Cuando Carlos llamó, Elena estaba precisamente descansando en el set de filmación.

Escuchando las palabras de preocupación habituales de Carlos, Elena de repente se sintió muy culpable hacia él.

—Carlos, lo siento mucho, yo...

No sabía cómo expresar sus sentimientos; en realidad, le debía demasiados favores.

Al otro lado de la línea, Carlos percibió de inmediato que su estado de ánimo no era realmente muy bueno cuando la escuchó disculparse.

—Él ha regresado, ¿verdad?

Por alguna razón, esa pregunta hizo que Elena e se sintiera como una mujer muy desleal, aunque no le había dado ninguna respuesta a Carlos.

—Carlos...

—Entiendo muy bien cómo te sientes. No te preocupes, no dejaré que te sientas incómoda. Te dije que solo quiero ser tu amigo. Si sientes que mi preocupación te molesta un poco, intentaré contactarte menos. Pero recuerda, si tienes algún problema, debes buscarme.

Sus palabras amables y su total dedicación unilateral hicieron que Elena se sintiera profundamente culpable.

—Sé