CAPITULO II

Antonella Walton

IL BACIO DEL DIAVOLO.

EL BESO DEL DIABLO.

La vida en Inglaterra no se veía tan mala llegue hace una semana apenas es viernes, mi trabajo comienza el lunes en el corto plazo de estar acá me he podido acoplado rápido las personas son amables a su manera la comida no es tan mala, pero extraño los postres, y patatas sazonadas de mi nana esas pequeñas cosas me hacen querer tomar un vuelo y volverme,  pero no sería lo correcto se supone que estoy acá para encontrarme saber quién es aquella Antonella que yo misma desconozco.

Soy demasiado amante de la comida italiana mi padre es italiano por esa razón desde que eran una nena crecí con el conocimiento de esta cultura con el tiempo la comida se volvió lo más importante pero nada es igual como comerla en su propio origen con el sazón y el amor que las personas le ponen,  una comida sin amor no sabe igual pero hay lugares que realizan un trabajo bastante aceptable he buscado restaurante en el cual sirvan una apetecible comida italiana lo encontré y heme aquí en un mesa rodeada de desconocidos, nunca había salido sin nadie además de la seguridad o los reporteros siguiéndome agradezco no tener nada de eso porque es un dolor de cabeza te inventen una historia solo por tocar una planta un poco de paz no está demás.

Luego de merodear y realizar compras regrese a mi apartamento el clima no están agradable como para estar por horas fuera la seguridad de papa llega mañana quería aprovechar la soledad, pero el cansancio me pudo más.

Lunes el día llego Por el cambio de horario y mi nueva vida mi rutina es diferente a la que tenía en New York, todo se basaba en despertar ducharme, arreglarme e irme para la universidad lo demás aún lo hago, pero ahora en vez de arreglarme para ir a la universidad lo hago para ir a trabajar es mi primer día espero que mi jefe no era un señor amargado y panzón

Solo te pido eso Diosito amén

Ocho treinta estoy fuera de las oficinas republic enormes edificios se presentan a mi vista las personas entran y salen entro siendo parte de esas personas rodeando de ejecutivos me acerco a la enorme mesa de la recepción por ser nueva no sé muy bien en donde estar mi oficina o si tendré que pasar con mi jefe soy nueva en esto de ser empleada

-hola buenas días-saludó a la recepcionista ella me regala una sonrisa respondiendo mi saludo con un Buenos días, señorita en qué le puedo ayudar.

-si mmm soy Antonella hoy es mi primero día en el departamento de relaciones públicas-informó ella me observa y sonríe

-si el señor Rinaldi la espera en su oficina piso 20-

-Gracias.

-Que pase feliz día y suerte- en respuesta le sonrió y asiento espero que si sea un buen día

Aproximadamente diez minutos es lo que el ascensor tardó en subir al abriese la puerta me dan la vista de unas enormes salas en ella hay una chica sentada llorando me acerco un poco incomoda por arruinar su momento.

-hola buen día busco al señor Rinaldi-la chica me observa con furia se levanta y me da una bofetada su actitud me deja un poco helada pero que carajos mi acción es ponerme la mano en mi Mejía mantén la calma respira

-eres una m*****a hija de puta, a ver dime te lo llevaste a la cama por eso te dio el puesto-grita apuntándome-es mío m*****a te juro que me las pagarás hija de perra-veo la intención de golpearme nuevamente, pero detengo su mano antes de que llegue a mi rostro

-escucha linda no se dé carajos hablas, pero te aseguro que no tengo la necesidad de acostarme con alguien para obtener un puesto con mi inteligencia es más que suficiente y es tu vida digas que mi madre es una...valórate un poco más querida-suelto con fingida calma tengo ganas de arrancarle las extensiones y macarle el rostro contra el escritorio,  pero no tengo educación.

La chica está roja de furia y me observa con rabia parece un perro sin que le den su hueso

Las puertas de enfrente se abren de el sale un señor colocándose su saco me observa y me sonríe le devuelvo la sonrisa por otra parte la chica lo observa con furia esto es incómodo hay una m*****a guerra de miradas ¿pero ¿qué ha pasado acá?

-esta zorra cree que porque mi hijo se la llevo a la cama ya tiene el derecho de opinar sobre mi imperio-habla el señor Dios pensé en voz alta pensara que soy un metiche

-no Antonella no lo pienso-lo observó uno poco confusa

-conozco a tu padre tengo algunos negocios con el-responde en susurro.

-me alegro señor...-

-Tomás linda-

-sí señor tomas, busco a su hijo Alessandro...-informal ignorando al perrito dolido

-Alessandro... con Qué derecho te crees para llamarlo de esa forma.

-¡¡CALLATE!! ... Leticia a ella la respetas.

Su grito me sobre salta doy varios pasos atrás Estos dos se matarán y yo no quiero ser cómplice de esto.

-Eh pero que carajos te pasa tomas ella no es mejor que yo-hablaba asiento una cara de odio.

-pues mira que si es mejor que tú tiene clase educación y es p-e-r-f-e-c-t-a para mi hijo- su perfecta sonó muy detallada en cada palabra observa a la chica con desprecio vaya que siento pena por ella-en cambio tu solo te interesa el dinero y la posición que te daría ser su esposa, así que ahora toma todo y sal de acá y no regreses.

Todo queda en silencio hasta que la puerta por la cual salió el señor es abierta de nuevo de ella sale un joven de pelo negro, ojos azules pero un azul electrizante azul como lo profundo del mar o como un cielo en pleno verano resplendente y su Perfecto traje ajustado a su cuerpo cada músculo de marca si no es el jefe que esperaba,  pero no está mal.

-mi padre dio una orden Leticia sal-exaspera en un tono demandante pero cansado a la vez su mirada es imponente que te doblegaría si así lo quisiese.

-acompáñeme, señorita...-en un susurro en el cual solo ambos somos capaces de escuchar.

-Antonella-completo extendiendo mi mano el asiente y me invita a pasar a su despacho dejando atrás las indiferentes y malas miradas.

-lamentó que hayas presenciado eso.

-tranquiló es normal que donde vaya las personas me saluden con una bofetada y dejándome una mejía morada-sonrió sarcásticamente.

-te golpeó-pregunta

-no que va solo apuntó su puño en mi rostro-finjo restarle importancia suelta una carcajada contagiándome a mí tiene una risa linda y su risa es perfecta la burbuja se romper al escuchar un golpe que me sobre salta y caigo de la silla en estos momentos agradezco tener un pantalón y unas popis grandes para amortiguar la caída.

-te estás riendo con esa cualquiera-grita Leticia la observó sus ojos están rojos y brillosos.

-si lo hago Leticia y no es cualquiera ten un poco de respeto-responde Alessandro acercándose y ayudándome a levantarte bajo la atenta mirada de odio de la chica me pongo de pie ignorando el dolor en mi espalda.

Siento su mano en mi cintura dando pequeños masajes con las yemas de sus dedos la vista de Leticia baja mirando la unión una lagrima baja por su Mejía intento separar pero no me lo permite de lo contrario me hala hasta hacerme más a él lo observo intentado preguntar qué pasa el me observa y me sonríe maldición su sonrisa es preciosa. Dios no Antonella no puedes veo su rostro más cerca de lo normal lo cual me pone nerviosa hasta que siento sus labios sobre los míos ganándose un jadeo de sorpresa unos segundos después mi mente decidió salir con sus patitas y caminar lejos cielos

sus labios son suaves y cálidos es imposible no corresponderle el beso así que acopló mis labios a sus beso que es suave, pero profundo a la vez su lengua se adentra poco a poco a la mía haciendo una danza que me pone todo de cabeza mis bello se erizan mi respiración se aceleran y mi corazón está que se quiere salir sus mano suben por mi rostro hasta acunar mi cara con su mano libre la otra la baja un poco por mi cintura llegando a tomar en el inicio de mi trasero el beso cada vez toma más volumen volviéndose más demando por ambos pongo mi mano sobre la de el ya que siento que estoy volando en mi vida un beso me hacía afectando tanto como lo hace este.

Un carraspeo hace que Alessandro se separe nuestros labios, une su frente con la mía rompiendo el magnífico beso sube su mano acunado mi rostro por completo dejando un escaso beso en mis labios para luego separarse y observar al señor tomas que esta con una sonrisa completa tirando de su rostro la vergüenza me abarca dios me está comiendo a su hijo frente a él y su novia.

-no es mi novia-escucho un susurro en mi odio.

-claro-respondo.

-espero que eso te deje claro las cosas Leticia ella es mi prometida, por esa razón ya no te necesito la tengo a ella y me basta y sobra-su confección me toma por sorpresa prometida hay Dios no.

Leticia lo observa sus ojos reflejan dolor me siento mal por ella, pero las palabras no salen mi cerebro a un no vuelen. Leticia se da la vuelta y sale rompiendo en llanto mi corazón se encoge.

Observó a Rinaldi con su mirada arrogante su semblante cambio solo noto superioridad no hay resentimiento su acción es como si fuera un robot sin sentimientos una sonrisa se extiende por su rostro su mirada ya no es aquel azul es oscura como si no fuera el pero la pregunta es ¿quién es en verdad el chico con el cual alguno minutos sonreí como boba?  porque este tipo da miedo pero que carajos acaba de pasar y como puede ser capaz de no decir nada a humillado a una chica de la peor forma y yo formé parte de eso

Soy un monstruo muy cruel porque lo disfruté.

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