sabes que sí, amor. ―Besó sus labios. Ambos se mentían con descaro para no preoc
Marcos suspiró profundamente, verla con esa mirada triste y sus ojos llenos de lágrimas le dolió profundamente, pero la decisión estaba tomada y él no podía hacer nada. Todo lo que estaba por hacer era por ella, para que tuviera una mejor vida a su lado y no le faltara ni siquiera estatus.―Lo hago por ti. ―Confesó mirándola a los ojos con sinceridad. ―Quiero que tengas una buena vida, quiero que tu padre sepa que conmigo no te faltará nada, ni siquiera estatus. ―Faitth lo miró atónita.―¡¿Me estás hablando en serio?! ―Casi gritó con incredulidad. ―Me importa una mierd4 esas cosas, Marcos. ―Río entre lágrimas. ―Yo soy la que estará contigo, no mi familia. ¿Lo entiendes? ―Sollozó. ―Acabamos de arreglarlo todo… ―Distorsionó el gesto.―¿Por qué no puedes entenderme? ―La miró suplicante. ―Solo quiero lo mejor para nosotros, no me gustaría que cambiaras tu estilo de vida por estar conmigo. ―Faitth carcajeó como una demente, llamando la atención de todo el restaurante.―¡Yo también trabajo!
Faitth se removió en su cama en medio de un profundo suspiro. No recordaba lo bien que se sentía dormir más de cuatro horas. Al abrir los ojos, una sonrisa se dibujó en sus labios, por fin se siente mejor y todo es gracias a Christian y su insistencia por permanecer a su lado.Sabiendo que le espera un increíble día en el trabajo, saltó de la cama llena de energías y corrió al baño para vaciar la vejiga y asearse por ahí mismo. Mirándose al espejo mientras cepilla sus dientes, quedó seria por un instante.Los recuerdos de Marcos abrazándola por la espalda y besándole el cuello la obligó a cerrar los ojos con fuerza, pero eso solo empeoró su estado. Él lamiéndole la pasta que se desbordaba por la esquina de sus labios, sentándola en el lavado para ser él quien la cepillara y después terminando, haciéndole el amor como un loco.Su cuerpo se estremeció por completo y la tristeza la invadió. ¿Acaso no lo superaría nunca? Había pasado un mes desde que se marchó dejándola atrás, un mes en e
Marcos resopló, las constantes juntas lo agobiaban demasiado, pero es el nuevo fenómeno de la empresarial y debía aprovechar todas las oportunidades que trabajar junto a Jorge Miller le estaba dando. Todos los grandes de la industria deseaban trabajar con él y proyectos comprometedores estaban en la fila de su extensa lista de éxitos rotundos.A pesar de estar tan ocupado, siempre había momentos en los que Faitth no salía de su cabeza. Gracias a sus sobrinos puede tener fotos y videos de ella, esas cosas le refrescan el alma y adormecen el dolor de su corazón.La llegada a New York había sido bastante tranquila, su viejo hogar no había cambiado tanto y se acostumbró rápidamente al entorno bullicioso y las calles repletas de personas ocupadas como él. Extrañaba Inglaterra, de verdad que extrañaba cada cosa, pero decir que lo estaba pasando mal sería mentir.―Señor. ―Minni, quien viajó con él entró al despacho con una sonrisa en los labios. ―Han llegado los documentos que estaba esperan