MELODYLo que hice fue imprudente, pero en algo tiene razón Roman, esto sirvió para tener una nueva oportunidad de quedar embarazada. Camino a prisa y con el corazón aún acelerado por todo lo ocurrido, en dirección de mi auto, siento a Roman pisándome los talones, no me detengo, hacerlo, implicaría entrar en una nueva discusión, él dice que soy suya y sé que intenta por todos los medios que yo acepte seguir casada con él. ¿Por qué lo haría? Él nunca me trató bien, y ahora solo han cambiado las cosas ante su perspectiva porque aparecí y sabe que soy la madre real de Brandon, más no porque me ame o sienta algo más que deseo por mí. Esa es la realidad, una que tengo que aprender a sobrellevar ya. —Melody —me llama. No me detengo, llego hasta el auto, abro la puerta, estando a nada de entrar, cuando él llega antes y la cierra. —¿Qué quieres? —inquiero con molestia. —Rechaza el proyecto con Marcos —pide. —No —respondo levantando el mentón con fiereza. —Hazlo, él no es un buen hombre
MELODYHan pasado dos semanas desde que nos enteramos de que Emilia había escapado, Roman mandó a que se revisarán las grabaciones de las cámaras de seguridad, pero sin encontrar nada, es como si ella nunca hubiera estado ahí, y sin esas pruebas, no podíamos hacer nada, aunque cada día me asegura que la encontrarán. Las investigaciones siguen al pie, cada día que pasa, Roman busca cualquier oportunidad para poder follarme, y lo dejo hacerlo, no solo por estrés, sino, porque es necesario para quedar embarazada, procuro pasar todo el tiempo que me es posible con Brandon, y vamos a revisiones médicas juntos, mientras que Natalia sigue haciendo todo lo posible para llamar la atención. —Maldición —susurro. Intento mantener la calma, en especial porque no quiero despertar de nuevo, emociones hacia el padre de mi hijo, lo cierto, es que los recuerdos del pasado siguen en mi memoria, al grado de pensar que nunca podré perdonarlo. Brandon sigue dormido en su habitación, últimamente su ánim
DUNCANLa imagen de Melody sigue retumbando en mi mente, lo mismo que el suave tono de su voz, hace tiempo que no la veo, desde que decidió acceder al capricho de su aún esposo, Roman Leblanc, el mismo hombre que en el pasado solo jugó con ella dejando de lado sus sentimientos, el mismo que resulta ser el padre de su hijo Brandon, quien está enfermo. El sabor amargo en mi boca todavía se siente reciente cuando ella accedió a tener otro bebé con él, solo para salvarle la vida a su hijo, las primeras semana tuve la esperanza de que buscara la manera de que fuera por métodos médicos, ya que la sola idea de pensar en ella desnuda, abriéndole las piernas, hace que la rabia me consuma y que mis impulsos asesinos nazcan de nuevo. Observo la hora en mi reloj, dejando que la mayoría de los pasajeros bajen del avión, de nuevo estoy en Inglaterra, el lugar que me vio nacer y crecer, y en donde vive mi familia, sigo sin comprender la insistencia de mi hermana porque viniera, cuando tenía la ide
MELODYSabía desde un principio, que la idea de Roman al aceptar hacer un trato empresarial con los King, era una muy mala jugada, no quiso hacerme caso, argumentando que dejando de lado mi pasado con ellos y con el hecho de que ellos me hubieran corrido, no habiendo terminado en buenas acciones, los negocios son negocios y este al parecer le convenía de sobremanera. En cuanto llegamos a la mansión en la que estuve alojada por dos años, los primeros en los que me recuperaba de las lesiones provocadas por Emilia, la sensación de estar ahogada en el pasado, regresó a mí como huracán. —¿Te encuentras bien? La voz de Roman hace que salga de mi ensimismamiento. —No entiendo por qué tuve que venir —frunzo el ceño—. No me gusta dejar a Brandon solo, mucho menos con Natalia en la casa y Emilia prófuga. —Lo entiendo, pero esto es importante para mi empresa, además, tú ya los conoces —rodea mi cintura y me estrecha contra su cuerpo—. Estas embarazada, no estuve presente cuando lo estabas d
MELODYObservo mis manos cubiertas de manchas de sangre, debido a las espinas, el cuerpo se me congela, no reacciono y comienzo a hiperventilar, ella sabe que estoy aquí, ella debe haber estado siguiendo nuestro destino. Trago grueso, a lo lejos escucho la voz de Roman tratando de decirme algo que no puedo descifrar debido a que me encuentro en shock. Él me toma de los brazos y me zarandea para que vuelva en sí, pero mi mente solo se mantiene en las palabras escritas por Emilia y en Brandon, el miedo se dispara en mi sistema, mi instinto de supervivencia hace que sienta la necesidad de querer salir corriendo. —¡Melody! Le miro a los ojos y el nudo que se forma en mi garganta, hace que vuelva a la realidad. —Emilia —logro articular y es como si algo desgarrara mis emociones—. Ella está aquí, ella ahora quiere a este bebé. Mis manos tiemblan y siento que mi corazón galopa cada vez a más prisa. —¡Brandon, tenemos que ponerlo a salvo, tenemos que regresar! —exclamo llena de pánico.
MELODYMe mantengo en silencio mientras estamos en el avión privado que Roman trajo, no quiero hablar con él sobre lo que pienso, porque él lo sabía desde un principio, el hecho de que yo no confiara en que Emilia estaba encerrada, y aún así, no creyó en mí. —¿Seguirás con esa actitud? —me pregunta en tono molesto. —No sé de que hablas, Roman. —Lo sabes bien. Le miro furiosa. —En el pasado nunca me creíste, sabes qué, ahora no es muy diferente, sigues sin hacerlo y sabe qué es lo peor —me inclino hacia adelante—. Que Emilia no va a descansar hasta que me mate o a mis hijos. —Nuestros hijos. —Por desgracia. —Melody, ya estoy cansado, he sido paciente, he tratado de que las cosas funcionen entre los dos, pero tú solamente no me ayudas —intenta tomar mi mano y la aparto—. ¿Ves? —¿Intentar qué, Roman? Tú y yo solo estamos juntos en esto para salvar la vida de Brandon, el hecho de que nos hayamos acostado no te da ningún derecho sobre mí —refuto con enojo. —Me gustas, eres la mad
ROMANHoras antes… La cabeza me estalla buscando la manera para solucionar este caos, trato de hacer lo correcto para que Melody se sienta bien, intento recordarle que es mía y que lo seguirá siendo, porque pese a que ahora, estando en el auto sin decir una sola palabra, no pienso dejarla. Ella es mía para cuidarla, adorarla y amarla, solo que la paciencia se me está agotando, y aunque sé que me lo merezco por todos los errores del pasado y por todo el sufrimiento que le hice pasar, sus desaires comienzan a irritarme de maneras que nunca creí. Incluso ahora, luego de haberla follado por el culo, y de haberla hecho mía, de estar embarazada de mí, no de otro hombre, sino de mí, su esposo, ella solo trata de ignorarme y de evitar mirarme, no es que no confiara en ella, es el simple hecho de necesitar pruebas para poder seguir el rastro de Emilia. El hecho de que Marcos sea el padre de Emilia, complica las cosas. Mi polla se endurece con el simple recuerdo de ella jadeando mientras bo
MELODYMe ha costado un mundo tomar la decisión que estoy planteando frente a él, más de lo que pensé, lo hago por mi, por mucho tiempo soporté sus humillaciones y el que él estuviera engañándome con Emilia, no quiero volver a estar rota, a dejar que me rompa el corazón, por un segundo estuve dispuesta a dejar que las cosas se fueran dando, después de todo, es el padre de mis hijos y eso es algo que siempre será. Pero luego de haberlo visto besando a Natalia en su despacho, sus labios sobre los de ella, me quitó la venda de los ojos y me hizo caer de nuevo en la realidad que yo misma me estaba negando, él nunca me va a amar, y jamás me dará mi lugar. —Debes estar bromeando. Su voz me saca de mis pensamientos y espabilo. —No lo estoy, quiero el divorcio, Roman —trato de sonar lo más segura posible—. Estar casada contigo ya no es sano y no es una opción. —Ella me besó —su mirada se oscurece y retrocedo. —No te creo —niego.—Pero es la verdad. —Y aunque lo fuera, eso no va a cambi